OPINIÓN DE LA SOCIEDAD LITERARIA Y EL PASTEL DE PIEL DE PATATA DE MIKE NEWELL

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Desde que se anunció el estreno de La sociedad literaria y el pastel de piel de patata, fueron varias personas las que me dijeron que se habían acordado de mí al ver el cartel y que tenía que verla porque seguro que me gustaba. La verdad es que tenía casi todos los ingredientes que suelo pedir a la vida: libros, escritura y Gran Bretaña. Y todos acertaron con sus recomendaciones, porque me gustó muchísimo. Solo Alan Rickman la podría haber mejorado…

La historia mezcla dos tramas que en principio son independientes, pero que, irremediablemente, acaban cruzándose para convertirse en una.

Por un lado nos encontramos con un grupo de personas, habitantes de la isla de Guernsey, que durante la ocupación alemana se vieron obligados a fundar un club de lectura improvisado. El objetivo único de esta sociedad era ocultar una cena prohibida a base de cerdo asado, pastel de piel de patatas y unas cuantas copas de más. Pero gracias a esta pícara trampa contra los nazis, este grupo acaba aprendiendo el poder que pueden tener las historias que ocultan las páginas de cualquier libro.

Por otro lado, tenemos a Juliet Ashton (Lily James), una joven escritora londinense. Tras el final de la guerra, cuando parece que la ciudad empieza por fin a levantar la cabeza, Juliet se encuentra en medio de la promoción de su último libro. Además, está un tanto falta de inspiración y un poco frustrada por haber sido encasillada en un único tipo de narrativa. Un día, Juliet recibe una carta de un desconocido (Michiel Huisman), en la que le habla de La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey. Este club despierta de inmediato el interés de la escritora y no duda ni un instante en dejar de lado durante unos días sus compromisos para asistir a una de las reuniones literarias. Sin embargo, tras conocer a todos los participantes y su historia, Juliet no solo encontrará por fin la inspiración para su siguiente trabajo, sino también el camino para continuar su vida.

Dirigida por Mike Newell, el film tiene esa aura que rodea a las películas británicas de drama romántico. Si os gustan ese tipo de películas, disfrutareis con los escenarios, los vestuarios y los personajes, que cargan sobre sus hombros con sus historias propias. La trama en sí no tiene mucho misterio, porque enseguida se sabe cómo va a terminar la cosa; esta es más bien una película para disfrutar del «camino» y no así tanto del «fin».

Como escritora, lo que más me gustó fue ver reflejada toda la parte de Juliet planificando y escribiendo: el proceso de documentación, la frustración por no estar satisfecha con el resultado, la llegada de la inspiración, los bloqueos, las dudas sobre sus capacidades… Además, toda la historia es una oda a la literatura, a cómo un libro puede cambiar la vida de una persona, ya sea su autor o un lector.

La película está basada en la novela epistolar con el mismo título, escrita por Mary Ann Shaffer y publicada en España por Salamandra.

—Opinión de Inés Díaz Arriero—