El éxito de la publicación de la primera novela del rapero y youtuber Pibonacci no solo trajo satisfacción a su autor, sino también una demanda por injurias. Pero ¿qué relación guardaba la historia de un anticuario y un mentalista de circo, que era el argumento de la novela, con la fundación del imperio del demandante? En un trepidante juego de pistas, como esas muñecas rusas que esconden en su interior otra y otra muñeca, solo el juicio destapó finalmente la verdad tanto tiempo oculta.
Al abrir La muñeca rusa de Fernando Lalana, nos encontramos con
Pibonacci, un rapero y youtuber de gran éxito, que se encuentra a las puertas
de un prestigioso despacho de abogadas. ¿El motivo? Le han demandado por
cometer un delito de injuria a través de su primera novela publicada, La
montaña rusa, que, por supuesto, ha vendido miles y miles de ejemplares.
El joven no tiene muy claro de qué se le acusa, ni en base a
qué, ya que aparentemente no tiene ni idea de quién es la persona que le ha
demandado, pero, de todos modos, el juez ha ordenado el secuestro preventivo del
libro.
¿Quién es el demandante? ¿Qué relación tiene con Pibonacci?
¿Son reales las injurias de las que se acusa al rapero? ¿Qué hay detrás de la
trama de La montaña rusa, en realidad?
¡Cuántas preguntas! Y te prometo que todavía vas a encontrar
muchas más. Yo al principio estaba alucinando porque no tenía ni la más remota
idea de hacia dónde me iba a llevar la trama.
Y es que, a partir de ese inicio, la trama de La muñeca
rusa se despliega en varias direcciones o, más bien, se abre como una
muñeca rusa (ya nos avisó el título) haciendo que dentro de ella surjan nuevas
tramas, con otras más en su interior.
¡La estructura es una pasada! Un libro dentro de otro libro,
fragmentos del presente de algunos personajes implicados en el juicio,
investigaciones paralelas que van dejando nuevas pistas que a su vez conducen a
formular más preguntas.
Y es que, al final, el papel de Pibonacci parece lo de menos, casi una mera anécdota. Lo importante es su libro. Dentro de La muñeca rusa podemos leer capítulos de la novela publicada por el rapero y, a través de su trama, descubrir quién es el demandante.
Además, vemos las reflexiones de los abogados, del juez, de los detectives… que nos dejan todos ellos un montón de pistas acerca de qué ha pasado y qué relación tiene todo ello con el libro del rapero.
Y todo termina encajando perfectamente en el juicio del final del libro. ¡A mí la resolución del misterio me pilló por sorpresa; no había conseguido adivinarlo del todo!
El estilo narrativo de los diferentes capítulos varía para
adaptarse a lo que se cuenta en cada uno de ellos, especialmente a través de
los diálogos, ya que están ambientados en diferentes épocas.
Además, para enriquecer todavía más esta estructura en forma
de matrioska, a lo largo de las páginas aparecen cameos de varios personajes de
otras novelas de Fernando Lalana.
Si que es verdad que personalmente no le pondría la etiqueta
de novela juvenil, sino que la calificaría como novela corta. Esto no quiere
decir que no la puedan leer lectores jóvenes, que claro que pueden y de hecho
segurísimo que les engancha, sino que no he encontrado los ingredientes más típicos
de este tipo de novelas.
No quiero contar mucho más, porque creo que lo mejor de este
libro es leerlo sin saber demasiado sobre él. Reconozco que yo me metí de lleno
sin haber leído siquiera la sinopsis, porque el autor ya era garantía
suficiente para mí, y me bebí las doscientas páginas en un par de días, porque
literalmente no podía parar de leer.
La intriga, el desconcierto de no saber muy bien hacia donde
me dirigía y, sobre todo, la magistral estructura (¿he dicho ya que me ha
fascinado?) me hicieron disfrutar una barbaridad de La muñeca rusa.
¡Qué gran lectura!
Pues pinta bastante bien, si se cruza me podría animar.
ResponderEliminarBesotes!!!