- El cortometraje “El fotoviaje de Carla” nos traslada a 1984 y el Super 8mm aparte de la protagonista es un personaje más de este corto ¿Cómo sería regresar al Super 8mm en las películas, series? ¿Crees que nos estamos volviendo nostálgicos respecto a las cosas que poco a poco se van desvaneciendo?
Estamos en la cresta de la ola de la nostalgia, hace ya unos años que los 80 volvieron y ahora están por todas partes. Me parece un ciclo natural de las cosas. Incluso te diría que se ha transformado en un género en sí mismo. Los iconos de la cultura pop ya se usan como una herramienta más de lenguaje en el cine. Es evidente que hay bastante demanda, los que éramos niños ahora somos adultos y queremos revivirlo y los que ahora son niños tienen un mundo nuevo por descubrir en el ‘cine ochentero’. Lo bueno de todo esto es que hace que cosas como el super8mm o las cintas de casete no se extingan , e incluso las marcas pertinentes vuelven a sacar al mercado nuevos productos que ya no pansaban comercializar. Creo que en el cine actual hay un resurgimiento de lo analógico, ahora por ejemplo, es muy normal ver en una serie un flashback y darse cuenta de que está rodado en Super8mm. O por ejemplo en los videoclips se usa mucho la convivencia de lo digital con el analógico. Es el uso del formato como lenguaje.
¿En qué película que admires te gustaría quedarte atrapado ?
Gracias a tu pregunta me acabo de dar cuenta de que la mayoría de películas que admiro no son precisamente un lugar bonito donde quedarse. Pero haciendo un ejercicio de valentía, y si me permites una película/serie, no me importaría vivir una temporada en ‘Twin Peaks’ y ayudar al Agente Cooper a resolver el caso.
- Mientras veía el corto me ha recordado un instante a la película “The Witches” o “La maldición de las brujas” donde las niñas quedaban atrapadas en cuadros por arte de “magia” y el paisaje que encontramos en este corto me ha parecido mágico y evocador ¿Tenías pensado desde un primer momento el lugar tan increíble donde rodarías el corto?
Cuando estaba escribiendo el guión no sabía donde iba rodarlo. Comencé a llamar al lugar ‘El Gran Lago’ y me imaginaba que en él habría un pequeño muelle. Cual fue mi grata sorpresa cuando descubrí el Bosque Finlandés de Rascafría (Madrid). Tuve mucha suerte, es un lugar muy bonito y parece que me lo pusieron delante para rodar el corto.
¿Si pudieses ser un dibujo de Carla dentro de este corto...¿Cuál serías?
Algún dibujo que le hiciera reír. Por ejemplo un dibujo de su perro ¡seguro que le echaría de menos! Y por supuesto, tendría que estar dibujado por Pablo Miró, el animador del corto.
- Si estuvieses como Carla dentro de una película y vieses que esta se iba a terminar y no sabes que pasaría después ¿Qué es lo último que harías?
Depende de cómo me sintiera pero seguramente me dejaría llevar. El fotoviaje representa un refugio, un lugar donde escaparías para encontrarte contigo mismo y reflexionar.
- Los planos que utilizas en “El fotoviaje de Carla” ¿los pensaste desde el principio o surgieron según se rodaba?
El corto es absolutamente fiel al guión, plano a plano. La narrativa del cortometraje tiene bastante complejidad y era necesario cerrar muy bien la historia sobre el papel para que todo tuviera sentido. Suelo improvisar en mis rodajes pero en este caso ha sido todo lo contrario.
- ¿Cómo sería el mundo si tuviésemos la oportunidad de viajar al pasado para huir de algo del propio presente y pudiésemos crear nuestro propio “fotoviaje”?
Pues creo que habrían muchos “fotoviajeros”. Lo bueno de esto es que muchos de ellos, gracias a su fotoviaje, volverían a la realidad con sus traumas superados. Lo malo, es que muchos quedarían atrapados por siempre en sus recuerdos ¿Te imaginas? Familias enteras conviviendo con un ser querido atrapado en un video casero, observándolo cada día, esperando a que regrese o a que no vuelva a desaparecer.
- Si este cortometraje fuese: un sonido, un recuerdo de la realización del mismo y un color...¿Cuál sería?
Si fuese un sonido, indudablemente sería el ruido de un proyector de super8mm.
Como recuerdo de la realización, destacaría la dinámica de trabajo en el rodaje. El cortometraje es una sucesión de planos que se repite una y otra vez, por lo teníamos que rodar el mismo plano varias veces, con el mismo movimiento de cámara, pero distinta línea narrativa. En un principio parecía complejo, pero todo fluyó a la perfección, tuve la suerte de rodearme de un equipo maravilloso y fue muy fácil trabajar con los actores Rebeca Sala y Darío Paso, grandes profesionales.
Si fuese un color sería el amarillo que hay en el poster del corto. Tengo cierto grado de sinestesia y la excelente música que Carla F. Benedicto compuso está llena de ese amarillo.
- ¿Quisieras añadir algo más a esta entrevista?
Agradeceros vuestro interés por el cortometraje. El inconveniente de hacer cine es que es una de las disciplinas artísticas más caras y muchas veces tenemos que escribir las historias con ciertos límites para poder filmarlas en un futuro. En el caso de ‘El fotoviaje de Carla’, intenté contar una historia pequeña sabiendo que podía hacerla realidad con los medios que tenía. Creo firmemente en el cine independiente (el muy independiente), y en la gente que no puede esperar tanto tiempo para hacer un proyecto y se tira a la piscina. Por todo esto, no puedo estar más agradecido por la nominación en los Blogos de Oro ¡Viva el cine independiente!
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