La policía desaloja un concierto en un centro social y un agente muere en los altercados. Una piedra le destroza el cráneo. ¿Quién tiró la piedra? ¿Quiénes lo saben? ¿Por qué callan? Esta es la historia de las personas que viven conociendo las respuestas. Es la historia de su silencio, de su cobardía y de su culpa.
Los inocentes de Guillermo Benet es de esas películas con una trama absorbente e hipnótica en la que los personajes te dejan sin aliento por su toma de decisiones, por sus silencios, por sus parcas palabras, pero desgarradoras...
Una película que muestra cómo una noche puede cambiarlo todo, el modo en la que las elecciones que se hacen te pueden cambiar toda la vida y transforma las relaciones que tienes con las personas a tu alrededor.
La cámara es un elemento importante de los inocentes, ella debe seguir a cada personaje para que cuente su historia y podamos unir las piezas del puzzle y de lo que no vemos.
Me ha llamado la atención en la historia la manera en la que todos los implicados en lo que ha sucedido, se bloquean, se cierran en su propios pensamientos y el silencio toma el control de la situación.
Antes hablamos del silencio, pero no es para nada un silencio incomodo, forma parte de la película y lo que hace especial a los inocentes es esa crítica al mundo en el que vivimos, a la sociedad y a los jóvenes.
Sólo hay un personaje que al venir del exterior, no haber estado en contacto con los hechos y desconocer lo que realmente ha pasado, será capaz de romper el hielo, de romper la dinámica que se ha formado en el grupo.
Me ha gustado todo el elenco, las actuaciones de Pilar Bergés, Susana Abaitua y Olivia Delcán me han gustado muchísimo, son un trio de personajes cada una en su rol, que te deja sin palabras.
Olivia quizás es la que más me ha sorprendido porque he seguido su carrera de actriz por este cambio y la versatilidad que tiene en sus papeles.
Pilar Bergés es la primera vez que veo algo de ella (o que recuerde), pero en una escena , solamente con una mirada , deja sin aliento al espectador, así que imaginaros con una sola mirada de lo que es capaz de hacer.
Susana Abaitua ha sido un soplo de aire fresco a la historia, además es la única que muestra sus emociones y las tiene a flor de piel. Pablo Gomez Pando y Violeta Orgaz sobre todo Pablo que es el hilo conductor de la historia y Violeta en su mutismo que solamente rompe en momentos decisivos son piezas y figuras decisivas.
Los inocentes es de esas películas que termina y sigues pensando en los personajes, en su futuro, en lo que quiso decir esa señal, esas lágrimas...No deja indiferente.
Voy a contar la anécdota de que tuve la ocasión de ver el cortometraje y al ver la película pensé ¿Cómo se le ha ocurrido a Guillermo Benet el largometraje?
Próximamente lo sabréis en la entrevista que le he podido realizar, pero ha sido una grata sorpresa.
Muy recomendada.
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