Un escritor famoso a punto de casarse recorre Estados Unidos para reunirse con cinco mujeres de su pasado con el pretexto de “arreglar las cosas”: la novia del instituto a la que no llevó al baile, la amante que nunca llegó a ser más que el segundo plato, la mujer casada a la que abandonó al ser descubiertos, la chica a la que siempre se arrepintió de haber dejado y la hermana pequeña de su mejor amigo de la infancia. Todas quieren algo de él, pero él tiene intenciones muy distintas… Ella(s) es una de las últimas obras de Neil LaBute, el gran provocador del teatro americano. Muy al estilo LaBute, este es un retrato del artista como seductor, a ratos desternillante y a ratos tremendamente serio, que pone un foco honesto y a la vez divertido, en un (¿típico?) espécimen treintañero masculino mientras recorre el corazón de las tinieblas, que es él mismo.
Cuando una obra de teatro, una película o un libro me entusiasman o me han parecido geniales, me es dificil hacer una opinión, lo digo porque me quedo con la sensación de quedarme siempre corta, y con Ella(s) me ha pasado igual.
Con esta producción tengo que confesar que entré con un estado de ánimo distinto al que salí, creo que conforme se va transformando o va cambiando su forma de ser el protagonista, el espectador se embarca de algún modo en dicho cambio, también de algún modo le va cambiando o como pensé nada más terminar de verla, el interruptor que tenemos apagado, se enciende como la luz de una lampara en la habitación de un hotel cualquier, y se enciende para que te den ganas de hacer locuras como las que hace el protagonista, enfrentarse a Sam, Tyler,Lindsay e Bobby.
Eva Almaya, Marta Belmonte, Liz Lobato, Aída de la Cruz son las encargadas de dar vida a estas cuatro mujeres muy distintas entre sí, tan diferentes como la noche y el día,pero es que según se van presentando, notas como cada de ellas aporta una visión de el protagonista bastante similar,(sobre todo en el tema de salir corriendo) pero lo que realmente me llamó la atención, a mí particularmente como espectadora es como Sam, Tyler,Lindsay e Bobby son mujeres totalmente opuestas unas a otras, y conforme el personaje de Jesús Sarmiento va retomando el contacto con ellas, ese cascarón o esa fachada de chulo y prepotente que tiene él se va resquebrajándose, y también tienes la percepción de que este escritor es difícil de olvidar, sobre todo si es cobarde en temas del amor.
Ella(s) pretende cerrar heridas y empezar desde cero, pretende sacudir a fantasmas del pasado, poner las cartas encima de la mesa, empieza con un simple te quería ver y termina removiendo sentimientos pero no de manera dramática o siendo repetitivo, para nada, es una obra ingeniosa, inteligente, divertida, original, lleva de momentos intensos pero también de momentos en los que te sale la carcajada sin ser forzada, simplemente porque no solo lo estás pasando bien, sino porque la disfrutas de principio a fin y me quedo con Ella(s).
Me ha fascinado la manera en la que una habitación puede dar tanto juego y como puede ser una aliada perfecta para dar vida a esta obra de teatro que está ejecutada de manera magistral por todo el elenco, ninguno sobresale sobre otro, te puede gustar más un personaje u otro, pero es que he visto como se van empastando unos personajes a otros de manera impecable.
Una maravillosa sorpresa la que me he llevado con Ella(s) y me encantaría volverla a ver. (Y me encantaría volver a escuchar la banda sonora tan especial que acompaña a esta obra).
-Agradecimientos a Marta
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