- Antes que nada, agradecerte que me hayas concedido esta entrevista para conocerte mejor a ti y a tu novela.
Gracias a vos por leer
mi novela y por querer entrevistarme.
- ¿Qué te animó a escoger un tema tan poco común y recurrente en la literatura? (la dependencia, personas mayores)
Voy a empezar diciendo
que las ideas para novelas (al menos en mi caso) pueden surgir de
cualquier lado, desde una palabra que alguien diga y que me marque, o
de algo que vi en algún lado. Dicen que los escritores suelen “ver”
historias en todo lo que tienen a su alrededor, y yo digo que así
es, aunque no quiera decir que de todas podamos sacar una novela,
jeje.
Un perfecto milagro
surgió de una charla que mantuve con una amiga, Alejandra, y a quien
le dedico el libro. Estábamos hablando sobre su padre y lo difícil
que le es conseguir a una persona con la paciencia y tesón para que
estuviera con él. Un lucecita se encendió en ese momento en mi
cabeza junto a una imagen muy clara de una mujer y un hombre que
discutían frente al padre de este. De ahí surgió toda la historia.
- ¿En qué barrio de Buenos Aires ubicarías a tu novela? ¿Qué te aportó ubicarla en tu país y no en el extranjero?
Diría que está
ambientada entre la ciudad de Buenos Aires (lo que nosotros llamamos
Capital Federal, más específicamente, el barrio de Flores) y el
Gran Buenos Aires (acá lo ubicaría en Villa Ballester, partido de
General San Martín). Son dos zonas que forman parte de mi vida.
Mariano vive en un edificio, mientras que Milagros lo hace en una
casa (que era de sus padres).
Ubicarla en mi país no
sé si me aportó algo, solo lo quise hacer así por ubicarla en
algún lugar. Esta historia bien podría pasar en cualquier parte del
mundo.
- ¿Cuál crees que son las manías de los señores mayores? (las más usuales) ¿ Te has fijado en alguien para dar vida a Milagros y al resto de protagonistas?
Pues, no sabría
decirte alguna. Creo que cada uno lleva, como se suele decir, su
propia cruz sobre los hombros, y de allí que sean unos más
quisquillosos que otros.
Respecto a si me he
fijado en alguien para dar vida a los personajes, digo que no,
simplemente, surgieron solos, con sus caracteres y orgullos. Si
hablamos de “ponerles cara”, aunque no soy de hacerlo, reconozco
que para Mariano sí me basé en alguien: en uno de mis primos, pero
solo en el aspecto físico. Y Pedro es un poco la suma del padre de
mi amiga y mi abuelo materno (q.e.p.d.), el único que conocí. Y el
resto de personajes son solo esos “extras necesarios” para
complementar la historia.
- ¿Eres de las que coge notas de todo y luego las ordenas?
Definitivamente, no.
Soy muy desorganizada cuando de escribir se trata. Surge una idea en
mi cabeza y da vueltas allí sin parar hasta que me detengo a
prestarle atención. Pienso si es viable, si tiene alguna
posibilidad, y entonces, de ser así, la apunto, lo que no quiere
decir que sea lo próximo que vaya a escribir.
- ¿Por qué, aunque tengamos referencias de la valía de la persona, somos de los que juzgamos por el físico? (antes de juzgar por el trabajo)
Creo que esto se debe a
lo estereotipado que está todo hoy en día. En mi opinión, la
publicidad, en todas sus formas, es, en gran medida, lo que nos lleva
a ello. Nos solemos guiar por lo primero que vemos, y la mente,
inevitablemente, tiende a juzgar sin pensar. Si una persona es
menuda, creeremos que no tendrá la fuerza suficiente para hacer tal
o cual cosa; si otra es grande y fuerte, diremos lo contrario. Y así
con todo. Y de esta forma no nos damos cuenta del daño que podemos
causar. Cuando alguien dice: «esa chica es preciosa» o «qué guapo
es ese chico», yo me pregunto qué le queda al resto, porque por muy
lindo que se sea por fuera, el interior puede no serlo, y viceversa.
Hay que ver más allá de las apariencias, cosa que no se suele hacer
muy a menudo. Por otro lado, creo que juzgar es también una forma de
no ver nuestros propios defectos. Es más fácil hablar de los demás
que de nosotros mismos.
- ¿Qué cosas son las que más cuestan a los mayores adaptarse respecto a los jóvenes?
En primer lugar, y a
como estamos hoy en día, debo decir que la tecnología. Muchos
aparatos que para los jóvenes son cosa de todos los días, para los
mayores pueden resultar traumáticos. Por otro lado, temas como la
homosexualidad, el tener relaciones antes de casarse, entre tantos
otros, pueden ser cuestiones controversiales para ellos, puesto que
vivieron y fueron criados de otra manera. Aclaro, no pongo a todos en
la misma bolsa, habrán los que se adapten y los que no.
- ¿Cómo vencerías al orgullo?
No hay mejor arma que
el amor para vencer todo, aunque admito que puede no ser fácil. Lo
importante es no bajar los brazos y seguir luchando.
- ¿Es complicado escribir una novela a dos voces? (femenino y masculino)
En mi caso, te digo que
no. Me sería más complicado escribirla a una sola voz, porque
tiendo a querer poner todo lo que los personajes quieren expresar. Es
también una forma de dar a conocer al lector lo que piensan y
sienten cada uno de los protagonistas y todo lo que tengan a su
alrededor.
- ¿Cómo te sientes al saber que tu novela se esta leyendo más allá del charco? ¿Qué temores te suscita?
La verdad es que bien,
pues empecé compartiendo lo que escribía justamente en un foro de
vuestro lado del charco. Mis primeras lectoras fueron, en su gran
mayoría, españolas. Y el recibimiento fue muy cariñoso. Sin
embargo, también reconozco que me enoja un poco el hecho de que, en
algunos casos, haya quienes expresen: «me chirrían ciertas palabras
o frases que usó la autora», como si el español que utilizo fuera
otro idioma. Los modismos son eso, distintas formas de expresarse
según el lugar de residencia. Y si un lector es abierto a todo tipo
de lectura (lo digo también por mí como lectora que soy), esto no
debería tener que ser un problema. Y ante una duda, preguntar o
buscar sería lo más lógico, ¿no?
- Describe a tu libro: con un plato típico argentino y un vino de allá, con una canción y un sentimiento.
¡Auch! Interesante
punto. A ver…
Un plato típico para
describir la novela… Pues, podría ser el locro, porque tiene “de
todo un poco”, y, a simple vista, puede ser “juzgado” como un
simple guiso, siendo mucho más que eso, y al probarlo, te chuparás
los dedos. (Sí, lo admito, a mí me gusta mucho, y más si lo hace
mi mamá).
Un vino… Me voy al
clásico Malbec, que por su textura, color y sabor identificaría muy
bien a los protagonistas.
Una
canción… Acá sí que no tengo dudas, pues Disparo
al corazón de Ricky Martin es el tema
que una y otra vez sonaba en mi equipo para inspirarme. Fue
escucharla ni bien salió y pensar en Milagros y Mariano.
Un sentimiento… El
orgullo, porque es lo que los protagonistas deben vencer para dejar
entrar al amor.
- ¿Quisieras añadir algo a esta entrevista o decir algo más a los seguidores de la web?
Simplemente, agradecer
a todos los lectores que se hicieron de un tiempito para leer mi
novela. Espero que la hayan disfrutado. Aunque es cortita, está
hecha con el corazón.
-Agradecimientos a la autora
Muchas gracias por la entrevista, María :)
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