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ENTREVISTA CON HELENA BENGOETXEA (POR MATRIOSKAS. LAS NIÑAS DE LA GUERRA)


Helena Bengoetxea es realizadora, diseñadora y periodista. Máster en estudios feministas (UB - DUODA) y máster en Comunicación Audiovisual (EHE-UPV ), estudió cine documental creativo en  la EICTV (Cuba) y ha completado su formación audiovisual en distintos seminario referenciales 
con Robert McKee, Mercedes Álvarez, Carmen Guarini, Nicolas Philipbert, Pedro Costa o Patricio Guzmán, entre otros. Forma parte de la productora Haruru Filmak desde sus inicios. Colabora en diferentes proyectos audiovisuales del Centre La Bonne (BCN) desde 2005, actualmente en el LAB-FEM, coordinado por Lola Mayo.




 - Del documental de Matrioskas, las niñas de la guerra se me han quedado en la retina dos imágenes. Una de ellas son las muñecas rusas o Matrioskas que conservan y en los que, en muchas ocasiones, mientras ellas hablan como que la cámara se para y es bonito ver esos detalles de estos elementos. La segunda imagen es la del mar o el agua de una piscina climatizada que hace referencia a esa travesía de estas increíbles mujeres. ¿Antes de empezar a rodar el documental lo tenías en mente? (centrarte en las muñecas y en esos diferentes mares).

- Sí, ambos elementos ya los había pensado incluir porque me parecen importantes en el relato: las matrioskas, que son un elemento común en los hogares de todas ellas por el significado cultural que tienen y porque, además, las matrioskas contienen una matrioskas dentro, y otra y otra… como las protagonistas, que tienen múltiples capas por tantas situación s complejas que han vivido y que las definen. Y el mar como elemento común a todas, todas partieron al exilio en barcos desde el mar y por mar llegaron primero a la URSS y después a Cuba, o de vuelta a España. Y también es un elemento cotidiano para ellas, todas viven en ciudades con mar. Es el nexo común a todas ellas.


- Me ha encantado la forma en la que se narra el documental y la manera en la que nos acercas a Cuba, sus calles y a estas fascinantes protagonistas. Sin romper la historia y esa narración, como que nos acercas a esta isla preciosa y apareces en alguna ocasión en la pantalla, ayudando a colocar platos en la mesa...En el 80% no vemos al director o directora. ¿Qué te supuso salir en el documental? (de esta manera tan divertida y entrañable).

 

- La verdad es que no soy partidaria en absoluto. Con la salvedad de determinadas películas o cineastas (Agnes Varda, por ejemplo) donde sí tiene sentido, en el resto me resulta pedante e injustificado, nuestra presencia ya está en nuestra mirada. Pero en este caso no me quedó otro remedio que aparecer, la escena con Alicia la rodamos de forma improvisada, por ver cómo se comportaba fuera de la entrevista y con el nieto y la hija, que acababan de volver, es la propia Alicia la que me incluye en la escena, que debía de ir completa porque dice mucho más de su carácter que todo lo que nos pueda contar. También aparezco en otra con Julia, cuando le llevo el álbum de fotos. En este caso apenas teníamos imágenes de Julia que no fueran de la entrevista, tuvimos que usar prácticamente todas. Ha sido un mal necesario.


- Hacemos un viaje con una de las protagonistas a Rusia y la vemos hablando ruso, preguntando, explicando cosas, del lugar en el que vivió ¿Fue fácil hacerla regresar a ese país? ¿Consiguió alguna pista del paradero de esas chicas?

- El viaje a Rusia se hizo antes de iniciar el rodaje, aun estábamos buscando financiación y no teníamos co-productoras. En 2017 se organizó un homenaje en Rusia por el 80 aniversario de la llegada de los niños de la guerra y Araceli se apuntó enseguida al viaje. Teníamos que ir a rodar con ella aun sin saber todavía si íbamos a levantar la película, pero había que aprovechar aquella oportunidad. Y de paso llevarla a los sitios importantes para ella: visitar a su primer marido, enterrado en Moscú, o volver a su barrio de tantos años. Conseguimos localizar su casa, pero no encontró a nadie que hubiera coincidido con ella.


- En un documental en el que se habla y se trata la memoria, memoria histórica y en el que muchas personas prefieren el silencio a contar las cosas ¿Te resulto sencillo el encontrar a Teresa, Alicia, Araceli y Julia? ¿Cómo fue la búsqueda de estas protagonistas?

- Lo cierto es que las conocí por casualidad, en 2016 yo vivía en Cuba con un permiso de estudiante en la EICTV. Ahí supe que un grupo de “niños y niñas de la guerra” viajaron voluntariamente a Cuba en el 61 y que aún residían unos cuantos en la isla. Una amiga de La Habana me pasó el contacto de una de ellas, así conocí a la hija de Isabel Álvarez Morán (que finalmente no sale en la película), que a su vez me pasó el teléfono de Alicia, y así enlacé unas con otras. Volví con algunos contactos de otras tantas que vivían en Asturias, y así conocí a Araceli. A Teresa la conocimos en el viaje a Moscú, cuando desayunando le conté mi estancia en Cuba y cómo conocí a algunas niñas de la guerra, y resulta que ahí se enteró de que su amiga Alicia –a la que vio por última vez en 1941 y ya no volvió a ver– estaba viva y estaba en La Habana. Creo que no fue difícil contactar con ellas y, desde luego, fue fácil que hablaran y que aceptaran participar en el documental, han estado muchos años silenciadas y creo que para ellas ha sido importante contar su historia. Lo más difícil ha sido ver cómo algunas de ellas ya no han podido participar, con su edad 5 años de trabajo y espera es mucho tiempo.


- Me ha llamado la atención que en una sociedad como era la rusa se confiase en Araceli, como traductora y en una de las conversaciones con ella, aparece una foto de ella con militares rusos y personal cubano, pero ella siendo la única mujer. Con esta imagen tan significativa ¿Crees que los tiempos, pues no han cambiado mucho? ¿Cómo crees que sería la fotografía en la actualidad? (si se volviera a hacer).

- Bueno, a diferencia de la cubana, la sociedad rusa de entonces estaba bastante más adelantada en cuanto al papel de las mujeres en la vida pública. Es en Cuba donde se encontraron con este problema, especialmente en el ámbito militar; aunque muchas mujeres participaron en la revolución, apenas hicieron carrera militar ni tuvieron puestos de responsabilidad. En el caso de Araceli, fue voluntaria como el resto, pero ella era funcionaria del Ministerio de Industria de la URSS, y en Cuba trabajó como traductora para el Ministerio de Industria cubano, no directamente para el Ejército. Sí que es verdad que fueron años convulsos y de inestabilidad política, por lo que los militares cubanos copaban casi todos los ministerios. Creo que la fotografía, hoy en día, sería un poco diferente, sí, seguramente habría más mujeres y no habría militares.


- La filmación se tuvo que parar por el confinamiento y el virus ¿Cambió algo del rodaje? Es decir. ¿Algún testimonio, toma o tema que dejaste en el tintero por esta pandemia?

Si hubiese una segunda parte de este documental ¿Qué tema te gustaría tratar?

- La pandemia cambió totalmente el rodaje, de hecho, solo se pudo rodar más o menos el 45% de lo previsto. Esto nos hizo cambiar un poco el guion y dar más protagonismo a Teresa, y también tuvimos que utilizar material que se había rodado para la investigación, que inicialmente no iba a ser usado para el montaje. El rodaje planificado en Rusia y en Estonia (a donde íbamos a viajar con Teresa a visitar la tumba de su gran amor Ignacio) nunca se pudo realizar. Si hubiese una segunda parte, probablemente se centraría en las historias de aquellas “niñas” que finalmente no se han podido contar en la película.


- México y Argentina son los países que más se nos viene a la mente, al hablar del exilio español. ¿Por qué crees que nos hemos olvidado de Rusia? ¿Por qué hasta este documental, no se había hablado de este país, como segundo hogar?

- Por lo mismo que tampoco se ha hablado mucho del exilio republicano en México o de la historia de los niños de la guerra en otros países, o de las brigadas internacionales, o de los miles de represaliados en la dictadura, o dónde están los miles de fusilados tirados en las cunetas, o tantas historias que permanecen ocultas: porque fueron el bando perdedor y aun hoy en día se sigue sin reconocer mucho de lo pasó, sin justicia ni reparación.


- En el documental vemos como están agradecidas por lo que la URSS hizo por ellas, pero como que en algunos momentos se vuelven muy críticas. ¿Volverían a Rusia, ahora? O ¿Crees que se lo pensarían?


- De visita sí que han vuelto, aunque la Rusia de hoy no tiene nada que ver con la que ellas conocieron, ellas hablan de “los soviéticos” pero la URSS desapareció hace décadas. Hablando en general de los niños y niñas de la guerra, quienes se quedaron en Cuba tal vez volvieron en alguna ocasión de visita (y no todo el mundo, por una cuestión de distancia), en el caso de Europa sí que han vuelto en más de una ocasión con motivo del aniversario de su acogida, como ocurrió en 2017 que fue la última ocasión que tuvieron También es cierto que son bastante críticas con la política de la URSS, especialmente con todo el periodo de Stalin y la represión que hubo, aunque en el documental, a excepción de Araceli, las demás no lo dicen específicamente.


- ¿Crees que las mujeres de antes tenían mayor capacidad de adaptación? O ¿eran diferentes tiempos?

- En un mundo hecho por y para los hombres, todas las mujeres tenemos una capacidad de adaptación bastante alta en cualquier tiempo y situación, para poder tener ciertas cuotas de libertad fuera de la miseria simbólica en la que el patriarcado nos sitúa. Solo hay que escarbar un poco en la historia para ver que ha sido siempre así. Y sin duda eran diferentes tiempos, creo que la situación para las mujeres, en los países y sociedades donde ellas han vivido, es mucho mejor ahora. Que eso no significa que las mejoras sean progresivas en el tiempo, no es cierto. Más bien al contrario, son bastante cíclicas y eso tiene que ver con que lo conseguido no es permanente, y hoy lo tienes y tal vez mañana no. Creo que la trayectoria vital de estas mujeres lo demuestra.




En el documental vemos algunas frases de María Zambrano, Carmen Martín Gaite o Andrei Tarkovski ¿Qué te inspiraron estos escritores, pensadores…?

- Bueno, la inspiración de Tarkovsky está fuera de la película y tiene más que ver con su visión del cine. María Zambrano y Carmen Martín Gaite tienen una influencia mucho más directa, por la temática y por el paralelismo de sus vidas con las de las protagonistas (Zambrano desde la resiliencia y el exilio, como ellas, y Marín Gaite desde el reducto de un espacio interior propio construido en una dictadura asfixiante, como es el caso de Teresa). Dos autoras brillantes e imprescindibles que tienen mucho que ver con las vidas que se cuentan en la película, creo que no se estudian lo suficiente.


-Cuando fuisteis a Rusia en los los 80 años de la salida de España de hombres y mujeres ¿Cómo los rusos/as miraban a los españoles/as? (Es un mito que se nos tiene cariño, sentían curiosidad) ¿Se estudia esta acogida de la Urss con los españoles/as?

- No tengo mucha información y no sé realmente cómo les ven allá, la mayoría de las personas rusas que vinieron tenían relación directa, pero sí es cierto que salió bastante en prensa. Creo que, en general, tienen más conocimiento que aquí de su propia historia reciente.


-Este es tu primer documental ¿En qué otras historias te gustarían trabajar o indagar?

- Creo que cualquier historia merece la pena ser contada, lo interesante es desde qué mirada lo transmites, el hecho de contar historias en sí y los cuestionamientos que te generan. En mi caso, es verdad que me interesa la perspectiva de las mujeres, independientemente de la temática o la realidad que cuento. Y también desde una perspectiva social y política (en sentido amplio), que para mí es inherente al documental.
-Me emocioné al ver como estas cuatro protagonistas recuerdan a sus compañeras con nombres y apellidos y pueden no recordar cosas más cercanas, pero si de lo que vivieron en el internado en Kiev (con las cosquillas que se hacían o lo que compartieron) ¿Qué es lo que menos recuerdan de esos años?

- No sabría decirte


- ¿Cómo crees que hubiese sido su vida, si en vez de irse a Cuba, se hubiesen quedado en la URSS?

- Distinta, desde luego. Supongo que parecida a la de muchas otras personas en su situación, muchos niños y niñas nunca regresaron de la URSS, y algunos que lo hicieron se volvieron. Por desgracia, tampoco sabemos mucho de estas personas, ni qué fue de ellas. Este podría ser también un argumento para buscar y hacer una segunda parte.


-Si Matrioskas fuese un sentimiento y un sonido/canción ¿Cuál sería ese?

- El tema principal de la banda sonora que compuso Pascal Gaigne, sin duda. Su música fue un acierto.



- ¿Qué pregunta te hubiese gustado hacerlas y no se te vino a la mente? (en ese momento) ¿Surgían las conversaciones o había algún guion?

- No había guión previo, solo tenía en mi cabeza algunos temas, pero nada más; las preguntas van surgiendo conforme se desarrollan las entrevistas. En mi caso yo trabajo así, aunque sea más complicado, se trata más de un diálogo desde la confianza que una cuestión periodística. En el documental es fundamental conseguir ese grado de empatía y confianza para que esa persona se abra y se muestre, lo demás es reportaje y no tiene nada que ver con el cine.

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