Leo llega de madrugada y borracho al piso de Max. Ambos son amigos de la infancia, de su época de boyscouts… Leo pasa la noche en casa de su amigo, y es a la mañana siguiente cuando, avergonzado y desesperado, le pide un favor: que sea su terapeuta durante una semana, justo el tiempo que le ha dado su pareja para encontrar una respuesta a su presunta crisis. Pero Leo no sabe que Max está atravesando también una crisis existencial enorme: hace relativamente poco se separó de su mujer y tuvo que ir a terapia para superarlo. No funcionó, y ahora está en una fase de búsqueda del equilibrio espiritual mediante ejercicios de meditación y silencio. La llegada de Leo trastoca sus planes y provoca enfrentamientos entre los dos. Y además hay un tercero en discordia: Joni, hermano de Max y amigo también de Leo, que es presentador de un programa televisivo, un talk show de mucho éxito, y que padece un enorme problema de concentración y egoísmo. Ninguno quiere darse cuenta de sus verdaderos problemas, ninguno sabe cómo ayudarse entre sí, ninguno quiero afrontar sus miserias. Por eso los tres, desde la convivencia forzada y torpe, llegarán a situaciones inverosímiles y cómicas con el fin de sacar adelante sus caóticas vidas. No es la crisis de los treinta o de los cuarenta lo que provoca el estrés en un hombre, son sus propias circunstancias y su entorno diario, que hacen que no vea lo que para muchos está claro: no quiere afrontar sus problemas.
Diré que es una obra que brilla por todo pero si tengo que decir el motivo por el que es imprescindible ir al Teatro Lara a verla es por el trio de actores tan sensacionales que componen esta historia.
Un rompecabezas con tres piezas principales que nos cambiarán la vida en la hora y media que hora la obra.
Max, Leo y Joni son tan diferentes entre si que llaman la atención cada uno de manera individual pero sin el resto del elenco Pánico no sería lo mismo.
Está llena de momentos divertidos con los que os lo pasaréis bomba pero luego habrá momentos más tensos con los que os haréis preguntas tales como ¿Por qué solo estamos pendientes de nosotros y no de lo que le ocurrir al de al lado? ¿Por qué nuestros problemas son los únicos que importan? ¿Por qué nos cuesta abrirnos con amigos?
Cuando conocemos a Leo, él nos muestra su forma de ser, su problema, y sentimos lastima por él, queremos saber el desenlace de su historia pero también, yo como espectadora me moría por conocer más en profundidad a Max, porque es de esos personajes que intuimos que le pasa más de lo que cuenta, que es una fachada y que dentro de si, guarda muchos miedos e inseguridades pero desconocemos el motivo por el que solo es apariencia.
Y el tercero en discordia es Joni, este personaje muestra dos caras, el de chulo y prepotente y que no le importa nada, para más tarde sufrir un cambio enorme y enseñarnos que es humano y que los sentimientos están ahí aunque no quiera mostrarlos.
El cascarón puede tardarse en romper pero al final todo lo que guardas dentro siempre sale a la luz, y en Pánico aunque de manera velada lo haga en forma de ayuda o en intento (Max intenta guiar a Leo) y entre carcajadas por parte del público, la cosa es seria y deberéis leer entre lineas y de esto te das cuenta solamente cuando piensas en frío en lo que te ha parecido Pánico.
Me gustan las obras de teatro que no me dejan indiferente y está lo cumple con creces, no sales igual que has entrado, sales de Pánico con más ganas de escuchar a los demás y no solo a ti mismo, sales con ganas de ver "Hable con ella" y hasta ahí lo dejo, el motivo lo tendréis que descubrir vosotros.
No os voy a desvelar mucho más porque os invito a que vayáis y os maravilléis como yo y os dejéis llevar, no quiero terminar sin comentar que chapeau por esa escenografía tan original y a la vez tan sofisticada, da una sensación de amplitud y todos los rincones son esenciales, es algo que llama la atención nada más entrar en la sala del Teatro Lara.
Yo que vosotros no me perdería a Guillermo Ortega, Felipe Andrés y Mon Ceballos porque los tres están sublimes y porque es una obra de teatro que no decae, que el ritmo ágil se mantiene de inicio a fin.
Por obras de teatro como estas, soy una enamorada de este octavo arte.
Si me pillara más cerquita iba seguro.
ResponderEliminarBesotes!!!