Antonia, una ama de casa ejemplar de sesenta y cinco años, pasa sus días atendiendo los deberes del hogar y los recados familiares. Sin embargo, esta señora de apariencia afable guarda un extraño secreto: está absolutamente obsesionada por los cuartos de baño; ese es el único espacio donde puede decir “ocupado” y la gente le deja en paz. Entre retretes, cañerías y cisternas, Antonia da rienda suelta a su verdadera vocación, el de ser escritora, así escapa de su monótona vida, vive situaciones únicas y entabla extrañas amistades que hará que su apariencia afable se diluya como la mierda en el inodoro.
—SE ESTRENA EL 7 DE MARZO-
Un bany propi de Lucia Casañ, me ha cautivado. Es una fábula colorida, preciosa y visceral que nace desde la mente creativa de Antonia.
Los cuadernos de este personaje tierno y carismático me recuerdan a los enanos en el jardín de Amelie, y esos espacios que ella visita hacen que vuele mi imaginación junto a la pluma de Antonia, volando a través de las páginas.
Nuria González me ha hipnotizado con su maravillosa interpretación. Me ha enamorado totalmente, pues incluso en las silenciosas noches junto a Fernando, destila magia. Así como dota al personaje de esa humanidad que casi hemos perdido y de una ternura inusual.
La estética de esta diferente propuesta cinematográfica cautiva por la cuidada fotografía y por esos colores tan vibrantes, que parecen sacados de un precioso sueño.
El personaje de Antonia es pura inspiración y me ha conmovido profundamente, pues me he sentido identificada por esa búsqueda de espacios propios, por su manera de perseguir sus sueños y por lo increíble narradora que es.
Lucia Casañ nos regala una ópera prima tan detallista y minuciosa que me ha enamorado desde el primer minuto.
Esa atmosfera que envuelve a un bany propi me ha recordado a una película de Wes Anderson, pero Lucia es más ambiciosa como directora y nos regala algunos planos inolvidables, que unidos a unos personajes entrañables, hacen que ver esta película sea una gran experiencia.
Carles SanJaime, Amparo Ferrer-Báguena o Manuel Valls son algunos de los actores que acompañan a Nuria, aportando a la producción una gran riqueza argumental, pues todos ellos la complementan aportando frescura y haciendo que Antonia se replantee muchas cosas y se vuelva loca (a su manera).
Esta película es pura poesía visual, y emocionalmente, te pone frente al espejo y ves tu propio reflejo.
Se han agolpado en una sola escena miles de emociones y no sabía si reír, llorar o ambas cosas, especialmente con algunas escenas que tienen que ver con Fernando.
¿Quién es Fernando? Pues, Fernando es el personaje más magnético y encantador de un bani propi. No tiene voz, pero sus silencios son encantadores. He adorado cada una de sus escenas y no os diré nada más, pero cuando hace acto de presencia se desatan miles de preguntas en Antonia y sus conversaciones son embriagadoras.
El tono de la narración en esta cinta varía según nuestra protagonista está fuera o dentro de su casa, y es algo que a muchas personas les ocurre. En casa son de una manera, pero fuera se convierten en un personaje nuevo, y es lo que la ocurre a Antonia.
Me ha fascinado esa vuelta de tuerca que se le da a Nuria González dentro vs. fuera de donde vive. Y, lo que más adoro de una película es ver la forma en la que los actores y actrices parecen gozar con su interpretación, ya que los silencios los llenan con sus miradas. Y, hasta en los momentos más crudos, esa naturalidad traspasa la pantalla.
La realidad es fría como una losa de granito, pero Antonia, creando su lugar en el mundo, encuentra algo de calidez y libertad.
Las palabras son poderosas, y muchas veces ni nos damos cuenta. Subestimamos el poder que tiene la creatividad y la influencia buena que puede hacer en nosotros.
Un bany propi ha hecho que busque mis propios espacios creativos, mis propios espacios en los que puedo ser yo misma y me ha recordado que tengo que seguir soñando y que empiece a vivir con más pasión.
Me ha encantado. Creo que me he quedado corta, pero es una ¡MARAVILLA!
¡Hola!
ResponderEliminarNo lo conocía pero tiene una premisa interesante, la verdad.
¡Un beso!