Marina Grisales es una guarda privada de seguridad que sabe sacarle provecho a su aguzado instinto para descubrir lo que otros no ven, y para desenmascarar mentirosos, criminales y hasta asesinos. Viuda, madre de un desorientado treintañero e hija de un bruja declarada, su trabajo como vigilante privada da un vuelco total cuando decide convertirse en el cómplice del robo de un bolso, sin llegar a imaginar que su participación en este crimen la conducirá a desenredar la muerte de un prestigioso político de la ciudad.
La historia se desenvuelve entre personajes singulares, humor negro, lenguaje coloquial y paisajes cotidianos de una Medellín que se narra desde la perspectiva de la autora para acercar a sus coterráneos a su propia tierra y presentarles a los foráneos una versión particular de la ciudad en la que nació, creció y habita en la actualidad.
Me ha gustado conocer la pluma de Verónica Villa Agudelo y su primer libro, pero creo que lo más enriquecedor es haber ido apuntando en un cuaderno las expresiones, la gastronomía típica de Colombia y particularmente, de Medellín.
Tardé en leerlo un poco, pero porque la autora pone a pie de página lo que significa cada palabra o expresión, pero quería buscar algunos platos de comida que Verónica nombra y esas cosas que hace una persona curiosa como yo.
Al principio no tenía claro de que me iba a encontrar en Marina y el caso de Plata, pero ya empezando el capítulo dos, fui atando cabos.
La verdad es que el personaje de Marina Grisales me ha gustado mucho, cómo ella va tomando fuerza, la manera en la que se presenta al lector y va creciéndose ante las adversidades y la manera de pensar que tiene.
Marina es un personaje muy inteligente y con una buena intuición, pero en esta primera toma de contacto va de menos a más y es genial poder ver cómo se va desarrollando. La ironía es otro de los puntos fuertes de Marina y es maravilloso.
Es una novela coral con varios misterios que resolver. Algo que me llamó la atención es que está escrita como si fuese un guion para una obra de teatro, serie o televisión en algunas partes y es interesante poder leer el libro de esta manera.
También me ha gustado cómo Verónica Villa Agudelo ha tratado el asesinato de un político y la trastienda de este suceso, es decir como: la autora ha dibujado a diversas clases sociales, pero siendo la política la que más interés nos va a suscitar.
Marina y el caso de plata es una novela que se lee de forma ágil y te va enganchando, pero con lo que he disfrutado más es con conocer un poco más Medellín, ya que es un road trip que te mantiene en tensión y donde muchas personas no son lo que parecen.
Tengo ganas de continuar leyendo y conociendo a Marina Grisales, pero porque tengo el pálpito de que va a dar mucho juego y no sólo ella, también algún personaje que otro que ha salido en esta novela.
Ha sido una agradable sorpresa conocer a la autora Verónica Villa Agudelo.
No termina de llamarme esta vez, pero me alegra ver que lo has disfrutado.
ResponderEliminarBesotes!!