Planeta publica 'Trenes rigurosamente vigilados', una de las obras más representativas de la Segunda Guerra Mundial del autor checo Bohumil Hrabal

Bohumil Hrabal es considerado, junto con Jaroslav Hašek, Karel Čapek y Milan Kundera, uno de los mejores autores checos del siglo XX.
La película sobre la novela ganó en 1967 el Óscar a la mejor película de habla no inglesa.
Autor censurado y prohibido por el Comunismo, publicó en la clandestinidad durante muchos años.

Trenes rigurosamente vigilados es una divertida y entrañable historia sobre la resistencia frente al invasor alemán durante la Segunda Guerra Mundial protagonizada por los empleados de la estación de tren de un pequeño pueblo checoslovaco cerca de la frontera con Alemania. El descubrimiento del amor y del deseo están presentes en el despertar al mundo adulto de Milos, aprendiz y verdadero héroe de la novela, que sigue los pasos del hedonista factor de la estación tras la atractiva telegrafista, y que deberá probar su valor arriesgando su vida para sabotear un tren enemigo cargado de munición.

Bohumil Hrabal (Brno, 1914 - Praga, 1997) es uno de los mejores autores checos del siglo XX. Estudió Derecho en la Universidad Carolina de Praga, y tuvo que interrumpir sus estudios a causa de la ocupación nazi de Checoslovaquia. Trabajó como empleado ferroviario durante la Segunda Guerra Mundial y luego fue tramoyista, cartero y obrero metalúrgico, y también trabajó en una planta de reciclaje de papel de libros censurados.

De todos los oficios que practicó sacó materiales para sus obras literarias, en las que se reflejan las influencias de Céline y Ungaretti. Interesado por la narrativa experimental y por los personajes aparentemente anodinos, a través de ellos Hrabal explica la Historia en mayúsculas. Durante la década de 1970, el autor fue censurado y prohibido en la Checoslovaquia comunista, y tuvo que escribir y publicar de manera clandestina.

En toda su obra se contrapone la aparente comicidad con la que explica sus historias con el profundo peso de lo que está ocurriendo en realidad. Alejado de los círculos intelectuales, las tabernas populares eran el sitio donde le gustaba refugiarse. Murió en 1997 a los ochenta y tres años al caer de un quinto piso del hospital en el que estaba ingresado.