¿Y esas huellas? ¿Y este desastre en la habitación? Algo se ha colado en casa y Marcos está dispuesto a atraparlo. ¿Le ayudas a encontrarlo? Un álbum repleto de imaginación... ¡y dragones de colores!
Cómo cazar un dragón sin salir de casa de Javier Fernández e ilustraciones de Rafael Estrada es un libro que llevo leyendo tres veces y no me deja de sorprender.
Esta reflexión en voz alta y hecha por Marcos es tierna, es nostálgica, es reflexiva, es original, etc.
Cuando empecé a leer el libro, creo que veía al dragón de una forma, pero lo terminaba y venía a mi mente muchas ideas y pensamientos.
Estos personajes están maravillosamente ilustrados, tanto es así que, mientras leía el texto y las palabras resonaban en mi mente, veía las ilustraciones y sentía que cuadraban a la perfección.
No sé el motivo por el que nos gusta matar dragones y no alimentarlos, darles alas y dejarlos volar.
Este libro va destinado a un público extenso. Lo leerá un niño y se quedará alucinado por las ilustraciones, pero hará mil interpretaciones mejores que la mía, pero lo leerá un adulto y esa chispa que estaba extinguida hace tiempo, estoy segura, de que crecerá o por lo menos sentirá un pellizco o una nostalgia bonita.
Uno de mis escritores favoritos es Roald Dahl, ya que trataba a los niños/as como personas inteligentes, valientes, atrevidos: Les daba ese empujón necesario para crecer y no perder su esencia. Pues, lo que nos relata, cuenta y enseña Marcos, como que me ha recordado a él.
La trama sucede en la casa de nuestro joven protagonista y me ha gustado que sea ese el lugar elegido, ya que ha dado mucho juego y era el sitio perfecto para crear esta historia.
La imaginación creo que es un arma poderosa para luchar contra lo malo, contra situaciones tristes, etc. Ya que nos preguntaríamos, ¿Qué haría nuestro protagonista?
Javier Fernández sabe cómo poner una pizca de intriga en nuestra lectura y lo hará de forma muy sutil, creo que ni os daréis ni cuenta de esto, hasta que no lleguéis al final de la lectura.
Tiene pocas páginas, se devora rápidamente, pero os dejará un poso duradero, así que lo abriréis y diréis: no me había fijado en este detalle, ni en esto, ni en lo otro.
No subestiméis a los niños/as estoy segura que sacarán miles de cosas, que a vuestros ojos estaban invisibles y eso es lo bonito de la lectura y de cómo cazar un dragón sin salir de casa, que te ayuda a volar muy lejos.
Una lectura muy recomendada, de 10.
Mil gracias María. Cómo me alegro de que te haya gustado.
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