ENTREVISTA A DONA TER (POR SEMANA DE SIETE SEMANAS)

Dona Ter nació en el año 1981 en un pueblo montañero de la provincia de Girona. Aunque estudió una rama de medicina, actualmente se mueve en el sector de la informática. Ha vivido en diferentes sitios, desde el Pirineo catalán hasta la costa gallega, donde reside actualmente. Es una lectora compulsiva, y aunque siempre le ha gustado escribir, no fue hasta el año 2014 cuando decidió emprender la aventura de dar forma a una novela y autopublicarla. En 2019 con la novela Crash Boom Bang salta al mundo editorial en el sello Zafiro (Planeta).

- Antes que nada, gracias por esta entrevista.

Hola, hola, gracias a ti por pensar en mí.

-¿Crees que nos sigue preocupando menos, igual o más la soltería? Y ¿lo que la familia dirá?

Creo que en el fondo todos queremos querer y ser queridos. Es verdad que la soltería ya no está tan mal vista como antes pero aún sigue habiendo mucho prejuicio.

El “qué dirán” sigue siendo una lacra de esta sociedad.

- ¿Cómo sería el mundo si fuésemos todos empáticos?

Lo veo un poco utopía. Sería maravilloso claro, pero la experiencia es lo que da los matices y complica la empatía.

- Hay una frase que me gustó mucho y es “vas a terapia porque eres una valiente que afronta las cosas” ¿Cómo sería las cosas si afrontáramos la vida con valentía y no como caracoles?
¿Crees que sería necesario que el ir a terapia fuese “normalizado” por todos? ¿Cómo sería si fuésemos una vez al año a terapia?

No está de moda afrontar la vida. No somos una sociedad en la que cada uno busca su camino, somos de seguir modas para sentir que formamos parte de un grupo, de una identidad global, no individual. Nos venden un concepto de “felicidad” de “amor” de vida en general… sin que nadie busque darle a esas palabras su propio significado porque realmente es algo individual e intransferible.

Todo lo que tiene que ver con terapia nos suena fatal y está “mal visto”. Me parece otra absurdidad, de las que mandan en esta sociedad, no poder decir que acudo a un psicólogo con la misma naturalidad que si voy al dermatólogo. En esto los americanos nos llevan ventaja, acuden a psicólogos o grupos de apoyo con mucha más naturalidad que aquí que sigue habiendo mucho tabú con este tema.

- ¿Cómo sería la vida sin matices y viendo siempre el lado bueno de las cosas?

Un poco aburrido, ¿no? La vida perfecta no existe. Citando el libro: “la felicidad sin miedo pierde sentido, solo es plena cuando sabes que es fugaz”. Hay que bajar para saber lo que es el triunfo de subir. Hay que estar a oscuras para apreciar la luz.

- Si en la vida se fingiese mucho más… ¿Crees que nos iría mucho mejor?

Yo creo que nos pasamos la vida fingiendo, algunos hasta cuando están solos. Es más fácil que afrontar lo que somos y qué sentimos. ¿Cuánta gente no se pregunta si realmente es feliz por miedo a la respuesta?

Llegar a aceptarte, a saber qué quieres y a quién quieres en tu vida es algo a lo que todos deberíamos aspirar y luchar por ello. Implica ser valiente, ignorar el “qué dirán” que decíamos antes…

- ¿Crees que idealizamos tanto a las personas que nos perdemos la realidad?

Creo que lo que idealizamos es la vida en general. Adaptaría un poco la famosa frase de Lennon: “la vida es lo que va sucediendo mientras preparas la foto perfecta para tus redes”.

- Qué prefieres….reír hasta llorar o viceversa ¿por qué?

Las dos. Qué bueno es llorar de tanto reír. Y qué pellizco de magia produce sonreír cuando te embarga la pena.

- Me gusta el nombre de Winter, porque tengo la sensación de que es un personaje que está como aletargado y luego va floreciendo lentamente ¿por qué elegiste este nombre?

Me encanta tu metáfora. Son muchos los lectores que han visto ese cambio en Winter, desde el inicio del libro que como dices está “aletargada” y como con el paso de los capítulos va cogiendo fuerza en sí misma y florece. No es algo que busqué, vino porque Jean me chivó el porqué le gustaba el nombre de Winter.