Alicia vive atrapada en un matrimonio que hace aguas. A sus cuarenta y dos años, y con dos hijos que ya no la necesitan como antes, su día a día le resulta insoportable. Una llamada de su padre, comunicándole que su madre se muere, será el pasaporte para escapar durante unas semanas de su marido al que ya no ama.De vuelta al que fue su hogar, se reencontrará con su hermana, que la necesita más que nunca para dejar atrás los traumas que la acompañan desde la infancia. Además, tendrá que lidiar con su madre, una mujer amargada y resentida con la vida que esconde un secreto a voces, y a la que procurará comprender y perdonar. Para eso tendrá que hurgar en el pasado, abriendo viejas heridas, algunas de las cuales todavía no han cicatrizado.
Acompañada de una familia especial, en la que nada es lo que parece, intentará poner en orden sus sentimientos y darle sentido a su vida.
Los abrazos robados fue mi primera incursión en la pluma de Pilar Mayo. Imaginaros en el 2020 y en plena pandemia mundial, así conocí a esta autora que me encandiló con su historia.
Cuando publicó el segundo libro, me lo compré y decidí no leerlo, porque pasaba por una época complicada en muchos aspectos y necesitaba aire.
Algo completamente distinto, me ha ocurrido con la tristeza ajena. Empecé a leerlo a las diez de la noche y lo terminé a las dos y pico de la madrugada.
La tristeza ajena es una novela que no se puede describir, que no se puede definir y no puedes encasillar, ya que navega en muchos géneros literarios.
Habla de distintos tipos de amor, de diferentes maternidades, de secretos familiares...
Ya sabéis que cuando algo me gusta, me cuesta escribir todo con orden y me vuelvo muy caótica, pero no habrá Spoilers.
Alicia es la voz tanto en el pasado y en el presente, es la que se cuestiona las cosas, la "hija prodiga", la que se da cuenta de todo, la que calla demasiado...
Este personaje ha captado toda mi atención. Alicia es un poliedro de capas, texturas, emociones y mil cosas que camufla, pero a su madre, no la perdáis de vista, ya que es de esos personajes que te absorbe la energía, pero es magnética. Si, puede sonar raro, pero es que la madre de Alicia como lectora me ha fascinado, aunque como persona...
Sara es la hermana de Alicia y es una parte importante en la trama, pero esta tullida emocionalmente hablando, aunque me ha resultado un oro en bruto.
La otra mujer implicada en la tristeza ajena es la tía de Alicia y Sara, la hermana de su madre, pero no os diré mucho de ella.
Es una novela de mujeres, sobre mujeres y con mujeres. Los hombres cobran un gran sentido y son esenciales para que la trama vaya cobrando forma, pero, por ejemplo: El padre de Sara y Alicia parece no tener voz, parece estar ausente, pero está presente. Al igual que el tío de ambas...
La tristeza ajena habla sobre vivir a medias y sobrevivir en el desierto. Hay algunas escenas que me han puesto los pelos de gallina y otras que las he vivido con esperanza, como cuando Alicia pedía deseos o había días buenos.
Sara, Marcos, Alicia, María...son los nombres de las dos protagonistas y sus primos, pero cuando se trata de hablar de los padres o tíos, como que desconozco o se me olvidan sus nombres.
Creo que la autora lo ha hecho por un motivo y quiero que lo descubráis vosotros/vosotras, porque llama la atención de que la madre tenga protagonismo, pero con sólo oír la palabra "madre", ya me pongo a temblar o a pensar ¿qué hará ahora?
Es una historia que habla de personas, aunque los lugares cobran vida y parecen guardar muchos secretos.
Madrid, la casa de la playa o la casa de toda la vida son tres sitios que parecen mudos, pero Alicia es la encargada de hacernos reflexionar, hacernos cuestionar a la madre, dudar de su cordura...
Es un road trip emocional en el que los recuerdos van aflorando continuamente y en el que las palabras sobran, para dar paso a las miradas. Me ha encantado como Alicia nos hace de enlace o de guía por el pasado y el presente, aunque ella se fue lejos del embrujo de su madre, como que esta tiene los tentáculos muy largos.
Me he mantenido en tensión y ha habido escenas en las que me he quedado sin aliento, pero es que Pilar Mayo sabe cómo tensar las cuerdas y crear situaciones límite en las que no sabes que pasará o si ocurrirá algo más grave. Ella para narrar este tipo de escenas se toma su tiempo y ha habido más de una ocasión en la que se me iba a salir el corazón del pecho, pero me preguntaba, ¿por qué no se lo contaban al padre?
La madre de Sara y Alicia es un personaje perturbador, pero me ha atrapado como una polilla, sin ella la historia no tendría sentido, no sería igual o pasaría más desapercibida esta trama.
Alicia en su vida está perdida, pero regresar al pasado, en su casa y con su familia, como que la hace despertarse de ese letargo y empezar a vivir.
La tristeza ajena es de mis libros favoritos del 2022 y es que Pilar Mayo es una escritora maravillosa, creo que hace tiempo que no leía una historia que habla tan bien de lo que es la vida, la muerte y las familias.
Terminaréis este libro y volaréis a hacer esas preguntas que os rondan la mente.
Muchísimas gracias por esta reseña tan bonita. Me ha encantado como has descrito la novela sin contar demasiado. Me alegro mucho de que te haya gustado.
ResponderEliminarDesde luego se nota que lo has disfrutado. Tomo muy buena nota de esta novela, que no la conocía.
ResponderEliminarBesotes!!!