En abril de 1988, Valerie Solanas —la escritora, feminista radical, autora del manifiesto SCUM y posible asesina de Andy Warhol— fue hallada muerta a los cincuenta y dos años en su habitación de hotel. Estaba en un sucio rincón de San Francisco, sola, sin un centavo y rodeada de las páginas mecanografiadas de sus últimos escritos.
En esta excepcional novela, volvemos a visitar la habitación donde murió Solanas, así como la sala del tribunal donde fue juzgada y condenada por intentar asesinar a Andy Warhol.Sara Stridsberg, una de las principales feministas de Suecia y de las escritoras más aclamadas de Escandinavia, borra aquí los límites entre historia y ficción, creación propia y narración de historias, locura y arte, amor y tragedia.
*Traducción de Carmen Montes Cano.
Nunca había leído un libro como este.
La facultad de sueños nos ofrece un retrato ficcionado de la
vida y obra de Valerie Solanas, escritora y feminista radical estadounidense,
que fue condenada por el intento de asesinato de Andy Warhol y terminó muriendo
sola y arruinada en la habitación de una institución benéfica.
Sara Stridsberg
nos advierte en la primera página de que la obra no es una biografía, sino una
ficción que parte de la vida y la obra de una persona que existió, pero que
dejó muy pocos datos biográficos concretos. Por lo tanto, nos pide que, como novela
que es, consideremos todo en ella (incluso los personajes con nombres reales)
como ficción.
Lo que más me ha fascinado de este libro es el modo tan
hermoso en el que está construido. De verdad, nunca había leído nada parecido.
Lo que nos cuenta, la historia en sí misma, no es para nada
bonita. La vida de Solanas fue muy dura, trágica, de hecho: sufrió abusos sexuales por parte de su
padre cuando era una niña pequeña, abandonó su hogar siendo adolescente y,
aunque consiguió estudiar en la universidad, malvivió en la calle y tuvo que
ejercer la prostitución. Partiendo de todo esto, es evidente que la novela
cuenta una historia decadente y cruda a más no poder.
El vocabulario que utiliza para contárnosla tampoco es
particularmente bello, sino más bien funcional, las palabras, las frases e incluso
las repeticiones, que en ciertos momentos puede parecer que quitan ritmo a la lectura, sirven para dejar patente la desesperación mental, la frustración, la
rabia y el dolor de la protagonista.
Pero es que la composición es brillante y solo eso ya me da
permiso para decir que la novela es hermosa. Iba a definirla como un puzle,
pero me he dado cuenta de que no es así, pues las piezas de los puzles suelen ser
limitadas y tener los bordes lisos. Las piezas que conforman La
facultad de sueños son desiguales, de bordes rugosos y no encajan específicamente
unas con otras, sino que todas ellas se van superponiendo, conectándose e
incluso empujándose unas a otras para formar el todo que es Valerie Solanas.
Además, son piezas muy variadas: descripciones, narraciones de episodios
concretos, conversaciones, pensamientos, enumeraciones e incluso diálogos entre
la narradora y la protagonista. Como si, al final, la novela fuera la historia
de Valerie Solanas creada por la narradora para contársela a la propia
protagonista antes de que muera, en una búsqueda desesperada de encontrar un posible final alternativo.
Una lectura realmente interesante, construida de un modo extraordinario.
No termina de tentarme en esta ocasión, pero gracias por la reseña y darme a conocer esta novela.
ResponderEliminarBesotes!!!