Jimmy era popular, estaba entre los mejores de su clase y era el máximo anotador de su equipo de baloncesto. Pero todo eso cambió cuando la varicela le obligó a perderse la final del campeonato.
Después, las cosas fueron de mal en peor cuando contrajo neumonía y faltó aún más al colegio. Antes de que Jimmy se diera cuenta, sus notas se hundían y nada parecía ir bien.
¿Cómo podría Jimmy cambiar las cosas y tal vez incluso tener una cita con la chica más guapa y lista?
· Traducción de Antonio Jiménez Morato.
Jimmy Gownley comenzó a escribir y dibujar cómics cuando tenía quince años y actualmente se dedica a ello de manera profesional con gran éxito. En ¡La idea más tonta del mundo! nos habla de aquellos inicios, durante su adolescencia en el pequeño y modesto pueblo de Pensilvania donde se crio.
Aunque la trama principal se centra en esos primeros pasos del joven Jimmy como escritor y dibujante de cómics, no se limita solo a eso, sino que se abre para abarcar, mostrar y defender el valor literario del cómic y la novela gráfica, muchas veces despreciados de manera totalmente injusta como un «género menor».
Nuestro protagonista es un apasionado de los cómics y,
durante la primera parte de la novela, cuando se nos presenta como ávido
lector, se esfuerza por romper prejuicios, explicando que los cómics son una forma
de literatura totalmente válida y dejando constancia de la gran variedad de temáticas,
personajes, estilos, mensajes, etc. que podemos encontrar en forma de viñeta.
Cuando pasa de lector a autor, Jimmy encarna las dudas, el
bloqueo ante la página en blanco, la falta de confianza, la esperanza, las
primeras decepciones, los primeros éxitos, la ilusión, las frustraciones… Todo
eso que cualquiera que alguna vez haya emprendido un proyecto artístico de cualquier
tipo segurísimo que puede reconocer.
Pero como Jimmy es un adolescente, no todo es trabajar en
sus cómics. La novela también aborda los cambios y complicaciones típicos de la
adolescencia: la presión por hacer bien las cosas, la importancia de la
amistad, el primer amor, los cambios de humor, el miedo a defraudar… y la
importancia capital que tiene estar rodeado por personas que te quieren, que te
apoyan de manera incondicional y que saben cómo mantenerte con los pies en la
tierra en caso de te pongas un poco tonto.
El dibujo, con trazos muy definidos, da sensación de
dinamismo, como si realmente tuviera movimiento, añadiendo aún más ritmo y
energía a la narración. Además, me ha gustado el detalle de cómo la saturación
del color acompaña en diversas ocasiones al estado de ánimo del protagonista: marrones
casi grises en los momentos de más desesperanza; o cargados de intensidad en las
escenas más apasionadas o de más tensión.
¡La idea más tonta del mundo! ha sido una lectura muy
entretenida, divertida y muy completa, que desprende amor por los cómics y por
el arte en cada página. Cuando leí la sinopsis de esta novela gráfica supuse
que me iba a gustar, pero no podía imaginar que la iba a disfrutar tantísimo.
Me lo he pasado muy bien leyéndola, me he reído en algunas ocasiones e incluso
me he sentido identificada en varios momentos.
Muy recomendable para lectores que empiezan a interesarse
por la novela gráfica, para escritores de cómic en ciernes o para cualquiera
que quiera pasárselo bien acompañando a este adolescente mientras descubre
cómo perseguir su vocación y nos convence para amar todavía más la literatura en forma de viñetas.
Comentarios
Publicar un comentario
La nueva politica de privacidad donde encontrarás información acerca de comentarios, entradas...https://blog.paseandoamisscultura.com/2010/09/Contactme.html