Soñadora, algo tímida y de pocas palabras, Livia a menudo muestra una sonrisa. Su corazón es puro y delicado, por eso necesita cuidarlo y protegerlo, pero no siempre es fácil. De hecho, aunque tan solo es una niña, ya siente una espinita clavada en él. Le preocupa la enfermedad de su madre, una depresión que le hace estar triste y poco a poco la consume. La pequeña Livia intenta huir de esa tristeza que parece devorarlo todo a su paso, pero se siente como una mariposa con un ala de seda y otra de plomo, cuanto más intenta alzar el vuelo, más golpes se da. Livia ha aprendido demasiado joven que amar puede doler, por eso a medida que se hace mayor teme abrir su corazón. ¿Logrará con el paso de los años comprender que no podemos prescindir del amor?
Traductor: Ana Ciurans Ferrandiz
Siempre es cuestión de amor me ha gustado bastante, pero en algunos momentos sentía que la autora repetía la misma historia como en buclé, pero salvando este pequeño detalle, me ha gustado conocer a Livia y a todas las personas que giran en torno a ella, personas tan diferentes entre sí, pero con ella como nexo en común.
Una novela a través de los años, a través de distintas ciudades de Italia, a través de distintos ojos, diferentes sentimientos.
Todos buscan algo, algunos lo encuentran y otros no, otros lo tienen y lo dejan escapar...el nexo común aparte de Livia: es el amor.
Es una novela con un gran estilo narrativo, la verdad es que Susanna Casciani parece conocer cada detalle de este sentimiento tan bonito, pero tan devastador en ciertas ocasiones.
Cada capítulo es de un personaje distinto, y algunas veces parece ser que el personaje desaparece y regresa a la vida de Livia.
El amor de una hija a su madre, de una madre a su hija, de un padre, de su mejor amiga...algunos personajes los ha hecho más profundos que otros, pero es normal en una novela coral.
Me gustan los silencios de esta novela, las palabras que en silencio se quedan en la memoria o son plasmadas en otra historia.
Mis personajes favoritos han sido el librero amigo de Livia, la madre de Livia y la propia Livia, no me preguntéis el motivo, pero quizás sea porque uno es un soñador que sigue soñando, otra dejó de soñar hace tiempo y Livia...parece que se quedó...vacía o no sabe que buscar...
El paso del tiempo como un protagonista clave en la historia aunque no nos demos cuenta al principio, pero luego luego se va haciendo más evidente.
Creo que al cerrar el libro se queda como un ¡run, run! en tu cabeza constante y son los personajes y sus conversaciones, sus sueños...
Me ha conmovido en más de una ocasión, ya que es una novela muy cruda, muy directa y llena de descripciones que al principio pueden parecer odiosos, y el lector puede preguntarse ¿por qué me lo vuelve a repetir? No es a propósito, la autora nos quiere recordar como dejo a ese personaje en ese momento de su vida.
Siempre es cuestión de amor está llena de delicadeza en cada tecla que la autora nos muestra, esta llena de cuestiones de vida, de decisiones...
Creo que me ha seducido la sencillez, pero a la vez la complejidad de lo que nos quiere relatar.
Otra de las cosas a destacar es que la autora, ha querido realizar una novela generacional, y la ha salido muy bien.
No se lo que me esperaba de esta novela, pero lo que he leído y he descubierto me ha gustado. Una novela, dentro de otra novela.
También los libros son importantes, creer en tu talento, soñar y vivir, sobre todo vivir...
Es que es una novela tan compleja, como si de una tela de araña se tratase...
Repetiría con la autora, pero me gustaría verla en otra novela de distinta forma.
No termina de llamarme esta vez, y entre tanto pendiente, prefiero dejarlo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!