Es fascinante que un cuerpo sin pelo, fruto de un artefacto social como la depilación, se considere una muestra de feminidad innata. Sería lógico que el vello corporal, que separa la niña de la mujer, se considerase intrínsecamente femenino, incluso sexi. En cambio, hemos llegado al punto en que es todo lo contrario. La mayoría de las mujeres de nuestra sociedad afirman que se depilan porque quieren, porque se sienten más atractivas o por motivos de higiene. En cambio, no depilarte o mostrar públicamente que no te depilas suele ser una decisión política. Este libro desmonta las ideas preconcebidas sobre las supuestas bondades de la depilación y analiza la penalización social que conlleva mostrar el pelo corporal tal y como nos nace. Con los datos en la mano, veremos que la elección no es libre y que mostrar o no mostrar el pelo corporal no es una simple opción inofensiva. ¿Qué vello estamos obligadas a erradicar si queremos ser vistas como «mujeres de verdad»? ¿Qué impacto tiene sobre nuestra salud física y mental acatar las normas sociales sobre depilación? ¿Qué pasa si no podemos? ¿Y si no queremos? Bel Olid expone con claridad y valentía no solo las contradicciones de la depilación de la mujer, sino también todo lo que conlleva de sumisión social, de obediencia a unas normas de mercado exigentes y de inseguridad personal de tantas mujeres.
Nunca había leído un libro tan pequeñito y tan cargado de
cuestiones sobre las que reflexionar.
Porque A contrapelo es un librito pequeño a
simple vista, tanto de tamaño como de grosor, pero enorme por dentro. En apenas
80 páginas, Bel Olid desgrana la compleja
construcción social en torno a la que gira la depilación femenina y nos invita
a reflexionar con ella no sólo sobre el porqué de una acción más o menos
mecanizada en la que nos vemos sumergidas desde pequeñas, sino también sobre
otros muchos elementos, conceptos, herramientas de control y creencias
extendidas que componen el modelo socialmente aceptado de feminidad y cómo
estas nos afectan desde edades cada vez más precoces, de un modo más o menos
agresivo en función de nuestra posición más o menos privilegiada y de cuántos
de esos «mínimos aceptables» cumplimos.
Lo que más me ha gustado de este pequeño ensayo es que, a
diferencia de otro tipo de textos sobre este tema, la autora no se limita a
tratar de convencer «porque sí» a las mujeres de que dejen de depilarse. En
cambio, cuenta su experiencia sin disfrazarla de sencilla o siempre agradable, se
apoya en estudios de diversas fuentes, explica de dónde fueron surgiendo y cómo
han ido evolucionado a lo largo de la historia las exigencias que la sociedad asocia
a los cuerpos de las mujeres, el gran cambio que puede suponer un pequeño gesto
y cómo ese mismo pequeño gesto puede conllevar incluso un peligro real de
sufrir violencia en determinados ambientes o situaciones.
No me gusta opinar sobre cosas de las que no estoy muy
informada, siempre prefiero leer o investigar sobre un tema antes de hablar de
él. Así que recomiendo A contrapelo a cualquier ser humano
que tenga interés en empezar a educarse sobre la construcción social de la
depilación femenina, para luego poder reflexionar y después decidir su opción
de manera consciente.
Y como siempre tengo que añadir mi toque de editora friki,
debo decir que me ha flipado la maquetación de las portadillas de los inicios
de capítulo. Hala, ya está.
Comentarios
Publicar un comentario
La nueva politica de privacidad donde encontrarás información acerca de comentarios, entradas...https://blog.paseandoamisscultura.com/2010/09/Contactme.html