Lo de empezar contándoos lo patética que es mi vida como que no es una buena carta de presentación, ¿verdad? Y deciros que sigo cargando el lastre de mi ex porque no soy capaz de afrontar la situación tampoco está contemplado, ¿cierto? Espera, espera, ¿y lo de que trabajo en una línea erótica porque necesito el dinero para ayudar a mi hermana con sus estudios ya que mi madre se fue a vivir la vida loca? Ah, que tengo más, tranquila… ¿Os cuento ya que Bruno, mi jefe, me ha encomendado una tarea como publicista que odio y no solo eso, que me produce repulsión absoluta? ¿Y que en el proceso de esa campaña publicitaria (insisto, que odio) la relación entre mi jefe y yo deja de ser solo profesional? Suena heavy, ¿a que sí? Y luego está Ferran, que es un imbécil, eso mejor me lo callo, ¿no? Y lo de mi hermana y nuestro compañero de piso, ¿os lo explico? ¿Y lo de mi amiga Aina? Porque ese es otro cacao.En fin, que si creéis que vuestra vida es un embrollo constante es porque aún no me conocéis.
Me llamo Violeta, o Lilah, ¿y tú eres…? O quizá prefieras contarme qué llevas puesto…
Línea erótica, ¿Dígame? de Yanira García es la primera novela que leo de esta autora y me ha gustado mucho.
Me ha gustado como la autora ha hecho que Violeta/Lilah sea fiel a sí misma hasta el final. Puede que endulce su carácter en algunos momentos, pero es de esos personajes que deja huella, que te gusta desde que la conoces y hasta que cierras la historia.
Estoy cansada de que muchos personajes dejen de ser a ellos/as mismos/as por amor, por otras personas, por la familia, pero Violeta/Lilah es de esas personas genuinas que te roban el corazón y puede que los conflictos que tenía con ella misma, su madre u otros haga que la mochila que lleva a su espalda sea más liviana, pero no dejará de ser ella.
La autora ha dividido la trama en el trabajo, familia, amigos y amor, así que los lectores/as conocerán todas las facetas de nuestra joven protagonista.
Yanira hace que todo este equilibrado, que nada de las tramas o subtramas cojee o se diluya por el camino, sino que va cerrando todo, pero lentamente.
Me he sentido como Violeta en más de una ocasión y es que soy consciente de que en muchas ocasiones nos callamos, no nos enfrentamos o nos asustan las cosas, personas, lo que dirán y lo guardamos en nuestra mochila emocional. Este libro no va de enamorarse o de liberarse de todo lo que la asusta a este personaje, también, es una historia en la que ella misma se aprenderá a querer, a respetar y a luchar por lo que quiere, pero todo lo hará a su debido momento.
¡Vaya trío de personajes que la acompañan! Me he reído un montón con ellos, pero sobre todo con Aina y es que es de esas personas que todos necesitamos en nuestra vida.
Extrañaba una historia de amor como la que tenemos en Línea erótica, ¿Dígame? Se cuece a fuego lento, pero también todo lo que les ocurre a Bruno y a Violeta está narrado de dos maneras, pero con la que más disfrute (sin desvelar nada) es de la íntima, las conversaciones a través del teléfono.
La segunda manera me pareció atrevida, sexy y divertida en algunos momentos.
Yanira García tiene una pluma especial y es que sabe cómo hacer que todas las tramas tengan una carga emocional y otra más distendida.
Esta novela habla de muchos temas y pueden parecer muchos, pero conforme vas pasando las páginas te das cuenta de que las cosas importantes se quedan hasta que la protagonista, su hermana y su mejor amiga tiren lastres, sean valientes, den ese paso...
Se lee en un suspiro y es que entre risas y emociones te la terminas. Me gustaría volver a leer a Yanira y ver que sorpresas nos tiene guardadas en esta ocasión.
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