Hace mil años se concedió un deseo, y con él se forjó una espada de ira y relámpago: Kamigoroshi, la Asesina de Dioses. Un arma lo suficientemente poderosa para confinar eternamente al temible ogro Hakaimono.*Traducción de Marcelo Andrés Manuel Bellon.
Pero ahora el demonio se ha liberado.
Yumeko, una chica mitad zorro kitsune con capacidad de urdir ilusiones, tiene una misión que cumplir: llevar su fragmento del antiguo y poderoso Pergamino de las Mil Oraciones al Templo de la Pluma de Acero, y así evitar la venida del Heraldo del Cambio, el Gran Dragón, que concederá un deseo al portador del pergamino. Pero ahora ella tiene un nuevo enemigo, más peligroso que cualquiera con quien se haya enfrentado. El demonio Hakaimono es libre por fin, y ha poseído a la persona en la que Yumeko confiaba su protección, Kage Tatsumi, el valeroso guerrero del Clan de la Sombra.
Hakaimono tiene un solo objetivo: romper la maldición de la espada, liberarse, y sumir al mundo en el caos y la destrucción. Pero para hacerlo necesitará el pergamino, y Yumeko es la única que se interpone en su camino.
[CONTIENE SPOILERS DE LA
SOMBRA DEL ZORRO]
En esta segunda parte de la trilogía La sombra del zorro, nos
reencontramos con Yumeko y sus compañeros, listos para continuar su viaje hacia
el Templo de la Pluma de Acero para poner a salvo el Pergamino. El tiempo se
les agota, pues el momento de convocar al Gran Dragón se acerca, pero Yumeko
tiene otra misión en mente, tanto o más importante que esa primera: está
decidida a hacer cualquier cosa que esté en su mano para tratar de salvar a Tatsumi
de la posesión del demonio Hakaimono.
Si la primera parte de la saga me gustó, esta segunda me ha
fascinado a muchos más niveles.
En primer lugar, por la ambientación.
Julie Kagawa sigue introduciéndonos
en la cultura y la mitología japonesas, a través de escenarios brumosos, en los
que en cada rincón parece haber escondida una criatura sobrenatural. El
ambiente atrapa y, además, en este libro, conocemos mucho mejor la organización
del Imperio de Iwagoto. No solo recorremos con nuestros héroes los territorios
de varios de los clanes, sino que nos permiten colarnos para echar un vistazo
en el interior de algunos secretos del Clan de la Sombra.
En segundo lugar, la evolución
de los personajes es notable. Si ya los tenía cariño antes, después de
acabar esta segunda parte se han vuelto mucho más importantes y ya los estoy
echando de menos.
Mi pequeña Yumeko ya no es esa muchachita kitsune inocente que nada sabía del
mundo. Ahora ha crecido, ha madurado y se ha vuelto una joven valiente,
decidida y un poco terca que no necesita que nadie la proteja. Es capaz de
tomar sus propias decisiones, de arriesgarse y de enfrentarse a su propio poder
para luchar por lo que cree que es correcto. Gracias a su determinación, también presenciamos mucha más magia kitsune, en escenas con una estética que me ha parecido preciosa.
Pero ella no es la única que se abre al lector. También
conocemos mucho mejor al resto del grupo (hay una historia aquí que os va a
dejar el corazón blandito, ya os aviso) e incluso nos enteramos por fin de cómo
fue el entrenamiento de Tatsumi para convertirse en el Asesino de Demonios. La trama principal es de lucha, de acción, pero también queda tiempo para que los personajes muestren sus sentimientos, sus deseos, sus motivaciones, dejando clara su lealtad y la amistad tan fuerte que ha unido al grupo después de todo lo que han pasado y lo que está por venir.
Del mismo modo, tenemos tiempo para conocer incluso a Hakaimono y ver todo lo que hay en el interior del Oni más poderoso.
Del mismo modo, tenemos tiempo para conocer incluso a Hakaimono y ver todo lo que hay en el interior del Oni más poderoso.
La novela sigue estando narrada en primera persona, en capítulos alternos por Yumeko y Hakaimono. Pero
además aparece una subtrama, contada por un narrador en tercera persona que al
final me dejó casi más intrigada que la trama principal.
El final es impresionante. Sobre todo una parte un poco
antes de las últimas páginas que, a pesar de ser una escena de acción, está
escrita con tal pulcritud y delicadeza, que casi daba la sensación de estar
dibujada, porque mientras la leía podía ver perfectamente la escena en mi
cabeza. Increíble.
Como digo, esta segunda parte me ha encantado y me ha dejado
con muchísimas ganas de que salga la última y saber cómo termina todo. El
alma de la espada ha sido una lectura llena de magia, criaturas
sobrenaturales, fantasía, personajes muy bien creados, lealtad y mucha acción.
Maravilla.
Se nota que lo has disfrutado pero esta vez no me animo, que voy a intentar huir de las trilogías.
ResponderEliminarBesotes!!!