Cosquillo y Picorina son piojos. Siempre han querido ser descubridores de mundos peludos y exploradores de cueros cabelludos, como su madre. Sin embargo, sus padres no los dejan salir del baúl de disfraces donde viven, en el fondo de una clase de primaria.¿TE PICA LA CURIOSIDAD?
En el fondo de una clase de primaria de un colegio cualquiera hay un baúl llenito de disfraces. Hay de todo, pero lo mejor es un sombrero grande de explorador. Y ahí precisamente es donde vive toda una familia de piojos. Mamá Piojo es exploradora; cada mañana sale del baúl a investigar cabezas y siempre regresa con algún hallazgo interesante. Mientras tanto, Papá Piojo se queda al cuidado del bebé y los dos hermanos mayores asisten atentos a las explicaciones de la profesora humana. Pero Cosquillo y Picorina ya se siente lo suficiente mayores para salir a explorar como su madre, sobre todo cuando una niña llega nueva a la clase y resulta que tiene el pelo más bonito que han visto en sus vidas de piojo. A partir de ese momento, se verán envueltos en una aventura que los conducirá al mundo exterior y en la que tendrán que huir de sus peores enemigos (peines y tijeras), mientras ayudan a la niña a hacer nuevos amigos.
Los protas son dos piojillos
ocurrentes y locuelos. Son hermanos. Y ya sabemos lo que pasa con los hermanos,
claro, que a veces se pelean y a veces uno arrastra al otro a una insensatez
peligrosa y a veces también cuidan uno del otro porque en el fondo se quieren
mucho.
Geòrgia Costa y Fernando
Alcalá nos traen esta vez una lectura entretenida y muy divertida para los
más peques de la casa. Además, la edición es muy atractiva, pues aparte de
llevar una letra grande para facilitar la lectura, está llena de ilustraciones
tiernas y simpáticas, hechas por Daniel
Romero.
Una aventura peluda es el
primer tomo de la colección Ojo, piojo, protagonizada por dos
bichillos diminutos que están empezando a conocer el mundo que se extiende
fuera de los límites de su baúl de disfraces. Yo me lo he pasado muy bien
leyéndolo. Y estoy segura de que los peques van a disfrutar un montón conociendo
a estos dos trastos.
Ah y, por cierto… esto lo voy a
decir muy bajito no vaya a ser que alguien me riña, pero… las ilustraciones tan
grandotas y el papel gordito de las páginas son perfectos para ir coloreando a
la vez que se lee la historia. Yo no he podido resistirme, pero no vayáis a
contarlo por ahí :P
¡Qué preciosura! Me lo anoto porque estoy segura de que mis sobrinos lo disfrutarían.
ResponderEliminarBesos =)
¡Hola! Pues no lo veo para mí pero me parece muy chulo. Un besote :)
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