Opinión de Tesoros, ternuras y trastos de Ilena Surducan

¿Las historias pueden curar el alma?

Tesoros, ternuras y trastos es una colección de 24 cómics mudos que aportan un mundo de color para el espíritu, un rompecabezas lúdico para la mente y una perspectiva fresca sobre la vida cotidiana.

¿Alguna vez has leído un libro sin letras? Porque yo no. Hasta ahora, al menos.

Por eso, cuando vi el anuncio de Tesoros, ternuras y trastos, me llamó tantísimo la atención.

La autora es Ileana Surducan, una ilustradora y autora de literatura gráfica, de nacionalidad rumana. Y, después de haberla descubierto con este libro mudo, puedo decir que es una artista que consigue crear una expresividad increíble a través únicamente del dibujo.

Desde luego, Tesoros, ternuras y trastos ha sido una sorpresa enorme.

En su interior, encontramos una colección de veinticuatro historias sin palabras. Pero, que no tengan palabras, no quiere decir que no nos digan nada. ¡Todo lo contrario! Porque dentro de cada una se esconde un pequeño mundo, en el que se mezclan la fantasía y la vida cotidiana, los colores y las sombras, la esperanza y los golpes de realidad…

A través de estas veinticuatro piezas de arte, cargadas de sensibilidad, calidez, ternura e incluso alguna que otra pizca de humor, la autora nos habla de distintos tipos de amistad, del poder de la imaginación, del miedo o de la naturaleza humana, entre otros.

Y creo que esto es lo mejor de este libro. Al no tener palabras, invita a reflexionar, a dejarse envolver por los dibujos, por lo que expresa cada personaje y cada detalle de los escenarios… a dar rienda suelta a nuestra sensibilidad e imaginación para así hacer nuestra propia lectura de la obra.

Además, las historias son tan variadas que las hay para todos los gustos. Por supuesto, tengo mis favoritas, aquellas que han resonado más conmigo, en las que me he visto más reflejada. Y seguro que tú, cuando lo leas, también encuentras las que te hagan sentir identificado o entendido.

Sin duda, si hay un tipo de libro que invita a que el lector lo haga suyo, es este.

Los dibujos combinan diferentes estilos de trazo y acabados, además de diversas paletas de colores, que van desde los grises hasta los tonos más llamativos, pasando por matices más apagados y acogedores. Además, algunas historias se estructuran en torno a un formato de viñetas tradicional y en otras la autora se toma más libertad para ocupar la página.

Poco más te puedo decir, salvo invitarte a que te sumerjas entre estos Tesoros, ternuras y trastos, que te dejes envolver por esta preciosa joya artística y te des permiso para sorprenderte por todo lo que cada dibujo tiene que contarte.

—Opinión de Inés Diaz Arriero—