Leara nos ha hecho sacar nuestra imaginacion y plasmarla, con una cancion o una imagen, yo he escogido las dos y un relato que tenia hace tiempo a medio escribir he decidido terminarlo del todo.No soy ninguna Shakespeare, pero lo he intentado hacer lo mejor posible.
El viaje fue
agotador, no podía ir muy deprisa y tampoco despacio, pero este viejo coche que
había sido una herencia estaba en las últimas y no las tenia conmigo de que
pudiera llegar a buen puerto.
De color azul
metalizado, con el cuenta kilómetros estropeado y sin radio, el Ford que al
morir mi padre me habían entregado al día siguiente, tenia casi mis mismos
años, prácticamente habíamos crecido juntos.
Las últimas
luces del día se despidieron de mí, nada mas enfilar la curva que daba entrada
a la aldea, suspire entre aliviada y nostálgica.
Había pasado la mayoría
de mi adolescencia en este diminuto, pero gran paraíso y hacia diez años que no
pisaba sus calles sin adoquines, sus caminos sinuosos y su aire limpio que se
respiraba en cada esquina, ese olor mezcla de sal y eucalipto que tanto
añoraba, se me metió en la nariz una vez que hube descendido de mi coche.
Mire hacia el
cielo dando la bienvenida a las estrellas que ya se habían asomado tímidamente,
y a la luna que ya hacia rato que estaba despierta, con una mano en las llaves
y con la otra en la pequeña maleta que llevaba, mire a un lado y a otro de la
carretera que debía de cruzar para entrar en la casona.
Cuando me plante
en la gran puerta de madera de roble, las imágenes de esa juventud que tanto añoraba,
se arremolinaron a mí alrededor, como si piezas de un puzzle del que no
recordaba muchas cosas, quisieran dar sentido a mi presencia allí.
Me vi bajando la
escalera lentamente, con la madera crujiendo bajo mis pies, y dos doberman mirándome
desde abajo amenazadores, para dar paso a otro recuerdo, esta vez estaba en la
buhardilla, rodeada de viejos juguetes y
leyendo unas cartas de mi bisabuela que nunca debí de encontrar ni
leer….retazos de mi vida que pasaban como estrellas fugaces ante mi.
Metí la llave en
la cerradura y al empujarla para entrar esta chirrío con un sonido como si de
un lamento se tratase pero que me hizo estremecerme de pies a cabeza, sitúe la
maleta en el suelo, y di un paso hacia la gran entrada fijándome en las
telarañas que cubrían las esquinas del techo y las sabanas que estaban
ocultando los maravillosos muebles de siglos pasados y que ahora eran todos míos,
di toda una vuelta como si estuviera bailando al son de una música invisible.
Fui a dar la luz, ya que la luna no era lo
suficientemente potente para dejarme ver todo, pero por algún motivo extraño,
los fusibles no respondieron, maldiciendo por lo bajo, revolví entre los
cajones hasta que di con una vela y un mechero. Una vez encendida la larga vela
blanca, subí las escaleras hacia el segundo piso para mirar la habitación que
se encontrase mas decente para acostarme ya que la fatiga, estaba haciendo su aparición
tras este largo viaje.
Mis sentidos sabían
hacia donde querían ir pero yo no era consciente de hacia donde mis pasos me dirigían
hasta que me sitúe frente a la puerta que se hallaba entornada.
Di un respingo,
ya que no me acordaba que había dejado los fusibles subidos y la luz en cuanto
puse el pie dentro de la estancia como dándome la bienvenida se encendió.
Todo estaba tal
y como lo había dejado tiempo atrás, la gran cama con el dosel de color rosa,
las muñecas sobre el alfeizar de la ventana me miraban expectantes para ver
cual seria mi siguiente paso, el gran vestidor se situaba a mi derecha y a mi
izquierda el acceso, a el gran baño con
la bañera en el centro ,que tanto me gustaba usar cada vez que veníamos de la
playa para quitarme la arena que se me había incrustado hasta en las orejas.
Recogí la maleta
del piso inferior y la subí escaleras arriba, algo se me olvidaba pero no
recordaba exactamente lo que era, tras el accidente que tuvimos mis padres y yo
hace algunos meses las lagunas mentales que tenia varias veces al día eran algo
común en mi, a veces me acordaba de todo, en cambio otras veces tenia una especie
de memoria selectiva.
Me debí de
quedar dormida nada mas meterme en la cama puesto que, me despertaron las
gaviotas, que sobrevolaban el cielo, en ese instante con sus lamentos.
Abrí la ventaba
con alguna dificultad, pero al lograrlo, una brisa con el olor al mar que se
situaba a un kilómetro de allí, se coló dentro de la casa. Desperezándome
agarre una toalla que había dejado sobre una silla al lado del cuarto de baño y
una vez que entre dentro, abrí los grifos de la bañera, las tuberías se
lamentaron, e hicieron ruidos raros pero al cabo de un minuto el agua salio
algo fuerte, llegándome a salpicar.
Mientras
lentamente se llenaba la bañera, baje hasta el mueble del cuarto de estar del
primer piso, en donde se hallaba toda bebida curativa para el alma, lo que en
Irlanda se llama Whisky, algo poco aconsejable para las ocho de la mañana pero
lo necesitaba.
Subí con la
botella en una mano y un vaso en la otra, me introduje en el agua templada y lance
un suspiro al aire, me serví un buen trago mientras me acomodaba en la bañera y
cerré los ojos.
Me debí quedar dormida,
puesto que las campanas de la vieja
iglesia que se encontraba frente por frente de la casa, me indicaron que
eran las nueve.
Rauda y veloz me
vestí para la ocasión, aunque me esmeraba todo lo que podía, no domaba mi pelo fosco que con la humedad del ambiente
se me había encrespado aun mas, así que tras varias tentativas, fui por el
camino mas fácil, agarre una goma del neceser que reposaba sobre la cama y me
hice una pequeña coleta, cogí dos horquillas del color de mi pelo, marrón
oscuro y baje de dos en dos las escaleras.
Antes de cerrar
me palpe en los bolsillos en busca de la llave de la casa, del coche y de la
del trechorium. Mirando como el día anterior de derecha a izquierda cruce la carretera,
me dirigí al coche y cogí un jarrón que había dentro del maletero.
Fui hacia la
izquierda por un sendero estrecho pero lleno de vegetación hasta llegar a una
gran avenida con una fuente con unos ángeles en el centro de ella, unos pasos
mas adelante se alzaba una gran vaya de hierro y mas allá el cementerio, a
donde me dirigía.
- Hija,
¿Llegaste bien?- me susurro una voz detrás mía
- Si, madre,
anoche, pero no quise ir a la otra casa a despertarte
- ¿Sabes que tu
padre habría estado orgulloso de ti, no?
- ¿Por qué
madre?
- Te vas a
ocupar de sus negocios aquí tal y como lo estipulo en su testamento
- Si, madre, es
lo que el hubiera querido- dije esto ultimo apretando los dientes.
Me ha encantado la canción, es muy pegadiza y el video me ha parecido muy original.
ResponderEliminarEl relato está muy bien :D
¡Besos!
¡¡Hola!! Yo también participo en el tallr, el relato esta muy padre!! me encantaro las descripciones, espero el siguiente con ansias!! :)
ResponderEliminarSaludos!!!
PD: Esa canción va derechito a mi teléfono xD
Geniales las descripciones, haces que nos lo imaginemos todo a la perfección, como si estuviésemos viéndolo ^^
ResponderEliminarLa única pega que le veo es que cambiaría algunas comas por puntos, porque hay oraciones que quedan bastante larguillas.
¡Esperaré al siguiente!
Besos :3
La historia me ha gustado, las descripciones muy bien, me he imaginado el lugar y la casa...pero el final un poco normal, jejeje. Saludos.
ResponderEliminarHay alguna erratilla, alguna cosilla de los diálogos y tal y a mí el final me da más pie a algo más grande de lo que das a entender. Tal vez deberías mirarlo para aumentarlo :P. Xa-LFDM
ResponderEliminarEn cuanto a descripciones creo que lo logras muy bien, sin mucho preambulo nos llevas a las imagenes que intentas nos recreemos, sin embargo, a pesar de la dosis de misterio que nos regalas al final creo que nos quedamos levitando en el aire.
ResponderEliminarEs decir, como relato corto esta bien, pero nos quedamos esperando más, el momento de acción y conflicto, creo que no llegó... a menos que sea una secuencia de relatos o una mini novela, entonces a esperar...
Buen relato! ^^
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