Iris, Grey y Vivi Hollow son tres hermanas incuestionablemente extrañas. Cuando eran niñas, desaparecieron en una calle de Edimburgo y regresaron un mes más tarde sin recordar lo sucedido. Su cabello oscuro se volvió blanco y sus ojos azules se tornaron negros. Y aunque nunca aumentan de peso, comen sin mesura, incapaces de aplacar su insaciable apetito. La gente las encuentra insoportablemente excitantes e inexplicablemente peligrosas.
Pero ahora, diez años después, Grey desaparece dejando unas pistas confusas sobre su paradero e Iris y Vivi comienzan su búsqueda. Sin embargo, no son las únicas que están tras ella. Las dos hermanas sufren persecuciones que rozan lo sobrenatural, mientras comienzan a darse cuenta de que la historia que les han contado sobre su pasado se desmorona y que el lugar de donde volvieron aparentemente ilesas hace diez años podría estar reclamando su regreso.
Traducción de Marcelo Andrés Manuel Bellon.
¿Sabes esa sensación que sientes cuando estás leyendo un
libro y no tienes ni idea de hacia donde te está llevando la historia?
Pues eso es lo que me ha pasado con La casa de las
grietas. Pero lo más interesante es que Iris, la protagonista y
narradora, pasa la mayor parte del tiempo tan desorientada y
confundida como el lector. Gracias a ese recurso, podemos compartir con ella
las dudas, la intriga, los sobresaltos, las sorpresas ante los descubrimientos
inesperados e incluso los debates morales que se abordan a lo largo de la
trama.
Iris Hollow desapareció junto a sus hermanas mayores, Grey y
Vivi, la noche de la víspera de año nuevo de hace una década, en mitad de una calle
del casco antiguo de Edimburgo. Nadie escuchó ni vio nada extraño. Sus padres apenas
las habían perdido de vista durante lo que dura un beso en la mejilla. La búsqueda
fue intensa, la investigación policial barajó todas las hipótesis y las teorías
conspiratorias pusieron sobre la mesa todo tipo de explicaciones. Pero nadie
consiguió descubrir dónde estaban las niñas. Simplemente aparecieron en el
mismo lugar un mes después, con el cabello blanco, los ojos oscurecidos y una
pequeña cicatriz con forma de medialuna en sus cuellos.
¿Qué pasó esa noche? ¿Dónde estuvieron esos treinta días? ¿Hay
algún culpable suelto?
Nadie lo sabe. Y ellas no lo recuerdan.
Tras ese misterioso suceso, Iris se ha esforzado por llevar
una vida normal. Estudiar, estar junto a su madre, labrarse un futuro alejada
de la leyenda que envuelve a su familia.
Sin embargo, la mayor de las hermanas ha desaparecido de
nuevo. ¿Está ocurriendo lo mismo de la otra vez? Guiadas por la conexión especial que
las une y las confusas pistas que Grey ha dejado preparadas, Iris y Vivi
comienzan a buscarla de forma incansable. Lo que no saben es que lo que
encontrarán al final de ese camino de migajas será algo muchísimo más grande,
oscuro y temible de lo que esperaban.
Ya me ha pasado otras veces. Cuando leo a Krystal
Sutherland no consigo empatizar con sus personajes. Sin embargo, en esta
ocasión debo aplaudir el modo tan retorcido en el que ha manejado a las
protagonistas (y a los secundarios), precisamente para conseguir que sea
complicado empatizar con ellos, y que me haya hecho sentir ese debate interno continuo
acerca de la imagen que me estaba creando de ellos, de qué habría hecho yo si
me encontrase en su situación y de cuáles son sus motivos reales para tomar una
decisión u otra.
La ambientación es una de las cosas que más me han gustado. Dentro
de los escenarios realistas, me ha encantado el contraste que crea entre el
Londres de lujo y los escenarios más decadentes, reforzando esa dualidad que reina
en toda la novela.
La parte de fantasía oscura es muy compleja. El mundo que
crea es tenebroso, terrorífico, repugnante… y al mismo tiempo tiene algo que atrae,
que me hizo querer saber más sobre ese lugar.
La casa de las grietas
ha sido una lectura que ha jugado conmigo, que me ha vuelto loca y que me ha
sorprendido una y otra vez, a pesar de tener mis sospechas sobre lo que estaba
pasando. Podría decirse que es una mezcla de thriller psicológico con fantasía
oscura (dos de mis géneros preferidos), un cuento de hadas moderno, siniestro y
aterrador, con una trama compleja que atrapa y que esconde una profundidad asombrosa.
Por cierto, la increíble ilustración de portada es obra de Mariana
Palova, a quien conocemos por su saga de La Nación de las Bestias.
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