Olivia Monterrey, manchega de nacimiento y alicantina de corazón, comenzó a leer desde bien pequeña y a interesarse por la escritura en plena adolescencia, pero no fue hasta bien entrada la veintena cuando decidió tomárselo en serio.
Eligió un pseudónimo de villana de telenovela como homenaje a todas las situaciones absurdas en las que ha sido la mala de la película.
Es licenciada en Filología Hispánica y profesora de Español como Lengua Extranjera. Además, es autora de cómics e ilustradora. Aparte de la Saga Renacer (Invierno, Deshielo y Primavera), ha publicado El susurro del cuervo (Sweek y Booknet), A la orilla del lago (ahora mismo fuera de circulación, ya que la autora tiene planes para esta obra), Florecer, un relato de temática gay de la Saga Renacer, y también Historias de amor y sexo. Volumen 1, una antología de relatos eróticos. Además, ha participado en la antología benéfica Broken Hearts (Ediciones Babylon) con el relato «Wallada». Actualmente, trabaja en una nueva novela y próximamente saldrá publicada la Saga Renacer tanto en catalán como en inglés.
- Tu antología de relatos es un canto al amor de mil formas posibles y diferentes, pero mi historia favorita es la del desconocido y Katerina por esa forma de expresar amor que es con gestos, miradas, con tiempo. En los tiempos que corren ¿se puede encontrar este amor?
No soy experta en amor, pero ¿por qué no? Creo que hay tantos tipos de amor como de personas hay en el mundo, y que todos son igual de válidos. Nos han vendido una fantasía romántica como el único amor posible (ya sabes, el de las películas y los cuentos), pero pienso que éste es más dependencia emocional que verdadero amor. Frases como «no puedo vivir sin ti» o «eres mi razón de vivir» son pensamientos tóxicos que minan la autoestima y el amor propio. Aun así, me gusta leer y ver historias de amor tóxico porque, para mí, se quedan en el plano de la ficción y creo que en el mundo del entretenimiento debe haber de todo (siempre que no se haga apología), al fin y al cabo, son historias ficticias que alimentan la imaginación. En la vida real ya es diferente, hay que amarse a uno mismo para poder amar sanamente a los demás y no caer en ese tipo de relaciones. Como yo lo veo, un amor como el de Katerina y el desconocido sería el ideal: sin forzar, sin demandar, sin dar más de lo que debes y/o quieres, respetando a la otra persona y su espacio vital.
¿Cómo se te ocurrió esta historia?
Pues el desconocido es un personaje de mi amigo Zachary Kjoge. Hace unos años nos gustaba jugar a rol narrado. Yo manejaba a Katerina. Me inspiré en la historia de ambos al principio para desarrollar el relato. El tipo de amor, el contenido de las citas y demás ya sí fueron cosa mía. De hecho, me bloqueé muchísimo con estos dos porque mi intención era escribir una escena de sexo, pero Katerina no estaba preparada, no deseaba ese encuentro, así que al final me dejé llevar por ellos y así salió.
- Las personas que lean tu libro y conozcan a Heather ¿Crees que en un primer momento les podrán los prejuicios o se sentirán identificadas con ella?
Cuando escribo, la verdad es que no me causa problemas si uno de mis personajes cae bien o mal. Ni siquiera me lo planteo. Me gusta crear héroes/heroínas con características negativas y no deseables. Todos las tenemos y creo que son naturales e inherentes al ser humano. ¿Por qué esconderlas en un personaje principal? Igualmente, no creo que el gusto de Heather por el sexo sin compromiso sea algo negativo, en realidad ni siquiera lo veo reprochable. Los hombres hacen lo mismo desde que el mundo es mundo y nadie se escandaliza por su gusto por el sexo. ¿Por qué habría que tener prejuicios con Heather? Creo que es respetable tanto si practica mucho sexo como si no lo practica nada. Si alguna lectora tiene prejuicios contra Heather por este motivo, pero no se plantea lo mismo con respecto a un hombre, creo que debería ponerse las gafas moradas. Si se sienten identificadas con ella, olé su toto. ¡Que lo disfruten mucho!
¿Por qué empezar con un sexo sin tapujos, sin preámbulos, pero finalmente con esa chispa? (que te descoloca)
- Me ha llamado la atención de las cuatro historias que los nombres de los protagonistas por una parte u por otra se omite hasta un momento clave o diferente en la trama, menos en la de Meredith y Lebron (no sé si es por el tipo de amor, cariño y pasión que se procesan) ¿Lo hiciste por algo concreto?
Pues con el único que retrasé la aparición de su nombre a propósito fue con el desconocido, para dotarlo de más misterio y que resultase más interesante para el lector, que deseara conocerlo más y que se sintiera también más identificado con Katerina, ya que ella tampoco sabe nada de él. Con el resto no me he fijado, la verdad, jajaja.
- Tus relatos son para leer con los cinco sentidos y vemos como en todos ellos la comida o la bebida es una parte importante de la historia ¿cómo decidiste cada bebida o comida?
¡Pues es que me gusta mucho comer! Así que en mis libros me gusta poner este tipo de cosas. Si pudiera, hasta escribiría la receta, aunque odio cocinar. Me gusta más ver cocinar a los demás, me puedo pasar horas en Instagram viendo vídeos de recetas.
En el relato de Anders y Roxanne me dejé llevar por lo que suelen servir en los bufés libres asiáticos. La comida china me parece una delicia. En este relato en concreto, puse lo que cenamos unas amigas y yo una vez en uno que hay cerca de casa, pero nos echaron porque comimos tanto que al final al bufé no le salió rentable… Reconozco que nos pasamos, jajajaja. ¡Nos vetaron la entrada de por vida!
En el de Katerina y el desconocido, me basé en los menús de las marisquerías que hay en el puerto de Calpe, que me encantan. Todos los veranos vamos al menos una vez en familia allí a cenar y tienen unos manjares que se me hace la boca agua solo de pensarlo. Creo que la comida no es solo algo que sirve para alimentarse, sino un acto social en toda regla, sirve para conocer tanto a una persona como a una cultura entera. La gastronomía me parece una de las cosas más maravillosas que hay. Mi cocina favorita es la georgiana y la armenia. ¡Tenéis que probarla!
-Si este libro de relatos fuese una bebida y una comida ¿Cuál sería? ¿por qué?
Si fuera una comida, sería unas enchiladas bien picantes, porque me encanta la comida mexicana y porque creo que es tan picante como el contenido del libro. Y si fuera una bebida, sería una copa de grog calentito con una rama de canela, ya sabes, porque calienta el cuerpo ;)
- La historia entre Anders y Roxanne fue divertida, original y bonita, pero el lector es testigo de las diferentes clases sociales, formas de ver la vida y de pensar.
Sonreír o reírse con la persona que te gusta, estás enamorado/a es una buena terapia y una forma preciosa de compartir momentos ¿qué te impulso a crear este relato? (que como el de Katerina y el desconocido es otro tipo de amor y de sexo.
Pues al igual que con Katerina y el desconocido, Anders es un personaje de mi amigo Zach, y Roxanne es mía. Nacieron en otra partida muy divertida de rol narrado. Como con el relato de Katerina, cambié muchas cosas para adaptarlas al formato. Además, éramos un poco vagos para rolear (todo hay que decirlo) y usábamos frases muy escuetas para describir y narrar, así que la reescritura, el estilo y demás ha salido todo de mis manos, pero la mayor parte de diálogos tan chispeantes es cosa tanto de mi amigo como mía. Nos lo pasamos genial con estos dos.
¿Qué es la risa para ti? (como autora y qué aporta esto en este relato).
Para mí, la risa lo es todo. Es vida, literalmente. Creo que la risa cura el alma y ayuda a sobrellevar los malos días. Alivia tensiones y puede terminar una discusión. En el relato, la risa es lo que une a Anders y a Roxanne, comparten un sentido del humor muy peculiar y a veces difícil de entender. Creo que por eso se empiezan a atraer y a gustar, porque pueden decir y hacer lo que quieran sin miedo a ser juzgado por el otro.
- Hay algunas historias que se quedan abiertas a otro relato, historia o a la imaginación del lector. Como autora: ¿te gusta que el lector sueñe, haga sus cábalas o era el final que necesitaba esa historia?
Como autora, no me gusta explicarlo absolutamente todo. Como en la vida, hay cosas de las que nunca encontramos la explicación o de las que desconocemos el desenlace. En estos casos, me gusta dar pistas para que el lector cierre la historia como más le guste. Además, mi idea es continuar algunas de estas historias, quizás en otro volumen de relatos o quizás en un libro solo para ellos.
Como lectora: ¿qué es lo que buscas al leer un relato?
Lo mismo que cuando leo una novela o veo una película: que me mantenga entretenida y consiga que me crea lo que estoy leyendo o viendo. Que me haga sentir y me deje con una buena sensación al final. Es fácil hacerme feliz.
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