Opinión de «El manuscrito Sancho Panza» de Lalana y Castejón

Para empezar, lo de «manuscrito» es literal, se trata de un legajo de pliegos amarillentos que parecen tener siglos de antigüedad y que contienen un testimonio fascinante: la historia real de Alonso y Sancho, los dos jóvenes en quienes están basados los protagonistas de El Quijote.

Intrigada, Rebeca lee cómo Alonso y Sancho conocen a Miguel de Cervantes, quien les cuenta de primera mano sus aventuras. De Argamasilla a Venecia, pasando por Lepanto o Argel, el autor relatará a Sancho, a Alonso, a Rebeca y ahora a ti, lector, una vida llena de batallas, huidas, romance penurias e incluso algún que otro misterio.

No voy a mentir. El manuscrito Sancho Panza me ha sorprendido muchísimo. Cuando vi el anuncio de que había resultado ganador del Premio Anaya de Literatura Juvenil de este año, no me imaginaba qué podía encontrarme entre sus páginas. Pero, desde luego, no me esperaba lo que finalmente me he encontrado.

Desde las primeras páginas, ya me había atrapado por la originalidad del planteamiento.

La novela empieza con Rebeca de Longinos, editora de Cuadratura, una pequeña editorial que está a punto de irse a pique, llegando a su oficina como cada mañana. Allí le espera un manuscrito, de esos que recibe todos los días. Sin embargo, este tiene algo especial: aparentemente fue redactado hace varios siglos y narra nada menos que partes de la vida de Cervantes que él mismo explicó a unos jovencísimos Alonso y Sancho. Rebeca, que no da crédito a la veracidad del manuscrito, empieza a leerlo pensando que en un ratito de nada probablemente acabe en la papelera. Pero la engancha de manera irremediable.

Exactamente igual que a mí.

A lo largo de las páginas conocemos a Alonso y Sanchico, dos adolescentes de Argamasilla de Alba. Uno nieto de un hidalgo, otro hijo del molinero. Amigos inseparables. Sus vidas dan un giro cuando se enteran de que el mismísimo Miguel de Cervantes va a llegar al pueblo como prisionero. Alonso, que es fan del escritor (aunque este todavía no ha conseguido el éxito que le vendrá más tarde), está decidido a conseguir acceder a la prisión para poder hablar con él. Por supuesto, su fiel amigo Sancho irá con él. Y ambos acabarán escuchando las emocionantes aventuras de Cervantes, desde sus inicios como soldado, sus viajes a Italia, la batalla de Lepanto, sus años de reclusión en Argel y su apasionada historia de amor con la bella Dulcinea.

La novela va alternando pasajes del encuentro del escritor con Alonso y Sancho, narraciones de sus vivencias de juventud y descansos en los que regresamos a la oficina de Rebeca para que ella nos cuente qué le va pareciendo la lectura. Viajes, batallas, intrigas, piratas, secretos, reyes y libros misteriosos.

Sancho es nuestro narrador y supuesto autor del manuscrito. Así que recibimos cada anécdota, cada parte de la aventura, a través de sus ojos y sus oídos, tal y como el propio Cervantes se las relató cuando se reunieron.

El libro vuelve a cerrar con Rebeca. Y este detalle es algo que también me ha encantado. Poder ir viendo las reacciones de la editora a medida que va leyendo el manuscrito, cómo pasa del escepticismo al entusiasmo… y cómo la historia tiene mucho más que ver con ella de lo que se podría pensar, teniendo en cuenta que es un manuscrito tan antiguo.

El ritmo y el estilo narrativo es el propio de las novelas de aventuras, ya que, aunque es una especie de biografía novelada de Miguel de Cervantes, lo que más pesa es la emoción y la intriga de las aventuras que se nos narran.

Por supuesto, como no podía ser de otra manera, cuando terminé de leer la novela me fui a buscar una biografía de Cervantes para repasármela y me di cuenta de que he aprendido mucho más sobre su vida a través de este libro que cuando me la tuve que aprender de memoria para soltarla tal cual en un examen.

El manuscrito Sancho Panza ha sido una lectura apasionante, llena de aventuras, acción, pasadizos secretos, planes de huida, romance, un toque de intriga y varias chispas de humor. Un libro perfecto para disfrutar de las emocionantes andanzas de los personajes, mientras nos acercamos a los años de juventud de Miguel de Cervantes. Interesante y entretenida a partes iguales. La disfruté muchísimo.

—Opinión de Inés Díaz Arriero—