Opinión de Ding Dong dirigido por Gabriel Olivares

Los personajes enredadores, mentirosos, esposas burlonas, viejos amigos, mujeriegos incorregibles, maridos engañados… en definitiva, los personajes y situaciones clásicas de la comedia de enredo son revisitados en esta versión de Ding Dong, que ofrece un texto rejuvenecido y puesto al día como homenaje a la cultura francesa: de las “escenas galantes” de Fragonard al encanto de las terrazas parisinas de Renoir, del vodevil a la pantomima, del cine musical de Maurice Chevalier o Jacques Demy a las imágenes icónicas francesas, en una propuesta escénica festiva, gozosa.

Ding dong dirigida por Gabriel Olivares es una obra de teatro cautivadora, emocionante, es un viaje en el tiempo a un París encantador, a un París lleno de vida que aunque queda lejos gracias al equipo de Ding Dong nos lo acerca y que de manera tan perfecta.

Esta comedia de enredos está muy bien hilada y es que cuando se presenta toda la trama piensas ¿Cómo terminará realmente? ¿Podrá resolverse todo bien? y la verdad es que no se da puntada con hilo.

Con un abanico de personajes de lo más variopinto Ding dong es puro arte, como va de delante hacia atrás, como los personajes van presentándose poco a poco, como nos van haciendo entrar al espectador en el ambiente parisino lentamente.

Parte de la obra y como algo importante en ella es la escenografía, sorprende a simple vista pero cuando empiece a ocurrir todas las tramas y subtramas descubriréis que ha sido un acierto muy loco, muy original, una apuesta arriesgada pero que cuaja a la perfección y es como un camaleón y un personaje inanimado más pero perfecto para esta obra.

Hablando de personajes y de actores, es que todos están soberbios y maravillosos, no destaca ninguno sobre nadie, todos están en una armonía perfecta pese a sus idas y venidas, aventuras y desventuras...

Esta comedia de enredos tiene un humor sano, un humor ácido pero genial....de los que empiezas con una simple sonrisa para terminar riéndote de verdad.

En Ding Dong la forma de hablar de los actores/actrices es tan del pasado pero llevado a la actualidad que es una delicia...es algo que me ha gustado porque a veces hay cosas que se escapan pero es que en esta obra todo esta perfecto.

El vestuario es otro de los grandes aliados de la obra.

Aunque lo más sorprendente es como algunos de los actores/actrices se meten en varios roles sin pestañear, además que roles completamente opuestos unos de otros y te los crees, como espectador ni pestañeas parece que la obra está llena de más actores/actrices de los que son realmente.

Me ha gustado conocer una obra de un autor francés de una época pasada, una obra donde la burguesía se mezcla con los trabajadores y otros personajes.

Galanes, truhanes....guerra de sexo....no es una comedia de enredo cualquiera y al uso, es un relato divertido, picante y muy bien adaptado.