La creación escénica más joven toma Conde Duque con los cuatro espectáculos resultantes de Salidas de emergencia, el programa de mentorías a la creación emergente coordinado por la Compañía Grumelot que ofrece una red de seguridad a artistas noveles que dan el salto de la escuela al mundo profesional.
Después de un proceso de formación de cuatro semanas en las áreas de Producción y Distribución, Tecnologías del espectáculo, Dramaturgia, y Técnicas de ensayo y tras un periodo de ensayos con el acompañamiento de sus mentores, los colectivos Aves migratorias de Madrid, Daikiri Teatro, Producciones Kepler y ProyectoExodistas, presentan una primera versión de 30 minutos de sus trabajos, tutelados por los artistas Juan Ceacero, Carlos Tuñón, Sleepwalk Collective, Pablo Messiez y Lucas Condró.
El espectador tendrá la oportunidad de asistir, cada noche, a cuatro piezas radicalmente distintas en forma y fondo pero con un denominador común: todas ellas reflejan las inquietudes e intereses de una nueva hornada de artistas y son una muestra de la creación escénica que viene.
Ayer tuve la oportunidad de ver cuatro piezas totalmente opuestas, pero con un gran nexo en común el hacernos pensar, el hacernos preguntas incomodas, el sacarnos de nuestra zona de confort...etc
El teatro en su máximo esplendor, pero rodeado de otras artes escénicas como es la: danza, la música, la improvisación, la mímica..etc
Cuatro piezas que te sumergen en distintas realidades y ficciones, pero cuando salgas del teatro lo harás de distinta manera o forma de como has entrado.
Las aves Migratorias de Madrid me sorprendieron gratamente por el planteamiento tan interesante que mostraron.
El documental visual y la manera en la que esta planteado va ganando al público lentamente. Las canciones que han elegido para esta muestra son pegadizas y al final te das cuenta del motivo de dicha elección. Lo que vamos escuchando, conociendo y lo que se nos plantea respecto a este evento deportivo de 1999 en Sevilla, las vallas de Ceuta y Melilla entre otras cosas son piezas que no sabes como van encajar y lentamente hacen "click".
Me gustó mucho la entrada en escena, esa luz y como poco a poco van apareciendo uno a uno en escena.
Ese juego inocente con las pértigas, pero que luego tiene un significado, esas locuciones que se escuchan y te incomodan o te plantean preguntas incomodas...
Es un “mockumentary” ágil como el vuelo de un águila y muy llamativo.
Millenial Summer de Daikiri Teatro me dejó totalmente asombrada. ¡Menudo planteamiento! tanto si te quedas en tu butaca, como si decides salir al escenario (no diré para que) estarás constantemente mirando hacia todos los lados y pensando ¿qué ocurre en esa tienda de campaña? ¿en la otra? ¿y en la grande? mientras recorres con tu mirada las preguntas que te lanza la compañía y que se van proyectando lentamente frente a ti.
Tengo mucha curiosidad por conocer como es el resultado final del Millenial Summer.
Creo que cuando terminó, me arrepentí de no vivir, de no haber bajado, de no haber saltado...
Hace preguntas directas, sin tapujos. Me gusto mucho lo que quieren realizar y lo que quieren mostrar al público.
Después de pensar y pensar en lo que Aves Migratorias de Madrid nos decían y contaban, Daikiri Teatro me pusieron la cabeza loca (en el buen sentido).
El siguiente grupo de artistas fue Oboedescere del ProyectoExodistas aquí la mímica, las metáforas y el observar continuamente a todo el elenco es algo esencial.
Esta obra va de la risa a la seriedad en una sola mirada, también hay cosas que creo que se me escaparon, pero porque estaba maravillada por las texturas y las distintas capas de este espectáculo.
Al igual que el resto de obras todos los detalles son importantes, pero la escenografía de Oboedescere me llamó poderosamente la atención, como si una poesía tomase forma en vivo y en directo.
Creo que es una obra para ir a verla varias veces e unir esos pedazos, esos sonidos, esa canción que suena de fondo...etc
Alaejos, pocos y lejos de Producciones Kepler simplemente me enamoraron. Tenía muchas ganas de ver esta pieza, esta punta del iceberg y no solamente me sorprendieron, me hicieron emocionarme hasta limites insospechados.
Las vivencias de generaciones pasadas vinieron hacia mí como un tren de vapor del que no sabes hacia donde va, ni hacia donde viene.
Una obra de teatro fascinante, donde presente y pasado se dan la mano desde una finísima linea de separación.
Cuatro jóvenes valientes con un espectáculo que te deja sin palabras, te acongoja y que te hace salir y empezar a preguntar.
En Alaejos, pocos y lejos el lado bueno y malo del ser humano aparece con crudeza, sin medias tintas.
También aparecen momentos tiernos que harán que esboces una tímida sorpresa.
Los cuatro componentes de Producciones Kepler serán los encargados de llevarte de la mano por el pasado, por la vida de sus abuelos, abuelas y familiares.
Un viaje con billete de regreso, pero que es necesario que no caduque.
No es un delito querer saber, conocer. Para que no caiga en el olvido no debemos de callar o de no hacer las preguntas adecuadas.
Otra cosa maravillosa de Alaejos, pocos y lejos es la escenografía tan bien cuidada, tan vintage, tan de antaño.
Un recorrido por la memoria más cercana, no tan lejana, pero con una obra para ver, vivir y sentir con los cinco sentidos.
Creo que la han sabido dar una sensibilidad única y mágica.
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