OPINIÓN DE AINARAK (GOLONDRINAS) DE RITXI LIZARTZA Y JUAN SAN MARTÍN

Se ha elegido el 25 de noviembre como fecha de estreno por ser el Día contra la Violencia hacia las Mujeres. Una causa a la que siempre ha brindado su compromiso Etchegoyen, protagonizando campañas de sensibilización. Además, la película aborda precisamente el tema del género; AINARAK aborda la emigración de mujeres jóvenes por motivos laborales. Tras participar en la pasada de edición de MAFIZ, el área de industria del Festival de Málaga, llega al público, esta historia que recorre, de la mano de Anne Etchegoyen el camino emprendido cada invierno, entre 1870 y 1940, por miles de mujeres navarras y aragonesas –conocidas como las “golondrinas” por su parecido migratorio con las aves–, a través de los Pirineos hasta Maule, para trabajar en la industria de la alpargata y emprender en primavera el regreso al hogar con el objetivo de ayudar a la economía familiar o formar su propia familia y empezar una nueva vida. Un viaje a través del tiempo, de la geografía y de las circunstancias históricas y personales, por medio de archivos, documentos, fotografías y entrevistas, plasmado en ese viaje que Anne hace a lo largo de la película.

-ESTRENO EL 25 DE NOVIEMBRE-

Conocí a las golondrinas no hace mucho y por un libro que leí en mayo de este año. Una novela de ficción, pero con una base realista, así que cuando me llegó la nota de prensa de este documental y descubrí que podía ahondar más en esa memoria, en esas historias, en este hecho, pues no lo dude.

Con Ainarak (golondrinas) me he sentido como una más de estas jóvenes y mujeres, he podido conocer testimonios de hijos y nietos de golondrinas, he paseado por esos caminos que transitaron para pasar a Francia y regresar a España, he conocido Mauleón, ya que no es lo mismo leer un libro, que ver fotografías o que estar pegada a la pantalla recorriendo sus calles, etc.

Es un documental con una guía y narradora con un halo especial y con una sensibilidad única. Anne Etchegoyen nos va enseñando el viaje tan complicado que emprendieron un montón de niñas, jovenes y mujeres entre 1870 y 1940.

Los valles que Anne nos ha enseñado, los pueblos por los que ha ido pasando y esos paisajes tan espectaculares te quitan el aliento y sientes algo extraño.

Por un lado, sientes que no son lugares muy grandes y te imaginas en el pasado como quedarían sin esas niñas, jóvenes: creciendo, jugando, viviendo. Por otro lado, te das cuenta de las razones por las que cruzaron el Pirineo, solas, nerviosas, jugándose la vida. Porque cruzar las montañas puede ser traicionero.

Es un documental que me dio una extraña tranquilidad, me aportó una visión más completa y realista de la vida de las golondrinas en Francia.

Para poder conocer el trabajo que realizaban en Mauleón he podido ver el complicado trabajo que realizaban. No es lo mismo leer que daban puntadas, que verlo en la pantalla.

Es muy bonito cuando escuché hablar un montón de idiomas en este documental, incluso el propio de los valles. Anne es asombrosa, pues sabe cómo dirigirse a la persona que entrevista o que teclas tocar para que hable o cuente.

Es triste que de la primera generación de golondrinas no quedasen testimonios y que, de la segunda generación, tampoco es que hablasen mucho.

Tengo una desazón enorme, puesto que estas mujeres sacaron adelante a un país adelante con su trabajo y no se las conozca o haya reconocido.

Me sentí feliz de conocer que las golondrinas formaron una comunidad que se ayudaban, que crecieron juntas, pero me sentí triste por las que perdieron la vida en las montañas.

Ver los Pirineos y esos valles tan silenciosos te deja sin aliento y no te imaginas como era el camino en aquel entonces, si, cuando no había puentes, carreteras, etc.

Anne pasa por algunos pueblos, como antes os decía, pero los he visto extrañamente solitarios y la garganta se me ha secado.

No me gustaría que esta España desapareciese entre esas casas de piedra y entre esa naturaleza muda.

Me hubiese gustado haber preguntado a mi abuela cosas de su infancia, adolescencia, vida en Burdeos, pero cuando pude hacerlo, era demasiado tarde.

Mi abuelo tampoco hablaba mucho de algunas cosas, pero siempre la digo a mi madre, ¿Por qué no preguntaste más?

Si, hay muchas incompletas en nuestra historia reciente y no tan cercana, pero creo que nos tendríamos que preocupar más de hablar con nuestros mayores, surfear en nuestra memoria y no es para nada doloroso, es necesario para no olvidar.

El documental va como con preguntas más generales, como poniéndonos en contexto, pero luego pasa a una narración más personal, más cercana, más especial.

Es precioso saber que las golondrinas en Mauleón dejaron huella y se las sigue recordando. Puede ser por los matrimonios mixtos que hubo, pero también por lo buenas trabajadoras que eran.

Ainarak (golondrinas) me ha gustado mucho y lo catalogaría como documental esencial de nuestra historia.

Ritxi Lizarta y Juan San Martín sabían lo que querían contar, hacía donde ir y han conseguido que sintiese un orgullo enorme por todas las golondrinas.

Espero que este documental sirva para que muchas más personas las puedan conocer.