Opinión de El cementerio de Everden 1 de Beatriz Osés

Izan no recuerda cómo he llegado al cementerio de Everden, tampoco quién era antes del comienzo de todo. La joven Emma Walker y la tarotista Camelia Dunkel se convierten en su única esperanza tras salvarle de una muerte segura. Ambas llegan justo a tiempo guiadas por una pesadilla en la que ven la tumba de Walter Malone. Aunque los tres no tenían nada en común, el cementerio los atrapa y los une de la misma forma. Tal vez Camelia y Emma sean la ayuda que Izan necesita para empezar a recordar. E Izan sea la pieza más importante de la terrorífica aventura que tendrán que vivir para descubrir la verdad.

¡Menudo comienzo! Es que abres el libro y ya no puedes respirar. Casi literalmente.

Porque alguien ha enterrado vivo a Izan y, como no consiga salir pronto, no lo va a contar. De todos modos, tampoco es que tenga mucho que contar, pues no recuerda nada de su vida (ni intento de muerte) salvo su propio nombre.

Emma y Camelia Dunkel han tenido un sueño con la misma lápida del cementerio de Everden. Gracias (o por culpa de) a eso, llegan justo tiempo de rescatar a Izan.

Y aunque aparentemente no tienen nada en común ni existe ningún vínculo que los una, a partir de ese momento no les queda más remedio que formar un equipo para intentar desentrañar el misterio que se esconde en el interior de la tumba de Walter Malone.

Además, el cementerio de Everden está lleno de leyendas terroríficas y ahora sus sombras los han atrapado a los tres de forma irremediable, empujándolos a una aventura llena de intriga, peligros, acción y un montón de preguntas que parecen no tener respuesta: ¿en qué consiste el misterio de la tumba de Walter Malone? ¿Quién es Izan y por qué alguien ha intentado matarlo? ¿Corren peligro sus vidas? ¿Por qué han acabado juntos en medio de todo ese lío?

La tumba de Walter Malone es el primer tomo de la trilogía El Cementerio de Everden de Beatriz Osés. Y ha sido un inicio de saga que no solo he disfrutado muchísimo, sino que me ha dejado con una intriga tremenda por descubrir qué pasará en las siguientes entregas.

El primer aspecto que me gustaría destacar son los personajes. Como ya nos tiene acostumbrados Beatriz Osés, los protagonistas de este libro vuelven a ser tres seres únicos, peculiares a más no poder, estrafalarios y tan imperfectos que consiguen que los cojas tanto cariño que no quieres perderte ni un detalle de lo que les pasa.

Izan es nuestro chico misterioso, del que no sabemos apenas nada. Él tampoco sabe apenas nada de sí mismo y el pobre está tan confuso que no deja de meter la pata. Aunque a veces también tiene alguna buena idea y algún que otro poder incontrolable.

Emma es una adolescente perfeccionista, inteligente, avispada, decidida y con mucha (a veces quizá demasiada) autoconfianza. Ella también oculta un secreto que empezaremos a descubrir a lo largo de la historia.

Y para cerrar este extravagante trío tenemos a Camelia Dunkel, una tarotista titulada con el pelo teñido de azul. Emprendedora, autónoma y rotundamente NO médium, atiende a sus clientes en su propia casa, dándoles consejos a partir de lo que le dicen las cartas y espantando los malos rollos a golpe de incienso y plantas aromáticas.

La ambientación también me ha gustado mucho: es oscura y llena de sombras en las que nunca sabes qué puede haber escondido. Por supuesto, el propio cementerio es un personaje más de la historia y añade aún más emoción a la trama.

Y no es que haga falta, porque la trama es tremendamente ágil, pues están ocurriendo cosas todo el tiempo: hay acción, sustos, persecuciones, pistas que seguir, discusiones entre los protagonistas, apariciones inesperadas… y muchos actos ilegales.

La edición, además de incluir tétricas ilustraciones en blanco y negro a cargo de Mónica Armiño, cuenta con una maquetación de lo más atractiva, llena de detalles espeluznantes.

El resumen, El cementerio de Everden. La tumba de Walter Malone me ha parecido un middle grade entretenido, emocionante y divertido. Una historia de misterio, llena de intriga, acción, con sucesos sobrenaturales, muchísimo humor y algún que otro toquecito de terror.

¡Muy, muy, recomendado!

¡Yo necesito el siguiente libro ya!

—Opinión de Inés Díaz Arriero—