Martina necesitaba huir y olvidar lo que ocurrió en la fiesta. Por eso se fugó en plena noche y acabó en ese pueblo cualquiera, lejos de la ciudad donde ya todos buscan a la chica que desapareció sin dejar ni rastro en el cumpleaños de su novio.
Astrid sabe que la aterrorizada joven que ha aparecido en su casa ha vivido algo muy duro, pero ¿y si con querer ayudarla no basta? Ella no es mucho mayor que la chica y sólo se encuentra allí temporalmente para terminar la novela que está escribiendo. Y en el pueblo ni siquiera es bien recibida... Al fin y al cabo, si algo teme la gente de Sabinia, es el cambio.
Astrid ha huido
de su vida en la ciudad y de la casa que compartía con su familia para
refugiarse en Sabinia y terminar de escribir su novela. Al menos eso es lo que
se dice a sí misma, pero lo cierto es que su retiro es mucho más que una
escapada para trabajar; es una búsqueda de sí misma, de conocerse, de
preocuparse por lo que de verdad quiere hacer y de romper con todas las
barreras que le impiden ser feliz. Sin embargo, en el pueblo no se lo van a
poner nada fácil, pues la gente de Sabinia es muy conservadora y no les gustan
los cambios, ni las personas que son «diferentes» a ellos. Además, una noche
aparecerá en el umbral de su casa Martina, una chica aterrorizada y
completamente rota por dentro. Y Astrid no dudará ni un minuto en acogerla y
hacer todo lo que está en sus manos para ayudarla a sanar.
Aunque en
cuestión de «número de páginas» Astrid tiene bastante más peso, las dos
protagonistas se reparten la narración para explicarnos sus historias, las que
han vivido por separado y la que están empezando a vivir juntas. Cada una de
ellas tiene una voz narrativa muy personal y la combinación de ambas, unida a
que los capítulos son cortitos, consigue que el libro se lea en un abrir y
cerrar de ojos. Pero, totalmente en oposición a la falsa idea de que los libros
cortos y rápidos están vacíos de contenido, La venganza de Ariadna es
un libro completo y cargado de temas profundos y actuales.
En La
venganza de Ariadna las protagonistas nos hablan de cuestiones tan
importantes como las secuelas de una violación,
la discriminación sexual, los prejuicios sociales, la lucha por los sueños o la
ruptura con lo que los demás esperan de ti. Y lo más acertado de todo es que
estas dos mujeres nos hablan de tú a tú, desde un punto de vista cercano,
porque son como nosotras, porque viven en el mismo mundo que el lector. Martina
y Astrid son tan reales que estoy segura de que cualquiera que se adentre entre
sus palabras podrá encontrar en ellas algún rasgo de alguien que conozca. Yo,
por ejemplo, me he visto reflejada en varios aspectos de Astrid, por lo que me
ha resultado muy sencillo empatizar con ella. No quiero olvidarme de mencionar
también a Olga, que creo que ha sido mi personaje preferido: esa vieja bruja
que a pesar de pertenecer a una generación totalmente distinta, comprende a las
protagonistas y lucha a su lado sin importarle lo que los demás piensen de
ella.
El escenario, un
pueblito anticuado y medio abandonado con la climatología y los paisajes
típicos del norte, acompaña muy bien a la historia y a los estados de ánimo de
las protagonistas.
Nunca había
leído nada de Alba Quintas, pero tenía
muchas ganas de hacerlo. La conocí en persona en el Celsius del año pasado y reconozco
que me fascinó verla escribir en su libreta, a mano, tan tranquila, en medio de
una cafetería mientras a su alrededor había un montón de gente hablando. Esta es
la primera novela suya que leo, pero seguro segurísimo que no será la última
porque me ha encantado el modo que tiene de narrar, tan sencillo y dulce, pero
a la vez tan potente.
Además, creo que
hay que agradecer a Alba dos cosas:
Primero, que
haya dado voz a tantas mujeres que tras sufrir una violación todavía dudan de
que de verdad haya sido eso, porque tradicionalmente nos han enseñado que solo
es violación cuando un hombre desconocido agrede a una mujer desconocida en la
calle, pero, en general, se han olvidado de contarnos que también puede pasar
con un amigo en una fiesta, con un familiar, con la pareja, etc.
Y, segundo, que
haya elegido contar la historia con dos mujeres (incluso tres si contamos a
Olga) que se apoyan la una a la otra, que se ayudan sin esperar nada a cambio y
que no compiten.
Obviamente le he
dado cinco estrellas por todo esto y porque no he encontrado ni una sola pega
que ponerle. Ha sido una lectura perfecta y ya estoy deseando conocer más
historias escritas por Alba.
Por cierto, el
título y la cubierta son todo un acierto. Y al final del libro
podréis encontrar un par de ilustraciones de las protagonistas.
Pues pensaba que no me ibas a convencer, pero te veo tan entusiasmada que me cuesta trabajo resistirme.
ResponderEliminarBesotes!!!
Acabo de leer otra reseña. Creo que es un libro que me podría gustar. Besos
ResponderEliminarCon esta gran reseña me convences. Anteriormente me llamaba la atención pero ahora sí que me lo apunto, me tiene muy intrigada la elección de ese título y la portada.
ResponderEliminarTambién tengo pendiente el libro de esta autora que ganó el premio Jordi Sierra i Fabra hace varios años.
Un besazo.