Muy interesante esto que resaltas. Efectivamente, la “x” habla de un momento en el espacio y tiempo muy específico; un cruce de deseos y la imposibilidad de muchas veces expresar lo que necesitamos del otro para poder sentirnos realizadas/os y como consecuencia sobrevivir como especie. Porque el “deseo” es uno de los factores que ha impulsado al ser humano a evolucionar. Si no hay deseo, no hay movimiento, no hay avance. El centro de la “x” es una intersección en el camino donde se desdoblan infinitas posibilidades. El Vórtex –y creo que La Gala y Resurrexión, aunque estoy segura que sus autoras querrían agregar a esto– intentan comunicar que se ha llegado a un punto de inflexión para los personajes, y que a partir de ese momento en específico ya no hay vuelta atrás, ya nada puede ser igual.

- Una de las cosas que más me llamaron la atención tanto del cambio de escenario (para una nueva obra), como dentro de una escena son las luces y el juego que se hace con ellas tales como: apagarla para dejar al espectador en vilo, apagar la luz para hacer cambio de escenario, pero jugar con otros elementos ¿Lo teníais pensado?

Más o menos estaba contemplado porque es verdad que entre Noelia, Alexandra y yo hablamos de las distintas formas en las que podíamos hacer las transiciones, incluso llegamos a ver la posibilidad de marcar más drásticamente el final de cada una de las piezas (dar espacio a aplausos, etc.) pero finalmente decidimos que preferíamos marcar esas transiciones con música y un oscuro que enlazaran el final de una obra y el principio de la siguiente. Buscábamos crear una atmósfera que, aunque los géneros/tonos de las piezas sean distintos entre sí, recorriera sutilmente la velada entera. Los encargados/as de las transiciones (nuestra estupenda asistente de producción, Luciana V. León, y los actores) las ensayaron tantas veces como fue posible para poder hacerlas lo más fluidas posible, y lo han hecho de maravilla. Poco a poco, y junto a Juan Medinilla nuestro magnífico técnico, fuimos cada una/o descifrando el juego de luces que finalmente iría a acompañar a las tres.

- En todas vuestras obras unís a la perfección los recursos audiovisuales, sonoros con los textos.

En esta ocasión hay una bonita sinergia entre los sonidos, las conversaciones. Me dí cuenta, de que en las tres obras existen distracciones tales como: el no poder hablar o expresarse, la puerta sonando o el móvil. 

¿Estaban estas distracciones o este tirón de orejas a la sociedad? (por no centrarnos en lo que importa y si estar pendientes de esos sonidos, personas, etc).

Definitivamente sí, estaban presentes desde los textos. Ha sido una de las más lindas conexiones entre las piezas: el acecho de lo ajeno, de lo que tiene en teoría más poder que nosotros/as, eso que viene a romper, o como bien dices, a distraer(nos), de lo que más deseamos: recuperar lo nuestro, trazar nuestro propio camino, amar sin miedo, tomar posesión de nuestro presente y nuestro futuro, liarla, caernos y volvernos a levantar, perder el miedo a no tener el control para, finalmente, recuperarlo. Con la tecnología, las redes sociales, creo que se ha perdido mucho la capacidad de tener reflexiones profundas, de escuchar verdaderamente al otro, y creo que las tres piezas invitan al público a escuchar eso que muchas veces han callado los personajes o que desafortunadamente la superficialidad de la sociedad ha mutilado, y es muy satisfactorio ver cómo esos personajes se revelan o intentan revelarse ante ello.

- Llama la atención y es maravilloso que la dramaturgia de: La Gala, El Vórtex, Resurrexión son de tres mujeres y las protagonistas sean una mujer. Aunque en el caso de la gala es un hombre el que da voz a todas nosotras. ¿Teníais pensando en que estas tres obras tocasen muchos temas, pero la mujer fuese como el eje?

No fue el principal objetivo en un inicio, pero conforme fuimos armando todo, de forma “mágica” se fue desenrollando el hilo al que todas/os nos amarramos para enfrentarnos juntas/os (pero no revueltas/os, como diríamos en mi tierra) al minotauro.

- De todos los temas que tocan y narran en estas obras ¿Cuál es el que menos se habla? (en la sociedad, en el teatro, cine, etc).

Por otro lado, Resurrexión, me hace pensar en la poca importancia que se le ha dado a la salud mental. Hasta la pandemia, tener ayuda psicológica y acompañamiento emocional en España, ha sido casi de última prioridad, casi como un lujo, cuando es absolutamente básico para el sano funcionamiento de una sociedad, y eso incluye por supuesto, a la salud sexual. Y en nuestra salud pública se debería tomar aún más en serio todos los aspectos de la psicología y psiquiatría. Si uno quiere conseguir cita para hablar con un profesional, o no te la dan o te la dan dentro de más de 6 meses, eso es muy preocupante si una/o piensa en la gente que puede llegar a estar en situaciones de vida o muerte. Por supuesto no sólo hay que hablar de lo frustrante o angustiante, si no también hay que resaltar más el poder que tiene la palabra, los recuerdos alegres, el poder de la música en nuestro día a día. Hay un soundtrack distinto para cada momento de la vida, y con la música de esta puesta en escena también quisimos mostrar eso.

- He visto que se hizo una campaña de financiación para la puesta en escena. ¿Cómo fue la acogida de la gente? ¿Tenéis algún miedo cuando ponéis el proyecto en manos del público?

- Las obras cortas, no sólo pertenecen al micro- teatro es algo que me sorprendió al leerlo y me llamó la atención ¿Qué frases o cosas habéis tenido que escuchar al hablar de vuestro proyecto?

Nos dimos cuenta que faltaban espacios para la obra corta como tal, fuera del espacio del microteatro. Es como en el cine que incluso hay categorías en los festivales más importantes dedicadas a los cortometrajes. Creemos que como éstos, es muy difícil contar una historia con un principio y final en tan pocos minutos, así que justo por ese reto nos interesa explorar y dar más difusión a este tipo de dramaturgias.