Sara Gillian es enfermera por vocación y no duda en anteponer sus deseos y enfrentarse a sus familiares y amigos, escogiendo la prisión de Caños de Sal como destino voluntario donde ejercer su profesión.
Hugo Fernández no es un preso comĂşn. Apodado por sus compañeros de encierro como «el Jefe», incluso los alguaciles parecen ponerse tensos ante su presencia. Este misterioso reo enseguida despierta la curiosidad de Sara, a la que le cuesta mucho relacionar al hombre atrayente, atractivo y reservado que se presenta ante ella con el peligroso convicto que todos le recuerdan continuamente que es.
Decidida a desentrañar el enigma que se oculta tras «el Jefe», Sara pasará por encima de las normas del centro penitenciario que le prohĂben confraternizar con los presos.
¿Podrán ambos ahondar en sus sentimientos teniendo como telĂłn de fondo las rejas de la cárcel?
En ocasiones me dejo llevar, navego por mi kindle lentamente, abro las novedades, las ofertas, no hay nada que se me escape.
TambiĂ©n soy de las personas que adora meterse dentro de esa portada que me llama la atenciĂłn y leer la sinopsis, aunque otras veces por algo un tĂtulo me llama la atenciĂłn.
¿QuĂ© es lo que hizo que me decidiese por "El jefe"? En esta ocasiĂłn fue todo, en su conjunto y la verdad es que no me arrepiento de haber seguido mi instinto.
Romina Naranjo ha sabido como crear a dos personajes a punto de estallar desde el primer momento en el que se miran y como mantener una tensiĂłn que se palpa en los cuatro muros de una prisiĂłn.
Debo de confesar que la sorpresa ha sido mayúscula , son pocas las tramas, las cuales están situadas en prisión, y también son minoritarias las historias en las que no sabes que va a ocurrir hasta el final, la autora lo ha hilado todo tan perfecto, que ni te imaginas lo que puede pasar.
Lentamente saboreas los momentos perfectos y los tensos en este lugar tan lĂşgubre y tan deprimente, pero a su vez, empiezas a conocer a Hugo, y piensas ¿QuĂ© ha hecho tan mal que no habla de ello?
Aunque tenemos dos protagonista Sara y "El jefe" de vez en cuando hacen su apariciĂłn personajes secundarios que con sus parcas palabras o por sus miradas respecto a Hugo, la curiosidad te vaya embargando lentamente.
No contarĂ© nada respecto a alguien cuya simpatĂa fue menguando conforme iba pasando mis páginas digitales y al llegar al final, pensĂ© que suponĂa algo pero no sabĂa "el que" exactamente.
Con la dosis justa de amor, sin llegar a ser empalagosa, pero con la tensión palpándose por las cuatro esquinas de las hojas, querrás que todo tenga un final feliz, si se puede.
Me alegro de haber elegido a "El jefe" y de haber conocido la pluma de Romina Naranjo que si se maneja asĂ de bien en la novela romántica contemporánea, me encantarĂa saber como lo hace con la histĂłrica.
No contarĂ© nada respecto a alguien cuya simpatĂa fue menguando conforme iba pasando mis páginas digitales y al llegar al final, pensĂ© que suponĂa algo pero no sabĂa "el que" exactamente.
Con la dosis justa de amor, sin llegar a ser empalagosa, pero con la tensión palpándose por las cuatro esquinas de las hojas, querrás que todo tenga un final feliz, si se puede.
Me alegro de haber elegido a "El jefe" y de haber conocido la pluma de Romina Naranjo que si se maneja asĂ de bien en la novela romántica contemporánea, me encantarĂa saber como lo hace con la histĂłrica.
Llama la atención, pero solo 105 páginas... me gustan las historias más largas, no suelo leer novelas románticas de esas dimensiones porque no me da tiempo a engancharme, pero nunca se sabe.
ResponderEliminarSaludos,
Hola!
ResponderEliminarPues la verdad no me llama la atención, ya que solo en 105 páginas, no siento que se le pueda dar profundidad a los personajes y no se, simplemente no creo que me vaya a gustar.
Pero gracias por la reseña! ¡Un abrazo! ^^