Elisabeth Martín, Lisa, se despierta con la noticia de la muerte de su amiga Nastya. Su cuerpo ha aparecido en el Parque del Ebro, en la ciudad de Logroño, sobre una cama de ramas junto a gran cantidad de dinero.
Los inspectores Daniel Garrido y Manuel Tomás llevan la investigación de un caso que el Departamento de Policía y los políticos locales quieren cerrar cuanto antes a falta de pocos días para las elecciones.
Un joven con problemas mentales y la tenacidad de Lisa harán que sea ella quien inicie una investigación paralela en busca de la verdad sobre el asesinato de su amiga. Pronto, los investigadores sufrirán presiones para dejar el caso, costándole incluso el trabajo a Garrido.
La amistad y el deber se unen para que Lisa y Garrido no desistan en su búsqueda del verdadero asesino que se esconde en Logroño.
Las brujas del este nos transportan a Logroño, a la ribera del
Ebro, donde, entre la niebla, ha aparecido el cadáver de una joven en unas
circunstancias de los más peculiares. Como podéis imaginar, el hallazgo pone en
marcha un potente operativo de investigación para descubrir quién es ella, qué
ha pasado y quién ha sido el responsable. Pero, por supuesto, no faltarán personas
dispuestas a sacar tajada del caso. Por un lado, los medios de comunicación,
ansiosos por ser los primeros en informar de todas las novedades, sin importar
si son datos contrastados o no. Y, por otro, los políticos, que ven en el caso
una herramienta con la que hacer el esprint final de sus campañas, de cara a
las elecciones que están a punto de celebrarse.
En medio de esta investigación conoceremos a los inspectores
Garrido y Tomás, profesionales empeñados en hacer bien su trabajo a pesar de
las piedras que, desde arriba, les van poniendo en el camino. Y a Lisa, la
mejor amiga de la víctima, incapaz de quedarse quieta, que comienza su propia
investigación, en vista de que la justicia parece no estar muy interesada en
descubrir la verdad.
Se nota que Jorge Sevillano conoce los métodos de trabajo de la
policía y los explica de forma que cualquier lector pueda comprenderlos sin
ninguna dificultad. Seguimos a los inspectores en cada paso de sus pesquisas,
conociendo a los supuestos sospechosos y las distintas vías de investigación
que se van abriendo a lo largo de las páginas.
También me ha gustado mucho la ambientación y todos los
escenarios que aparecen, pues acompañan muy bien la tensión de la investigación: la niebla, el caserón, los olores de una de las casas… Asimismo, aunque no
conozco Logroño, estoy segura de que, para los lectores que sí estén familiarizados
con sus calles, las descripciones añadirán un punto extra más para sentirse
parte de la narración.
Además, incluye esa crítica hacia las ansias de poder,
especialmente de los políticos, aunque también de otros altos cargos, y a los medios
de comunicación, que no tienen ningún tipo de escrúpulos con tal de lograr
sacar provecho de cualquier situación.
El problema es que durante la lectura ha habido dos aspectos
que me sacaban continuamente de la historia: el excesivo uso de gerundios y los
errores de maquetación, con un montón de líneas viudas y huérfanas repartidas a
lo largo de todo el libro. Es una pena, porque con una corrección y una
maquetación adecuadas, la novela ganaría mucho ritmo.
Las brujas del este es una novela policiaca con una trama que
engancha, una ambientación que acompaña y crítica
social. Lástima esos fallitos que impiden que tenga también el ritmo frenético
que exigía la historia.
No conocía ni el libro ni el autor, pero creo que podría gustarme, gracias por el descubrimiento, tomo nota. Besos.
ResponderEliminarNo termina de convencerme. Y con tanto pendiente del género, prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues no lo sé... No lo tengo muy claro pero gracias por la reseña igualmente. Besos
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