Una madre soltera y sus dos hijos llegan a una pequeña ciudad, descubriendo su conexión con los cazafantasmas originales y el legado secreto que dejó su abuelo tras de sí.
-ESTRENO EL 3 DE DICIEMBRE-
Cazafantasmas: más allá me ha encantado. Necesitaba una película con la que conectar con mi "yo" adolescente, con la que sentir nostalgia y con la que emocionarme y Jason Reitman ha dado con la formula adecuada.
Creo que Jason era el guionista y el director adecuado para esta producción y no sólo por ser hijo de Ivan Reitman (director de las películas originales de la saga), sino porque cazafantasmas: más allá necesitaba conectar con un público nuevo, pero siendo fiel al público mayor.
Creo que ha sabido equilibrar esos guiños al pasado y crear nuevos adictos a todos estos nuevos personajes.
Iba con miedo de ver lo que me podía encontrar, pero no puedo decir nada malo de esta película, ya que ¡me ha chiflado!
Me lo he pasado bomba con esos chistes, esos diálogos y ese elenco tan natural. Si pudiese quedarme con alguno/a de los actores/actrices sería con Mckenna Grace por su frescura, por ser un soplo de aire fresco a la trama y por ser ese "yo" que es peculiar, adorable, divertida y única en la especie.
Tiene un ritmo ágil que nunca decae y continuamente nos sorprende. Creo que el director sabía en que momento y lugar exacto darnos la dosis perfecta de sustos, acción, sorpresas, etc.
Ha sabido medir todo con gran acierto, pero he adorado y me he enamorado de la forma en la que juega con el espectador.
Sabemos que es una familia, sabemos el pueblo al que van a vivir, pero sino me llegan a decir la fecha me parece un lugar en medio de la nada en los años 80 o 90. Jason Reitman ha sabido jugar sus cartas en este aspecto.
Os tengo que confesar que tenía miedo por Finn Wolfhard, ya que se está sintiendo cómodo con papeles de este tipo y su rol en cazafantasmas: más allá me recordó a Stranger Things, pero Finn se lo pasa en grande, se lo cree y nos hace disfrutar mucho.
Siempre me quejo de los padres o madres ausentes que desaparecen de las tramas en un abrir y cerrar de ojos, pero entre Carrie Coon y Paul Rudd consiguieron sacarme un sin fin de carcajadas.
Hace tiempo que no iba a ver una película y estaba todo el rato con la boca abierta, sonriendo, saltando de alegría y feliz. El cine es para disfrutarlo, el cine te hace soñar, te hace desconectar de los problemas y te hace reconectar con ese "yo" perdido.
Muchos me dicen que me conformo con nada, pero es que ¡me lo pasé en grande! y hasta incluso me emocioné al final.
La recomendaría a pequeños y a mayores. Muy recomendable y la volvería a ver.
Por cierto, no salgáis corriendo del cine al terminar de verla, puesto que hay dos escenas post créditos.
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