Nada más pisar su nueva casa (pegadita a un cementerio), Aruv descubre que puede ver fantasmas. Alma es su nueva amiga espectral, una niña victoriana que está a punto de empezar las clases en su academia para espíritus. También se las verá con un streamer cazafantasmas chiflado, una gata que ya ha vivido casi todas sus vidas, un espíritu japonés con un humor de perros y todo tipo de criaturas del otro barrio…
Aruv acaba de mudarse con su madre a un pueblecito a dos
horas de Londres (en este punto ya sabéis que a mí me ha cautivado, no necesito
más). Nueva casa, nuevo colegio, nuevos amigos… pero es que además tendrá que
vencer su mayor miedo: la casa está al lado de un cementerio (definitivamente yo
ya estoy dentrísimo de la historia). Y, por si fuera poco, la primera noche
de su nueva vida, descubre que ¡puede ver fantasmas!
Gracias a, o por culpa de, ese superpoder, Aruv conoce a
Alma, una niña fantasma que vivió en la época victoriana. La pobre lleva tanto
tiempo sola que la oportunidad de compartir sus días con un nuevo vecino la
convierte en una parlanchina sin remedio.
A Aruv todo esto no le hace ninguna gracia, pero compartir
la experiencia de enfrentarse al primer día en un nuevo colegio une mucho.
Sobre todo cuando de repente tu nueva amiga corre peligro de ser atrapada por
un influencer obsesionado con cazar fantasmas.
Aruv, Alma y un puñado de seres del otro mundo, tendrán
que poner todo de su parte para enfrentarse al influencer y tratar de
salvarse, no solo ellos y la escuela, sino los mundos de los vivos y de los muertos
al completo.
La escuela fantasmagórica es el primer tomo
de Alma Blake la nueva colección middle grade escrita por Victoria
Álvarez. Una lectura muy ágil, llena de acción, de peligros y de meteduras
de pata fantasmales.
Además de la trama principal, conocemos por primera vez
la escuela fantasmal, que está situada, más o menos, como un anexo de la escuela
de los vivos. Asistimos con Alma a las clases para cotillear qué asignaturas
aprenden allí y conocer a los profesores.
Y aunque está escrito con muchísimo sentido del humor,
también queda tiempo para la ternura, para la amistad y las confesiones acerca
de lo que cada niño lleva en su interior.
La edición de Anaya viene en tapa blanda, ilustrado por Thaís
Torrents. La cubierta me parece muy llamativa con ese contraste de colores
entre los dos mundos y las ilustraciones interiores son en blanco y negro,
algunas a página completa e incluso incluye un inventario visual de todo lo
necesario para cazar un fantasma.
La escuela fantasmagórica es un inicio de
colección con mucha fuerza, que presenta a los personajes poniéndolos
directamente en el centro de la acción. Una historia de contrastes, que no solo
mezcla los mundos de los vivos y de los muertos, sino que también conecta la
actualidad con la Inglaterra victoriana y da cabida tanto a un gran sentido del
humor como a la parte emocional de los personajes.
En resumen, una lectura muy divertida y un poco tétrica, que
hará las delicias de los amantes de lo fantasmagórico.
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