Una niña descubre que, tras la mujer que la mira con severidad desde el oscuro retrato familiar, habita una niña pelirroja, que corre libre por las montañas cántabras, junto a su perra. Decide dibujar para descubrir quién fue esa niña y esa adolescente que acaba convirtiéndose en una de las mayores pensadoras y escritoras del siglo XIX. Romper la imagen que hasta ahora se ha dado de Concepción Arenal es el propósito de este libro de ficción, rigurosamente documentado, imaginado por la ilustradora Teresa Novoa, tataranieta de Concepción Arenal, y de la escritora Mónica Rodríguez.
La mujer del retrato ha sido una lectura apasionante, fascinante, emotiva y muy enriquecedora. De hecho, al terminar de leer la novela gráfica, me fui a investigar el Madrid de Concepción Arenal, me fui a pasear por los lugares en los que ella vivió, en los que pasó sus peores y mejores momentos...
Un paseo que junto al libro me hizo viajar al pasado, me hizo leer pasajes y ponerme en su piel y suspirar, ya que me he dado cuenta de que muchas cosas, siguen igual y no han cambiado demasiado.
Si hubiese vivido el padre de Concepción Arenal ¿cómo hubiese sido su vida? ¿qué la habría dicho?
son algunas de las preguntas que se me venían a la mente durante mi lectura, pero también intentaba entender a la madre de Concepción, pero me era imposible. Entiendo la época en la que la toco vivir, pero no entiendo que no hubiese más apoyo entre mujeres, más apoyo entre madre e hija...
Lo que me sorprendió y me enamoró completamente es la unión tan especial que tenía con su abuela paterna, esos momentos eran mis favoritos.
Al ir leyendo y conociendo a Concepción me di cuenta de que iba a llegar lejos, de que sería alguien importante y de que tenía una sensibilidad maravillosa y una forma de ver la vida increíble.
Durante mi lectura sentí su pena, su tristeza, sentí su incomprensión por parte de muchas personas y es que Mónica Ródríguez con su pluma y Teresa Novoa con sus ilustraciones lo han sabido plasmar a las mil maravillas.
Mónica con su texto es capaz de hacer que el lector sienta y tenga las mismas emociones que nuestra protagonista y Teresa con sus ilustraciones es capaz de poner vida a las palabras.
Otra de las cosas que me ha gustado de la lectura es el cambio que se produce en la narración y en los dibujos, aunque sean sutiles variaciones, en los lugares en los que Concepción fue feliz.
Concepción Arenal es una mujer inspiradora e incluso en la actualidad, lo sigue siendo, pero las personas lo desconocen o tienen una vaga idea de lo que hizo u de la importancia que tuvo en su época.
Ella era fiel a sus principios, a ella misma, a lo que sentía y a lo que quería y eso es otras de las cosas que admiré al leer este libro. Muchas otras personas hubiesen desistido, se hubiesen dejado ganar por su tiempo o por la época, pero Concepción, no, ella fue fiel desde que la conocí en el libro hasta el final y eso la hace admirable.
Tengo que confesar que había escuchado hablar de Concepción Arenal, pero de su vida adulta, pero desconocía sus orígenes, desconocía cómo se había hecho a si misma, la manera en la que creció, esto fue nuevo y un complemento perfecto a lo que conocía.
Recomiendo este libro a pequeños y grandes.
Pues sé poquito de Concepción Arenal. Parece un buen libro para aprender un poquito sobre ella.
ResponderEliminarBesotes!!!