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Opinión de Mi mamá, mi manager de Alfredo Gómez Cerdá

 


¿Quieres conocer la historia de la famosísima Gala? ¡Sí, Gala, esa niña que tiene millones de fans y seguidores en su canal! Pues prepárate para reírte a carcajadas conociendo de primera mano cómo empezó todo… ¡¡y cómo acabó!!

 




Los padres de Gala no paran de discutir. ¡Es que no están de acuerdo en nada!

Así que finalmente deciden divorciarse (es un milagro que coincidan en algo). En ese momento, Gala tiene nueve años y se queda viviendo con su madre. Todo parece ir normal. Gala va al cole, a las actividades extraescolares (tiene que ir a dos diferentes, porque sus padres no se pusieron de acuerdo sobre a cuál apuntarla)… Hasta que una tarde, del modo más inocente posible, se encuentra transformada en una estrella de internet.

O eso es lo que le dice su mamá, que también se convierte en su manager.

El primer vídeo en el canal de Gala fue un simple baile en el salón de casa, que terminó en un porrazo descomunal debido a que la niña no tiene demasiados dotes para el baile. Y lo que debía haber quedado en una anécdota familiar divertida, fue capturado por el móvil de su madre para después volar de pantalla a pantalla, primero entre amigos y familiares, y después entre miles de desconocidos.

A partir de ese momento, los bailes inocentes van siendo cada vez más intensos, menos espontáneos. De modo que lleva más tiempo grabarlos, implican más medios, a más personas… Las ofertas de publicidad no tardan en llegar. Y cada uno de esos peldaños supone más fama para Gala y más dinero para mamá, que incluso ha dejado su trabajo.

Gala hace lo que le dicen, repite las palabras que usa mamá y acepta sus halagos con orgullo, demostrando lo feliz que está con su nueva realidad: regalos, fans, maquillaje, ropa de lujo… ¡hasta un guardaespaldas!

Hasta que, gracias a una de las ocurrencias de mamá, Gala conoce a alguien muy especial, que le hace ver su historia (y otras muchas historias) de un modo muy diferente.

¡Qué ironía más fina teje esta narración!

El tema de los canales «familiares» en redes sociales está poco a poco cada vez más cuestionado y despierta opiniones de todo tipo. Yo tengo la mía, pero no la voy a dar aquí.

Y Alfredo Gómez Cerdá aborda el asunto desde un punto de vista muy original, cercano y que se agradece enormemente. La niña, desde dentro, cuenta su historia con la inocencia propia de una niña de nueve años que de repente se encuentra en medio de un mundo que de tanto brillo le deslumbra. Gala, como es lógico, confía en su madre y en las decisiones que toma por ella.

Pero la historia de Gala tiene muchas capas y niveles de lectura.

Te puedes quedar sin más con la historia que ella cuenta, que es divertidísima. Gala tiene mucho salero como narradora, explica las cosas cargada de ilusión, de candor, con un ritmo chispeante.

Pero también puedes tener la oportunidad de cruzar la barrera de la ironía para ir descubriendo los tesoros ocultos que hay entre las líneas, al igual que lo hace la propia Gala, ayudada por ese maravilloso personaje con el que se encuentra al final.

Con la lectura de Mi mamá, mi manager, me he reído y me he enfadado casi a partes iguales. Leyendo la sinopsis no me esperaba que fuera a despertarme tantos sentimientos diferentes.

El estilo narrativo es magistral, desde luego. Juega continuamente con el lector y todo lo que se camufla entre el humor y la ironía convierte al libro en una lectura compuesta por varias capas, perfecta casi para cualquier edad.

¡Y los capítulos finales son una maravilla!

 

Opinión de Inés Díaz Arriero

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