Opinión de El curioso caso del pianista sin cabeza de Cuca Canals

Los huérfanos que forman parte de La Academia, dirigida por la joven Sofía Hipatia, utilizan una revolucionaria forma de pensar, basada en la filosofía, para encontrar nuevas pistas que permitan dar con el criminal más buscado.

Huérfano de madre a los seis años, el pequeño Freddy Nietzsche perderá también a su padre, asesinado tras ser secuestrado. Su caso sigue sin resolverse cuando Freddy recibe otro golpe de la vida: su profesor de piano y amigo es decapitado. Por suerte, ya forma parte de la Academia y no está solo para resolver los crímenes a los que se enfrenta.

Tras resolver con éxito los misterios de El asesino de los ositos de peluche y El caso de la fábrica de la muerte, los seis huérfanos miembros de la Academia, capitaneados por Sofía Hipatia, están a punto de verse involucrados en unos nuevos crímenes en serie que están poniendo patas arriba ciertos sectores de la ciudad de Barville.

En esta ocasión, la primera víctima es un querido profesor del nuevo conservatorio de la ciudad, que ha aparecido decapitado en el suelo del escenario, junto a su piano y unas cuantas partituras. Pero no será el único asesinato que ocurrirá en esos días...

Con los policías ocupados organizando un congreso internacional, la agencia Filo&Sofía terminará por asumir el peso de la investigación, siguiendo las pistas a contrarreloj para intentar evitar que haya más víctimas, aunque con ello pongan en riesgo sus propias vidas.

En esta nueva entrega, nuestro narrador es Freddy Nietzsche. Además de contarnos lo que sucedió con El curioso caso del pianista sin cabeza, también conocemos su pasado, cómo empezó a formar parte de la Academia e incluso cómo llegó Pal (su mascota bicho palo) a su vida, además de explicarnos un misterio propio que lo atormenta desde hace dos años.

En la narración de Freddy tiene mucha importancia la música y el amor por el arte. Buena parte de la trama gira en torno a lo que la belleza de la música puede significar para las personas. De hecho, conocemos a Richie Wagner, un buen amigo de Freddy, al que conoció en el conservatorio cuando tomaba clases de piano. Quizá su nombre te recuerde a alguien…

Además, como acostumbran en la Academia, los métodos de investigación de los casos se basan en los principios de la filosofía. Pensar, hacerse preguntas, fijarse en los detalles, cuestionarse todas las opciones posibles… Yo no he podido resistirme a repasar la teoría del Superhombre de Nietzsche, que Freddy nos plantea sutilmente a lo largo de las páginas. Y es que, para mí, ese es uno de los principales atractivos de esta colección. Cuca Canals mezcla de un modo formidable las tramas policíacas con la filosofía, mostrando a los lectores la importancia del pensamiento crítico.

Por supuesto, entre asesinatos, indicios y sospechosos, también hay hueco para momentos más emotivos en los que los pequeños filósofos pasan tiempo juntos, se apoyan unos a otros, se reconfortan cuando lo necesitan, comparte reflexiones y demuestran que, a pesar de ser tan diferentes, forman un equipo invencible, una familia.

En El curiosos caso del pianista sin cabeza las cosas quizá se empiezan a complicar un poco más que en los tomos anteriores. Junto a la trama principal, que ya es emocionante y con un ritmo frenético de por sí, nos encontramos varias tramas secundarias a las que nuestros protagonistas tienen que enfrentarse. Además, aunque cada uno de los libros tiene su propio caso independiente, como ya advertimos en el tomo anterior, contamos con un hilo conductor que conecta todos los libros: Salgueri, el malvado funcionario empeñado en cerrar la Academia y su sospechosa relación con otro de los orfanatos de la ciudad.

Según me contó un pajarito, Cuca Canals ya se encuentra inmersa en la escritura del cuarto libro de la colección de Filo&Sofía. ¿A qué caso se enfrentarán los miembros de la Academia? ¿Conseguirán, de una vez por todas, encontrar pruebas de los trapos sucios de Salgueri? Tendremos que esperar para descubrirlo.

—Opinión de Inés Díaz Arriero—