Han pasado diez años desde que Nicolette abandonó su ciudad natal después de que Corinne, su mejor amiga, desapareciese sin dejar rastro. Nicolette regresa a casa para cuidar de su padre enfermo, pero pronto se ve inmersa en un terrible drama. Todas las personas relacionadas con la desaparición de Corinee siguen con sus vidas en Cooley Ridge: el hermano de Nic, Daniel, a punto de ser padre; el antiguo novio de Corinne que trabaja en el bar del pueblo; y Tyler exnovio de Nic y pareja actual de Annaleise que fue la coartada que exculpo al grupo de amigos la noche de la primera desaparición. Pero ahora es justo Annaleise la desaparecida. Durante las dos semanas que siguen –la historia se nos explica desde el día 15 al día 1, en una ciudad donde nadie es lo que parece, ni familiares y amigos.
Necesitaba un libro como el de la ciudad de las mujeres desaparecidas, de esos que te enganchan y no te sueltan, de esos en los que parece ser que conoces todo y a la vez te das cuenta de que no sabes nada de nada.
Quería leer un libro en donde los personajes del pasado se encontrasen en el presente, donde los secretos fuesen aflorando lentamente y esta historia me ha dado eso y mucho más.
El estilo de Megan Miranda, a la hora de narrar los hechos, sucesos o como queráis llamarlo es sublime, es directo como un disparo, como una patada en el estomago.
A su vez cuando nos adentramos en Cooley Ridge, sentimos como si David Lynch, se hubiese apoderado de la pluma de Megan Miranda.
La ambientación me ha parecido fascinante, esas descripciones que hace la autora del bosque, de las cuevas, incluso una feria normal y corriente llega a ser o a tornarse terrorífica de algún modo, pero esa fascinación o esa forma de mirar a este pueblo de las montañas en el que parece que el tiempo se detuvo, en el que la gente parece quererse ir, pero no se va nunca...
Los personajes es otro de los puntos claves de este libro, todos con dos caras, todos con secretos que esconder, todos como si esperasen que saliese algún monstruo del bosque, aunque de hecho, esa metáfora que tanto alude la autora, se te queda en la mente y de tantas veces que lo dice, crees que de alguna manera o en algún momento ese monstruo va a salir de la nada, hasta que te das cuenta de porque lo dice.
El pasado en esta novela es un personaje más, nunca pensé que lo diría, pero este tiempo que parece quedar tan lejos,diez años atrás, es el responsable de lo que ocurre ahora mismo en Cooley Ridge, pero también parece ser el punto de inflexión para Nic.
Este pasado, el cual persigue a todos los personajes de alguna forma u otra, lo que hace realmente con el lector es que esté atento/a ante cualquier frase, palabra o sonido, todo parece que se vuelve importante.
Las decisiones que se tomaron en el pasado a su vez es otro punto vital en esta ciudad, en la que aparentemente todo tiene relación pero el lector no se da cuenta de ello hasta que llega a ese día "cero".
La autora ha sido sumamente inteligente cuando ha querido contar las cosas "un día antes", "un día antes"....con esta formula se ha asegurado que el lector/a quiera llegar a ese momento cero, al instante en el que todo se destapa y de ahí sigue hacia delante.
Para ser el primer libro que he podido leer de Megan Miranda, todo me ha gustado y me ha enganchado muy facilmente.
Quizás sea su estilo, la historia,la narración o todo el conjunto, pero sabe como llevarse al lector a su terreno.
Lo tengo apuntado ya de otra reseña, la verdad es que pinta genial =)
ResponderEliminarBesotes
No conocíamos el libro pero, madre mía, ¡has hecho que tengamos muchísimas ganas de leerlo!
ResponderEliminarSaludos :)