Nine-year-old Iggie is the new kid in the town of Peculiar Woods, and nothing about his new home is familiar. So how is he supposed to make friends when he's not allowed to talk to strangers? On his first night in the strange new town, Iggie gets lost in the woods, where he discovers he can speak to inanimate objects. He soon teams up with his blanket, Faye, a talking chair and yoga enthusiast named Boris, and a pair of spirited chess pieces, and sets out on an epic quest to help his new friends solve their problems. Along the way, Iggie and friends encounter the nefarious washing machine, Lazarus Gallington, and begin to uncover the mystery of the flooded town. Throughout his epic quest, Iggie discovers the value of friendship while also discovering what needs to be done to save the entire village—before it's too late!
Peculiar Woods: The Ancient Underwater City de Andrés J. Colmenares lo he leído gracias a NetGalley. Me ha gustado mucho y lo he disfrutado enormemente. Me ha parecido una historia muy original, divertida, entrañable y con unos personajes a los que enseguida coges cariño y a los que seguirías en todas las misiones del mundo.
Me han llamado la atención que los protagonistas sean Iggie (un niño), un caracol, una manta, una linterna, dos piezas de ajedrez, castores...
Son todos unos personajes peculiares, pero que en nuestro día a día son esenciales, nos ayudan y forman parte de nuestra vida.
En muchas ocasiones, nos olvidamos como divertirnos, los problemas se amontonan y necesitamos una via de escape.
Este libro ha sido esa forma de evadirme y pensar en vivir mil aventuras con Iggie y el resto de su pandilla.
A todos los personajes se les ha dado su espacio, su lugar y sus momentos estelares. Los diálogos son chispeantes y pueden hablar de encontrar una ciudad sumergida, a sacar a relucir nuestros miedos.
Es bonito ver como Iggie va creciendo a cada paso, a cada aventura y la manera en la que se va abriendo en la trama.
La amistad que destacaría en Peculiar Woods: The Ancient Underwater City es la de una honesta, diversa y genuina.
Vemos que todos son objetos y personajes distintos, pero que se unen sin dudarlo, sin esperar nada a cambio.
La premisa de la trama es interesante y nunca pensé que me llevaría hasta este bosque tan particular. En algunos momentos, pensé que los escenarios de la historia eran un sueño, eran un poco surrealistas, pero luego entendí todo y cada pieza de este libro es esencial.
No conocía a Andrés J. Colmenares, pero su estilo artístico y narrativo parecen sacados de una novela gráfica o ilustrada de los años 70, 80 u 90. Tienen ese aspecto nostálgico y no sé si por los colores, por la forma de ilustrar, pero me pellizcaron el corazón y me enamoraron.
Además, que os animo a leerlo con calma, como si fuese un road trip emocional y a que os paréis en cada detalle.
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