Cinco siglos antes que Cristóbal Colón, los vikingos llegaron a América. A ese nuevo mundo, desconocido y misterioso, lo llamaron… Vinlandia.
¡Descubre una divertida historia llena de magia y aventuras!
Vinlandia es una saga middle grade en la que la mitología nórdica y los dioses vikingos tienen un papel fundamental.
De momento cuenta con tres tomos y, aunque entendí erróneamente que era una trilogía, el final del tercero deja claro que las aventuras van a continuar.
Cada uno de los tomos cuenta una aventura independiente, pero, a la vez, va dejando detalles que los conectan unos con otros para darle continuidad a la historia e ir aumentando la intriga a medida que vas uniendo las pequeñas piezas.
En el primer libro, El guerrero fantasma, los cuatro protagonistas tendrán que enfrentarse a un misterioso espectro que está poniendo en peligro la seguridad de la aldea.
Obviamente, en este primero tomo, también conocemos a los que van a ser nuestros protagonistas: Sigrid, Harek, Keyra y Olaf. Cuatro jóvenes muy diferentes entre sí, cada uno con una personalidad propia, pero que juntos forman el equipo perfecto, pues cada cual, con sus fortalezas, suple las debilidades de los otros tres. Resulta muy fácil encariñarse con ellos, pero mi favorita sin duda alguna es Keyra. Ya la quiero mucho.
Además de a ellos, conocemos al resto de miembros de la expedición vikinga, algunos muy peculiares.
En el segundo tomo, La leyenda del Wendigo, los protagonistas descubren que no están solos en Vilandia y, junto a esos nuevos vecinos, emprenderán un viaje que los llevará a descubrir si la leyenda del Wendigo es cierta o solo un cuento.
Y en el tercer libro, Los hijos de Loki, aparecerán personajes que seguramente nos suenen, pero que no por ello sorprenden menos, pues la pandilla acompañará a Thor en busca de los malvados hijos de Loki.
Como digo, estas tres aventuras que parecen independientes, están conectadas por una subtrama general que guarda un oscuro misterio.
Pedro Estrada utiliza un estilo directo y ágil, además de un lenguaje desenfadado, natural y moderno, al que añade muchos toques de humor con guiños fácilmente reconocibles que consiguen que, aunque ambientado muchos siglos atrás, los protagonistas no resulten en absoluto ajenos y que incluso podamos sentirlos bastante cercanos al lector.
La edición de los dos primeros tomos incluye ilustraciones en blanco y negro de Alberto G. Ayerbe y el tercero, de Fernando Martín.
Me lo he pasado muy bien acompañando a estos pequeños vikingos en sus divertidas aventuras y el uso de la mitología me ha encantado.
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