Una ruta por París a través de 560 fotografías comentadas por el propio Robert Doisneau.
Numerosas fotografías inéditas y raras instantáneas halladas en los archivos familiares que destacan los elementos esenciales que llevaron al autor a la fama.
Un testimonio único de la capital francesa. Un hermoso libro lleno de emoción y nostalgia.
TRADUCCIÓN-CARLES BOSCH
Doisneau. París que ha sido publicado por Blume me ha encantado. Soy una apasionada de París, ciudad, en la que pude vivir y regresar en muchas ocasiones. Siempre he visto la ciudad a color y con muchos matices, pero observar las instantáneas de Robert Doisneau con sólo blanco y negro, ¡Wow!
Es complicado capturar en un segundo los detalles que el capta, la naturalidad que él recoge en su trabajo, los matices más insignificantes de esa escena tan cotidiana...
Creo que de las fotografías se pueden interpretar de muchos modos y maneras, ya que hay un minuto antes y otro después, pero lo que hace Robert Doisneau es magia.
Dividido en varias etapas y con textos, que describían a la perfección todo lo que vemos en estas páginas, no sabría deciros, con que fotografía quedarme y con que época.
La que retrató a la segunda guerra mundial y posguerra era mi favoria, pero luego, como que me senté de nuevo, miré detenidamente algunas fotografías y adoré las que se hicieron en la rue, en los locales tan típicos en París, en esos puestos callejeros. Ya que, esas instantáneas me parecieron tan detallistas que podía oler a través de la página, podía escuchar las conversaciones, las carcajadas, etc.
Robert Doisneau en sus escritos no se andaba con chiquitas y todo lo que escribía, como que era lo que sentía y el autor necesitaba plasmar respecto a París, sus gentes, la época, los lugares.
Las instantáneas de las estatuas y/o esculturas de la ciudad son impresionantes y me daban la sensación de que, en cualquier momento, se moverían, veríamos un guiño o algo mágico.
Todos los detalles más ínfimos e insignificantes se aprecian. Hasta puedo saber el color del pelo del protagonista o de la protagonista, el color de los ojos y se puede averiguar el color de la ropa.
Al finalizar la segunda lectura me pregunte, ¿Cómo ha podido fotografiar a ese soldado en la segunda guerra mundial o a la resistencia?
Si pudiese viajar al pasado, conocer a Robert y hacerle alguna entrevista, creo que le preguntaría acerca de muchas cosas. Me gustaría saber si iba con su cámara a todos los lados o sabía lo que quería contar, si tenía una idea de fotografía perfecta o imperfectamente bella, o...
La edición está muy cuidada y el papel es increíble, ya que gracias a este detalle como que las fotografías se aprecian mejor.
Tengo un gran respeto por todos los fotógrafos del mundo, también, soy una fan del blanco y negro, pero no sabría cómo utilizarlo en una instantánea.
Creo que la fotografía analógica es maravillosa y no saber que imagen te ibas a encontrar al revelar el carrete, como que le aportaba más magia, más inquietud, más belleza al proceso creativo.
Así que, cuando me enteré que Blume publicaba este libro, no me lo pensé. Tenía un bloqueo lector y no me interesaban las letras, sólo quería sumergirme en el pasado, en la nostalgia y mirar con otros ojos, a París.
Un imprescindible en cualquier estantería.
Pues te iba a decir qeu no, que no suelo acercarme a este tipo de libros, pero me has dejado ahora con ganas de disfrutar de este París que nos ofrece el autor.
ResponderEliminarBesotes!!!