El musical es una satira de las religiones organizadas y del teatro musical tradicional. La historia se centra en dos misioneros mormones que viajan de Salt Lake City a Uganda, país devastado por el SIDA, con la esperanza de convertir a sus habitantes explicándoles la historia de Joseph Smith, el fundador de la Iglesia Mormona. El problema es que tan sólo uno de los dos se ha leído realmente el Libro de los Mormones.
The book of Mormon es un musical irreverente, alocado y divertido. No tiene filtro alguno y te sorprende constantemente, por los giros inesperados de la trama y el lenguaje atrevido que puede herir algunas sensibilidades.
La historia del libro y como comenzó esta religión me pareció aburrida y no logré conectar con ella. Sin embargo, cuando aterrizamos en Uganda es donde empecé a conectar con la historia y los personajes, enamorándome del elenco que interpreta al pueblo ugandés
Es una crítica acérrima de los salvadores blancos que van a lugares remotos llevando una fe ciega, sin pararse a pensar en nada. Es decir, no se interesan por las costumbres locales y creen que estando unas semanas, meses o años con su superioridad les ayudarán. Pero, los pueblos se aferran a sus costumbres locales, a lo que conocen. Por otra parte, como la gente blanca ha ido a intentar cambiar las cosas y no lo han hecho, están aburridos y sobreviven
Pero, este musical ayuda a dar voz a los más desfavorecidos y permite contar sus propios dramas que nos parecen muy lejanos.
Este musical es brutal a nivel artístico y musical. El elenco es mágico y las voces son angelicales. Pero, los artistas que dan vida al pueblo africano tienen un duende, carisma y una magia escénica inigualable. Se me erizaron los pelos del brazo en muchas ocasiones, porque saben trasmitir esa emoción que anhelo en este tipo de producciones.
Los actores que dan vida a los diferentes Elder presentan unas tonalidades vocales tan diversas, peculiares y originales que verlos cantar juntos y por separado es un verdadero viaje religioso digno de admirar.
Esto, sumado a unos números de baile que combinan diversas técnicas artísticas, crea una experiencia visual y auditiva inigualable. Verlos moverse al unísono, con una energía contagiosa, es hipnótico.
No soy fan de las segundas partes de los musicales, pues siento que bajan el listón, pero the book of Mormon es una excepción. Su segunda parte es inolvidable, con una combinación de religión, decisiones importantes y canciones únicas.
No es una obra para todo el mundo y tenía las expectativas muy altas y fue justo lo que esperaba, aunque como os dije hay momentos en los que desconecté un poco, pero porque no me enteraba nada de esta religión y de su creación. Prefiero la historia contada por Elder Cunningham.
No todo van a ser risas en este musical, pues entre estas carcajadas me sentí engañada por muchas cosas, pero no tiene que ver con esta producción y sí con la religión.
Por lo demás, lo recomiendo mucho.
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