OPINIÓN DE DON PERLIMPLÍN DE ANDRÉS ACEVEDO

Don Perlimplín, monigote cincuentón y miedoso, es persuadido por su criada Marcolfa a contraer matrimonio con Belisa. Pero la joven no está enamorada de él y desde la noche de boda comienzan sus infidelidades. Perlimplín, que ha descubierto el amor y el deseo gracias a Belisa, conocedor de sus engaños, hará uso de su imaginación para reconducir los acontecimientos.
Perlimplín retrata el enfrentamiento entre las convenciones sociales y el deseo humano, la confrontación entre la moral obsoleta y la libertad propia del amor y el sexo, entre el instinto y los prejuicios en un mundo dominado por el amor y la muerte.
«Teatro de monigotes humanos, que empieza en burla y acaba en trágico. Lo que me ha interesado en don Perlimplín es subrayar el contraste entre lo lírico y lo grotesco y aun mezclarlos en todo momento.” (Federico García Lorca).

¡Qué puñetera maravilla! Salgo sin palabras de ver Don Perlimplín de García Lorca, pero con una genial versión y dirección de Andrés Acevedo. No había visto nunca esta obra, ni la había leído. He ido a ciegas totalmente, ya que muchas veces nos acercamos al teatro de autores y autoras clásicos o en este caso de Lorca queriendo saber todo y queriendo tener antecedentes para intentar entender las cosas, pero lo que ha hecho Andrés es de otro mundo.

Se han creado varias texturas en el escenario como forma de narración, se ha utilizado la danza y la expresión corporal como forma de contar la historia y me han hechizado con esas melodías que también cuentan esa historia que hay detrás de Don Perlimplín. El elenco es sublime y su trabajo es de otro mundo, y en más de una ocasión, se me ha erizado el vello de todo mi cuerpo viéndoles como se movían o las expresiones faciales que tenían. Es verdad que había que estar atento a cada actor y actriz, ya que cada uno de ellos y de ellas tiene su cometido en la historia, pero cuando se unen como si fuesen una gota de agua.

¡Wow! Se nota que Andrés ha captado la esencia de Lorca y lo que con esta obra nos quería enseñar y mostrar de la sociedad. Una obra como todas las que escribió Lorca, que nunca se pasa de moda y siempre nos muestra muchas formas de ver el amor, muchas formas de sentir...

El ritmo de la obra es siempre vibrante y va cambiando la manera de narrar según hablen Perlimplín o Belisa.

Sobre el escenario he visto varios juegos de manos, de sonidos, de luces, de colores...que van creando una voz narrativa peculiar y original.

Muchas versiones de obras de autores y autoras clásicas o autores como Lorca se diluyen según pasan los minutos y Andrés Acevedo hace crezca el interés del espectador por cómo afrontarán los personajes el siguiente dilema, problema y escena.

La volvería a ver una y mil veces, puesto que estoy segura de que se me han pasado un montón de detalles.