Tras un misterioso cataclismo, el mundo como lo conocemos hoy está acabado. La naturaleza ha recuperado prepotentemente el planeta y ahora la jungla recubre toda la tierra. De las ruinas del mundo que fue, una nueva sociedad está tratando de resurgir. Se trata de “La institución”, cuyos adeptos tratan de restablecer el orden preconstituido imponiendo al pueblo libre de la jungla su concepto de derecho. Pero hay quien se opone con fuerza a su proceso de “civilización”: ¡los disidentes están preparando su revolución! Esta es la historia de dos espíritus libres que quieren encontrar su sitio en el mundo. Yaya, una joven de carácter rudo y de espíritu indómito y Lennie, un joven hombre de más de dos metros de altura y que sufre un retraso mental. Unidos por una conexión profunda se cuidan el uno al otro tratando de no dejarse arrebatar la única riqueza que de verdad les queda: su libertad.
Yaya e Lennie de Alessandro Rak fue mi última película elegida en el Festival de Cine Italiano de Madrid. Me hubiese gustado ir a ver más producciones, pero mi trabajo me lo impidió.
Hasta lo que yo recuerdo y sino me equivoco no había visto nunca una película de animación italiana y sentía curiosidad.
Es verdad que por el cansancio acumulado en ese día me costo unos 10 minutos engancharme a Yaya e Lennie y me da rabia, ya que después de preguntarme ¿qué me cuenta la película? empecé a entenderlo todo.
Voy a empezar hablando del tipo de animación que nos ofrece la película y que me resultó muy llamativa, ya que estoy acostumbrada a ver otro tipo de técnicas en este tipo de film. El mundo visual de esta producción es como si la novela gráfica cobrase vida frente al espectador es decir: es como si del libro los personajes cobrasen vida y me gustó la experiencia con estas animaciones.
Todos los mensajes que nos trasmite Yaya e Lennie son pura poesía y la voz en off que nos va guiando en el viaje de estos dos personajes, pues también será nuestra guía.
Es una película coral y he adorado la diversidad de personajes que tenemos y que hacen que la historia sea enriquecedora.
Tenemos una distopia, pero nada más lejos de la realidad y no me sorprendió lo que ocurre en la trama, pero si que me llamó la atención algunos guiños a Don Quijote, Che Guevara o a otras personalidades del mundo.
No le di importancia en su momento, pero se me ha encendido la bombilla mientras escribía esta humilde opinión y creo que en la historia no nos dicen en que lugar tiene lugar la acción, pero creo que lo han dejado a libre pensamiento de cada espectador.
Yaya e Lennie sólo quieren la libertad, quieren vivir su vida a su manera, pero no les dejan. Me sorprendió cómo es el personaje de Lennie, ya que nos lo retratan como una persona con algún tipo de discapacidad, pero no nos dicen mucho más de él. Yaya es otro enigma en la película, si, que sabemos lo que le pasó a un familiar o lo intuimos, pero nunca hablan en voz alta de la familia y me desconcertó, puesto que intuyes que algo les ha ocurrido o se quieren centrar tanto en estos dos personajes que lo otro es secundario.
Hablando de las figuras secundarias de la historia ¡qué genialidad! aportan frescura, sarcasmo y diversión a la trama.
En algunos instantes de la historia se me pasaron por mi mente algunas escenas de Shrek y me hizo sonreír.
The walking liberty va de menos a más y nos da varios tirones de orejas a los espectadores por la forma en la que va la humanidad y hacia la catástrofe que vamos y estamos dejando en el mundo.
Un gran acierto por parte del Festival de Cine Italiano de Madrid el haber seleccionado a Yaya e Lennie.
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