Opinión de Las brujas de Brooklyn de Sophie Escabasse

¡Hay una nueva bruja en la ciudad!

Effie tiene un nuevo hogar, nueva escuela y nuevos amigos (aunque resulte difícil al principio); pero su nueva vida en Brooklyn se vuelve aún más extraña cuando Effie descubre que la magia le viene de familia.

* Traducción de Thierry Pallaro.

Todo empieza en mitad del silencio de la noche. Suena el timbre y las habitantes de la casa reciben una «entrega» que no esperaban. Tampoco Effie contaba con tener que mudarse con dos mujeres mayores a las que no conoce más que por haber oído hablar de ellas en alguna ocasión de pasada. Pero su madre ha muerto y ahora no tiene más remedio que empezar una nueva vida en Brooklyn, en casa de sus tías.

Lo que Effie temía que iba a ser una experiencia de lo más aburrida y triste, enseguida empieza a mejorar. Sus tías son unas mujeres de lo más peculiares: regentan una clínica de tratamientos naturales y acupuntura; y pronto recibirán una cliente muy especial: Tilly Shoo, la cantante preferida de Effie.

Y mientras tratan de encontrar la solución al problema cutáneo de Tilly, Effie descubrirá que sus tías son brujas y que ella misma posee magia en su interior.

¡Los personajes de las tías son fenomenales! En primer lugar, tenemos a Selimene, una mujer pequeñita, con gafas enormes, apariencia de abuelita adorable, pero con un genio que no le cabe dentro del cuerpecillo. Por otro lado, está Carlota, más alta y rolliza, mucho más calmada, tierna y reflexiva. Son polos opuestos, pero se complementan a la perfección y forman una pareja aparentemente inquebrantable. Aunque, claro, la joven Effie terminará por conquistarlas a ambas y demostrará que, en el fondo, las dos son igual de cariñosas, bondadosas y dulces.  

Por supuesto, en la historia, también está presente la amistad. La llegada al nuevo colegio no será nada traumática para Effie, ya que desde el primer día conocerá a Oliver y Berrit, dos niños con los que tiene mucho en común y enseguida construirá una amistad basada en la confianza, tanto, que no dudará en invitarlos a su casa para hacerlos partícipes de la curación de la cantante.

A través del personaje de la cantante Tilly Shoo y su séquito, vemos lo que puede esconderse detrás de la fama o de las aparentes vidas perfectas que se comparten de forma pública. Asimismo, cuando Effie siente la decepción al descubrir que su heroína no es como ella creía, se aborda la cuestión de la necesidad que a veces surge de separar autor y obra para poder seguir disfrutando de una obra artística a pesar de no admirar o no estar de acuerdo con la persona que la ha creado.

Como apunte, por si sientes tanta curiosidad como yo por el tema de las ilustraciones, en este caso, en el libro se explica que los dibujos fueron hechos con lápices de tonos azules y morados, para luego ser coloreadas de modo digital.

Desde luego, Sophie Escabasse tiene un estilo de dibujo muy llamativo. Las ilustraciones son de lo más expresivas, parece que tienen vida, son graciosas y están llenas de color. Transmiten muy bien los sentimientos de los personajes en cada momento y a los escenarios no les faltan detalles. ¡Si hasta hay un plano de la casa!

Las brujas de Brooklyn es una novela gráfica con la que he disfrutado un montón. Ha sido una lectura muy divertida y tierna, protagonizada por unos personajes que me han encantado. Una historia de brujas modernas, ambientada en el mundo actual y que aborda temas reales bajo una trama chispeante y llena de magia.

Recomendada a partir de diez años.

—Opinión de Inés Díaz Arriero—