Para él, la selva siempre fue Dios, vida, alimento, salud, belleza y tradición. Ahora, el mundo en el que construyó un hogar para su familia se convierte en humo y cenizas. “Don Benjamín” es un viaje crudo y a la vez poético por una mágica región en peligro, la Amazonía Boliviana.
La íntima narrativa de Don Benjamín y su familia con unas imágenes poderosas y evocadoras nos invitan a una experiencia reflexiva y conmovedora.
Este cortometraje me recuerda a una novela de García Márquez en el que se van tejiendo la dura de la realidad con elementos fantásticos, que crean una ambientación única.
El Amazonas se erige amenazante y sobrecogedor desde el aire. Un personaje con vida propia que se va silenciando a marchas forzadas.
Esta gran selva llena de secretos, diferentes texturas y de vida nos observa sin decir mucho, pero diciendo tantas cosas que indigna.
‘El hombre es un lobo para el hombre’ cobra intensidad en este documental, el cual, nos muestra sin tapujos la dura realidad de la explotación de los recursos naturales por hacerse más ricos y destruir su propio futuro sin pestañear y sin tener remordimientos de conciencia.
En esta producción no solo conoceremos a Don Benjamín y su familia. Los amigos y vecinos de esta singular comunidad crean junto a nuestro protagonista una red de solidaridad y unión con las mismas preocupaciones y problemas.
La primera imagen de este documental me dejó acongojada y con el corazón en un puño por no hablar de la mirada perdida de nuestro protagonista. Sin decir nada, lo decía todo.
Ivan Zahinos se fija en pequeños detalles que pueden parecer cosas banales, pero aportan gran riqueza narrativa y emocional. Como son las imágenes de niños que observan con gran curiosidad y son testigos de lo que hace Don Benjamín y creo que Iván los ha representado como un símbolo de esperanza y futuro, más aún, si tienen a una gran persona y profesor como es nuestro protagonista.
En la producción se puede observar la fusión/unión entre la espiritualidad de la naturaleza y la religión que procesa Don Benjamín, dándonos una visión más global de lo que es su vida.
Esta persona es pura inspiración y cuando le escucho hablar siento mucha tranquilidad y me recuerda al espíritu sabio del sauce de Pocahontas.
Mientras escribo esta opinión me he dado cuenta de que aunque el fuego es un personaje principal en la trama y todos los protagonistas le dan gran importancia, siento que Don Benjamín aporta soluciones y crea conciencia, cuando otros van como pollos sin cabeza. Don Benjamín nos da la llave del futuro y como hacer que todo cambie.
Además de regalarnos momentos preciosos e íntimos que nos hacen sonreír y emocionarnos.
Don Benjamín es una experiencia sensorial que nos conmueve y nos inspira, haciéndonos reflexionar en voz alta sobre lo que estamos haciendo con el planeta y la cantidad de cosas que estamos destruyendo.
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