Opinión de Mumin. Las tiras completas 2 de Tove Jansson

Bienvenidos al fascinante mundo imaginario del valle de los Mumin, donde es imposible no enamorarse de inmediato de sus habitantes: tiernos soñadores, maquinadores irascibles, creativos y curiosos, siempre en busca de amor, fama y fortuna.

· Traducción de Esther Cruz Santaella.

¡Qué alegría regresar al Valle de los Mumin!

En las cuatro historietas que se recogen en este tomo, la autora se ha centrado en dos de sus temas recurrentes acerca de la vida cotidiana: las visitas indeseadas y los patrones sociales acerca de lo que se considera un estilo de vida aceptable. En torno a estos asuntos, Tove Jansson construye cuatro tramas hilarantes, en las que nuestra familia de troles hace gala de su gran afición por la fantasía y por acudir a la imaginación para conseguir que la vida sea mucho más divertida.

Además, aparecen acompañados de algunos de sus vecinos como la enamoradiza y apasionada Mimbla, la señora Filifionka, el chivato Pestosi… y algunos viajeros que se han detenido en el Valle de los Mumin.

En Los disparates invernales de Mumin, la familia al completo se prepara para hibernar, siguiendo los mandatos establecidos por sus ancestros. Pero enseguida se dan cuenta de que eso no es para ellos, que hibernar es aburridísimo. Lo que no sabían ellos es que lo que los esperaba fuera era aún peor… Don Fresco, un visitante obsesionado por el deporte, que se ha tomado como misión organizar los primeros juegos olímpicos del Valle.

En La criada de Mamá Mumin conocemos a la nueva vecina de los Mumin, la señora Filifioska, que es una mujer obsesionada con el orden, la limpieza y la rectitud tanto en el cuidado de la casa como en la vida en general. Nuestros adorables Mumin hacen de todo para darle una agradable bienvenida, pero la mujer reacciona de tal manera que incluso ellos mismos se plantean si no se estarán equivocando.

Y yo digo: ¡No! ¡No cambiéis nunca!

En Mumin construye una casa, acompañamos a Mumin en la ardua tarea de diseñar y construir su propio hogar. No es algo que tuviera planeado, ha sido todo consecuencia de una de esas visitas indeseadas que aparecen a menudo en la vivienda familiar. A Mumin quizá no se da muy bien eso de la construcción… pero el inesperado final es toda una lección.

Por último, Mumin empieza una nueva vida. Bueno, no solo él, sino todos los habitantes del valle. Y es que ha llegado un peculiar profeta que no para de difundir nuevos principios vitales un tanto extravagantes. Los extremos nunca fueron buenos. Ya lo verás.

La edición de este segundo volumen de Las tiras completas de Tove Jansson por parte de Salamandra es un lujo. En tamaño extragrande, con cubiertas en tapa dura, unas guardas preciosísimas que muestran a Mumin con distintas expresiones y todo impreso en papel bien gordito.

Publicadas por primera vez durante la década de los 50 (y hay que leerlas con esto en mente) Las tiras de los Mumin son una lectura tierna y divertida, cargada de un humor a ratos un poco ácido, que esconde reflexiones profundas, defiende el poder de la imaginación y nos alienta a perseguir siempre la libertad y la propia identidad.

—Opinión de Inés Díaz Arriero—