Mandy es una apasionada del fútbol; juega durante el recreo con sus amigos, pero el profe de Educa tiene grandes planes para ellos y organiza el primer equipo de fútbol sala de prebenjamines del Santa Eulalia, que empieza a entrenar y competir. Aunque es un equipo mixto, en él todos son niños, menos Mandy. Ella está cansada de tener que demostrar siempre que puede estar ahí, además de verse obligada a enfrentarse a Rodrigo, el capitán, que, espoleado por su padre, no está dispuesto a que una niña le robe el protagonismo.
Sin embargo, la situación empeora cuando el nuevo entrenador sugiere que Mandy ni practique un deporte que puede suponerle una lesión.
Indignada ante la injusticia, es la propia Mandy la que quiere abandonar, pero sus amigos y compañeros de equipo no se lo van a poner tan fácil.
Mandy tiene solo siete años, pero ya sabe que ama el fútbol por encima de todas las cosas. Ella disfruta viendo por la televisión a su Atleti, acudiendo al estadio a animar a los jugadores, dando toques con su padre los fines de semana o improvisando un balón con un brik de batido vacío durante los recreos.
Así que, por supuesto, cuando el profesor de Educa propone
crear un equipo con los más pequeños, Mandy ni se lo piensa. Pero si saben
cuantísimo le gusta ese deporte… ¿por qué sus padres tardan tanto en firmarle
la autorización?
Y es que, a partir de ese momento, comienza una nueva
aventura para Mandy en la que confirmará su pasión y habilidad para el fútbol,
lo feliz que le hace estar en el campo con su equipo… pero en la que también
descubrirá, poco a poco, lo complicado que puede resultar ser una mujer en un
lugar tradicionalmente reservado para hombres y, en general, en una sociedad
todavía anclada en un montón de prejuicios machistas.
Aunque el tono (cercano, desenfadado y natural) y el ritmo
ameno de la novela son los propios de la literatura middle grade, no por ello la historia pierde profundidad ni
realismo. Precisamente ha sido este uno de los aspectos que más me han gustado:
que es una historia creíble. Si acaso, lo único que me ha rechinado un poco han
sido algunos comentarios y actitudes de los niños que actúan como personajes
secundarios, pues a veces parecía que no se correspondía con su edad. Pero, en
general, tanto los sucesos que se van desarrollando, como las reacciones de los
personajes me han parecido bastante realistas y nada idealizadas o hiperazucaradas.
De hecho, ver cómo la pequeña Mandy va cayendo en la cuenta
de detalles, de los que nunca se había percatado gracias a su inocencia
infantil, me ha roto un poquito el corazón.
Me parece importantísimo cómo plasma el hecho de la
transmisión de prejuicios o el ambiente enrarecido que algunas veces provocan
los adultos en el mundo de los niños. En este caso, extrapolado a campos de
fútbol en los que están jugando niños de siete años, con la inocencia propia de
niños de siete años, que solo quieren divertirse, compartir momentos con sus amigos y dar lo mejor de sí mismos
junto a sus compañeros de equipo, comportándose de un modo mucho más sensato
que sus propios padres.
También, a través de la historia de Mandy, se fomentan
valores tan importantes como la amistad, el respeto, la lealtad, el compromiso,
la responsabilidad y el amor familiar.
Desde luego, es una lectura muy apropiada para niñas que
sueñan con ser futbolistas, pero también para niñas que quieren dedicarse a
cualquier otra cosa, para niñas que no saben lo que quieren ser de mayores…
para lectores y lectoras jóvenes que disfrutan con lecturas sobre temas
deportivos, con historias de superación, con novelas entretenidas… Pero también
para esos adultos que se toman las cosas demasiado en serio y arrastran a sus
hijos a sus propias frustraciones y prejuicios.
El libro viene en una edición muy llamativa y está salpicado
con ilustraciones de Doyague a todo
color.
Amanda Sampedro
es capitana del Atlético de Madrid e internacional con la Selección Española,
así que sospecho que sabe muy bien de lo que habla al contarnos la historia de
Mandy.
Campeona ha sido una novela muy entretenida, llena de mensajes
importantes, con toques emotivos y divertidos a partes iguales.
Me encanta el mensaje que transmite.
ResponderEliminarBesotes!!!